Nicolás Maduro, China, Cuba y los conceptos

Cuando leemos las opiniones de ciertos dirigentes de la oposición no sabemos sí son ignorantes y/o opinan sustentando sus ideas en las bases ideológico-capitalistas a las cuales, inconscientemente, se adscriben como obedientes alienados siervos de gleba. Pero, en fin, respetemos sus propias ideas en tanto y cuando ellas no nos distraigan de nuestros objetivos revolucionario-nacionalistas; no obstante, como ejercicio intelectual algunos comentarios nos atreveremos a expresar.

En ese subconjunto de oposición-radical dentro del conjunto de oposición que se autodenomina como la MUD, hay dirigentes que se expresan con una “sobriedad intelectual” que asombra cuando aseveran opiniones sobre “comunismo”, “Cuba”, “China” apuntando de todos los males, existentes e imaginarios, a Nicolás Maduro Moros como candidato a la hoguera inquisitorial. Como el tema es muy importante y delicado por sus bases históricas de represión por parte de gobiernos de ultraderecha-militarista-pro-estadounidense y con bases ideológico-religioso-judeo-cristianas que permitieron persecuciones, cárceles, “extrañamientos”, asesinatos y para usted de contar, debemos tratar de centrar las ideas que buscamos exponer con el mayor rigor posible porque de ellas, según nuestro modesto aporte y opinión, podremos, cada uno de los revolucionarios, nacionalistas y socialistas, individualmente, “ubicarse” en dónde y cómo se desea “ser revolucionario bolivariano, nacionalista, socialista y chavista”. Es extremadamente importante realizar los estudios correspondientes para conceptualizar las tesis político-jurídico-económicas e ideológicas que hemos titulado como “chavismo”.

Las derechas arriba referidas se refieren al “comunismo” con cierta alegría de ignorancia supina (es triste y da vergüenza ajena, sinceramente, los niveles intelectuales de las derechas criollas actuales cuando rescatamos, permanentemente, la propuesta del Comandante Hugo Chávez sobre las confrontación de las ideas). Sí hubieran estudiado sobre eso que ellos denominan como “comunismo” podrían haber percibido que esa referencia política, en las actuales realidades geopolíticas mundiales, no se expresan en ningún país conocido. Claro, es de todas lógicas que traigan a la conciencia colectiva aquellos paradigmas ideológicos que tanto se amasaron durante la “Guerra Fría” para “asustar” a “tirios y troyanos” con unas supuestas realidades que iban desde “desayunar niños hasta lavado de cerebro”. Es lo que se denomina como “guerra sicológica”. Pero lo importante es que ese “sector inquisitorial medieval” reitera, supuestamente, que las realidades actuales en el desarrollo de la Revolución Bolivariana Socialista se enmarcan en una “utopía” que ellos denominan como “comunismo”. Pero ¿qué es comunismo? ¿Cómo alcanzamos esa propuesta estructural-político-ideológica y cuándo ello sucedería?

El Diccionario Ideológico de la Lengua Española define “comunismo” como: “…Sistema político y social que pretende abolir el derecho a la propiedad privada…” (Idem, pág. 204) Hasta donde tenemos noticias y según la definición de la referencia bibliográfica, los componentes del subconjunto de las derechas extremas referidas más arriba, la única propiedad privada que no controlan en este gobierno bolivariano sería el obligado pago de impuestos al SENIAT. La verdad es que “algún alma caritativa” podría publicar las propiedades privadas de “los acusadores” para que, definitivamente, tengan que, obligatoriamente, cambiar su “discurso chucuto” porque no estamos en las circunstancias de la “Guerra Fría”, al menos, no “por ahora”.

Vayamos al tema “Cuba”. Creemos haber leído, recientemente, sobre la visita que Fidel Castro hiciera a Venezuela en tiempos de don Rómulo Betancourt. Nos, nos preguntamos: ¿Quién se equivocó, Fidel viniendo en tiempos de Betancourt y/o Rómulo aceptando su visita? También: ¿A qué vino, realmente, Fidel? ¿A buscar apoyo para su revolución frente a las presiones de su vecino del norte en, quizás, conociendo las realidades ideológicas que rodeaban a Betancourt? Bien preguntarnos: ¿estaba en medio de aquella realidad el Plan Barranquilla? Nunca, realmente, lo sabremos pero si podemos opinar que la visita del Comandante Fidel Castro si tuvo un impacto real positivo que en contrario no la tuvo la visita de Richard Nixon por aquellos momentos de real incertidumbre que vivía Venezuela. Por último, antes de entrarle al trapo, podríamos reflexionar sobre aquellos años 60 que aún está en el tintero de la Historia no expresada sino solo por testimonios personales.

Pero los tiempos cambian y los personajes también. Entre nuestro Comandante Chávez Frías y el Comandante Fidel Castro se desarrolló una sincera amistad que, en nuestro criterio, fue más allá de las lógicas relaciones entre líderes continentales. Hugo Chávez siempre comentaba como Fidel le incitaba a conocer nuestras realidades nacionales en los niveles correspondientes al escenario de un jefe de estado. Por ejemplo, aquel tema del oro y las reservas en el Banco Central de Venezuela. Pero ello es simple relación personal con cierto impacto en lo venezolano-cotidiano.

Lo importante, en nuestro criterio, ha sido la colaboración cubana con importante y profundo impacto social en las misiones en el campo de la salud y en la superación del analfabetismo. Lo inmediato anterior lo exponemos por varias razones. En primer lugar, la colaboración humanista cubana a realidades heredadas venezolanas no se contradicen con la “norma católica” vigente. En segundo lugar, con respecto a la reiterada denuncia de los políticos referidos sobre la supuesta influencia militar cubana en los cuadros de la FANB es desconocer nuestra realidad histórico-militar-nacionalista en la filosofía que está impresa en el “alma del estamento militar” venezolano. Por último, la propia base revolucionaria de la Revolución Bolivariana Socialista es no solo profundamente sino diametralmente diferente a los paradigmas que imperan en perfectibilidad actualmente en la Isla. Reconocer que al Comandante Fidel Castro le ha costado aceptar “algunas realidades” sobre los “socialismos nacionales” son realidades inevitables pero ello no obsta para que le reconozcamos que su sentido de “hombre de Estado” siempre está y estará presente.

Atravesemos el Pacífico para “aterrizar” en China. Sería, primeramente, de muy mal gusto exponer realidades que nos correspondió realizar en China durante años desde la 4ta. República; sería imprudente exponer asuntos relacionados con intereses nacionales en el marco de nuestras relaciones con China; sería innecesario referirnos a los acuerdos alcanzados con China cuando, seguramente, están referidos en el Libro Amarillo de publicación por el MPP para las Relaciones Exteriores donde se podrían consultar como es de obligación requerida por la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional. El Comandante Hugo Chávez siempre mostró un muy particular interés en China. Los políticos de extrema derechas, pro-washingtonianos, poquito nacionalistas, han expresado y reiterado que estamos bajo el dominio del “imperialismo chino”.

La verdad es que no vamos a perder el tiempo argumentando con ignaros, sino vamos a contraponer una realidad objetiva para ver sí ellos, los contrarrevolucionarios, nos pueden orientar con sus respuestas. La pregunta es: ¿cuál es la balanza de pagos actual para 2013 entre los EEUU de América y la República Popular China y, al tiempo, cuál es son las relaciones financieras entre ambas naciones? E, inquirirnos, sobre ¿quién financia a quien, China a EEUU de América y/o viceversa? Definitivamente, la ignorancia es libre y respetuosa pero la ignorancia con cizaña es contra-católica, anti-patriótica, anti-nacionalista, anti-venezolana.


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Miguel Ángel del Pozo


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