Aníbal o debería decir Matías Carrasco, tomo prestado el nombre de tu genial columna de opinión para escribir estas líneas, porque definitivamente Aquí hace calor. Y por desgracia, no lo digo por el clima que se mantiene más o menos como siempre. Este calor es de otra índole, más sofocante y ciertamente más peligroso.
Tiene mucho que ver con la agenda de fascismo a la criolla, que en el interín se despachó a 11 compatriotas inocentes, pero también con bestiales metidas de pata de nuestros cuadros altos y medios.
En cuestión de meses una cadena de pifias han puesto el aire pesado. Ganamos con lo justo y a estas alturas nadie ha dado una explicación coherente, mucho menos se ha esbozado un plan político serio de cara a las municipales; la economía da bandazos gracias a los certeros ataques de mafias oligárquicas, que actúan a placer; mientras que la criminalidad sigue torciéndole el brazo a la ciudadanía.
Como guinda del pastel, el escándalo de la grabación de Mario, que al parecer es un montaje, pero donde se ventilan asuntos muy delicados que no han sido neutralizados con la contundencia argumentativa que ameritan. Antes bien, La Hojilla ha salido del aire y su conductor ha dado una extensa respuesta por Aporrea.org que, en honor a la verdad, a ratos parece ratificar el contenido de sus supuestas declaraciones y otras veces luce como una despedida definitiva.
Estamos a tiempo de enmendar. Sería terrible ver a la derecha fascista al mando, con su tremenda carga de odio finisecular, pero tampoco podemos aceptar que la manzana podrida de corrupción, jalabolismo e improvisación, se pasee de la mesa al comedor tan tranquilaza. ¿Qué se esconde tras los hilos de la real politik?, ¿Hay una “tregua” comunicacional negociada?, ¿Hay vampiros en VTV o no?, ¿Había guiso en Cadivi y el Seniat o no? Muchas cosas no me cuadran. Insisto, aquí hace calor, ¿En qué andará nuestro Comandante?
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