Proclama: a la ciudadanía de Buenos Aires

El crepúsculo, el alba y las elecciones

Nota de Aporrea: Un grupo de militantes de izquierda de Argentina se han propuesto alcanzar la tan esperada unidad. Dentro de la gran marea roja que está abarcando a todos los paises latinoamericanos, esperamos que esta vez sí, haya llegado la hora de "luchar por una Argentina libre y hermanada en la Unión de Naciones Suramericanas."
En la actual circunstancia histórica las elecciones dividen a las mayorías y favorecen a los partidos comprometidos con el saqueo y la destrucción del país. ¿Es posible que una campaña electoral nos unifique en contra de ellos? Las elecciones suelen despertar los más mezquinos apetitos. ¿Es posible utilizarlas para avivar sentimientos de generosidad, solidaridad y sacrificio? Las elecciones, tal como las conocemos, son el crepúsculo de un mecanismo que cada dos años nos engaña con una ilusoria representación e impide nuestra participación en la realidad de la política. ¿Es posible hacer de ellas un preanuncio del alba? Sabemos que es muy difícil, pero creemos que sí es posible. Convencidos de eso nos congregamos y lanzamos este llamamiento al pueblo de la ciudad de Buenos Aires y a todo el país.

Ciudadana,
Ciudadano,
En octubre habrá elecciones y se anuncia que son para plebiscitar al Presidente u oponerse a él como enemigo público número uno. Esa falsa opción pretende encarrilar los debates y la alternativa electoral en una vía que aleje a la población de los problemas reales, las verdaderas soluciones y las decisiones políticas necesarias.
No hace falta detallar lo que todos saben: pese a la reactivación económica, para la mayoría de los argentinos la crisis que explotó en 2001 persiste. Lejos de tender a resolverse la exclusión y la miseria se agudizan, mientras del país siguen saliendo miles de millones de dólares destinados a la banca internacional.
Por este camino, vamos muy mal. Los ejemplos de Ecuador, Bolivia y Brasil demuestran que la continuidad de la sujeción a los dictados de Estados Unidos y el FMI rápidamente demuelen gobiernos y abren grietas en las masas populares por donde reaparecen las fuerzas empeñadas en continuar saqueando a nuestros países. Por el contrario, el ejemplo de la Revolución Bolivariana de Venezuela prueba que es posible atacar la miseria y poner a todo un pueblo en marcha hacia la democratización revolucionaria de la riqueza, la cultura y la política.
Esa es la verdadera opción. La elección de uno o diez diputados no quita ni pone nada si no se asume que, para dar una genuina respuesta al desastre en que nos han sumido, es necesario ante todo crear una herramienta política de masas que rompa definitivamente con los aparatos y las dirigencias corruptas, instrumentos desde hace décadas para la sumisión y el saqueo de nuestro país.
Para esto nos convocamos y le hablamos a la nación. Somos luchadores y luchadoras de los más diversos orígenes ideológicos y políticos; provenimos de muy distintas experiencias militantes. Y estamos comprometidos con una pluralidad tan amplia como la diversidad de nuestro pueblo. Estamos felices de dar un paso destinado a iniciar una marcha hacia la unidad de millones de hombres y mujeres dispuestos a bregar por la emancipación.

Vamos a utilizar las elecciones con este propósito. Nuestros candidatos no pelearán simplemente por una banca, sino por abrir cauce a un pueblo que busca expresar por fin su voluntad de soberanía, igualdad y justicia. Nuestros candidatos firmarán un compromiso ante nosotros y la ciudadanía, por el cual se obligan a utilizar los cargos para defender un programa, para respaldar las luchas e impulsar la organización en fábricas, barrios, escuelas y universidades. Y sus puestos estarán sometidos a referendo revocatorio.
¿Para qué utilizarán las elecciones el gobierno y los aparatos tradicionales? Néstor Kirchner no necesita un plebiscito para legitimar su mandato constitucional. Entonces ¿qué es lo que quiere plebiscitar? ¿Su alianza con Duhalde o su ruptura con Duhalde? ¿Sus discursos encendidos o su política económica que beneficia a los de siempre?

La elección legislativa es una oportunidad para discutir los problemas del país y no los dilemas y contradicciones del Presidente. La elección no puede ser un supermercado de candidaturas poniendo personas aquí o allá según encuestas y con total prescindencia de programas y relación viva con los electores. Se trata de discutir soluciones y no personas. El país necesita auténticos plebiscitos, donde al electorado se le pregunte qué política quiere y no por cuál partido o persona vota.
Preguntar por ejemplo a la nación entera si quiere que el negocio del petróleo continúe en manos de empresas extranjeras como Repsol o vuelva a manos del Estado nacional; si está de acuerdo con establecer un salario de ciudadanía que suprima de cuajo la indigencia o si prefiere seguir alimentando el clientelismo y la marginalidad social que hacen estragos en la moral de millones de personas. Preguntar si el pueblo argentino acepta que enormes extensiones del mayor recurso natural del pais, sus tierras, continúen siendo vendidas al capital extranjero o usufructuadas por comerciantes de ocasión, o bien prefieren aplicar un sabio principio civilizatorio: la tierra para el que la trabaja. Sobran los migrantes internos condenados a la miseria en la periferia de los grandes centros urbanos que volverían con gusto a su pago si pudieran asegurarse una existencia digna.

Es el caso de plebiscitar si la sociedad está de acuerdo con mantener como acreedor privilegiado al Fondo Monetario Internacional. Deberíamos consultar igualmente a la ciudadanía si prefiere seguir regida por los vetustos mecanismos de la democracia representativa que tanto han ayudado a encaramarse a estafadores de la política, o si prefiere una democracia participativa donde el plebiscito, el referéndum, la revocatoria de mandatos y la descentralización del poder permitan al pueblo decidir lo que hay que hacer y controlar que se cumpla.
En octubre habrá elecciones y en la Capital Federal el partido de gobierno, conducido por Alberto Fernández, un hombre del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, pone como candidato a un canciller que semanas atrás, luego de una reunión clandestina en Washington, se pronunció a favor del Alca. El Alca es la estrategia estadounidense para hacer de América Latina un mercado único en favor de las multinacionales, con el dólar como moneda única y con un único ejército comandado desde el Pentágono. Nosotros iremos a estas elecciones para proponer el Alba, la unidad suramericana, la integración y la defensa de nuestras riquezas naturales en beneficio de los pueblos.

La historia dolorosa de la decadencia argentina es inseparable de la acción del imperialismo, de la degradación de las clases dominantes y la corrupción de los políticos y los aparatos que las sirven. Frente a eso, una proporción muy alta de la ciudadanía, sobre todo la juventud, se aparta de lo que habitualmente se llama “política”. Las elecciones serán por eso, para nosotros, un vehículo para reivindicar la política, el protagonismo masivo, plural y democrático de jóvenes, trabajadores, profesionales, amas de casa, adolescentes y jubilados dispuestos a asumir la realidad: la crisis palpita bajo la superficie de engaños tejida por ciertos medios de comunicación y las falsas dirigencias.
Soplan nuevos aires sobre América Latina. La Revolución Bolivariana de Venezuela inaugura una nueva etapa en la historia de nuestras luchas. Los claroscuros del alba engañan a quienes creen que la tiniebla es eterna y también a quienes no logran percibir en los destellos la realidad de una nueva jornada.
Quienes firmamos esta Proclama creemos que es tarea de hombres y mujeres libres emprender los esfuerzos destinados a construir una herramienta política para la emancipación; una fuerza enraizada en gestas heroicas -desde la guerra contra el imperio español al Cordobazo, desde la Reforma Universitaria a la resistencia a la “libertadora” y a sucesivas dictaduras, del 17 de octubre del 45 al 19 y 20 de diciembre de 2001- pero también en el esfuerzo cotidiano de trabajadores, estudiantes, científicos, artistas, que durante dos siglos construyeron con esperanzada generosidad la riqueza y el saber de un gran país saqueado y envilecido por los mercaderes del Norte y sus vasallos.

Convocamos a la ciudadanía de Buenos Aires a echar los cimientos de una fuerza política que recupere nuestras mejores tradiciones y se proyecte al futuro; capaz de converger con decenas de iniciativas similares en cada rincón del país; dispuesta a cambiar desde las raíces la cultura y la política. Y a luchar por una Argentina libre y hermanada en la Unión de Naciones Suramericanas.
Buenos Aires, 10 de Junio de 2005

Firmantes De La Proclama
Bernardo Alberte (h)
Beatriz Baltroc (Legisladora)
Daniel Betti (Legislador)
Luis Bilbao
Luis Brunati
Antonio Cartañá
Alicia Castro (Diputada)
Juan Di Sante
Hector Eyzaguirre
Yudit Feldman
Matias Gimenez Constanzi
Cándido Gonzalez
Raúl Gonzalez Martinea
Eduardo Gurucharri
Hernán Jaureguiberg
Juan Laino
Ricardo Lobeto
Eladio Tate Martínez
Mario Mazzitelli
Eduardo Murúa
Pablo Pierini
Arnaldo Román
Benjamin Rozenberg
Jorge Selser

Frente para el Cambio; Partido Socialista Auténtico; Autonomía y Liberación; Unión de Militantes por el Socialismo.


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Alicia Castro, Luis Bilbao, Daniel Betti y militantes y organizaciones políticas argentinas

Escritor. Director de la revista América XXI

 luisbilbao@fibertel.com.ar      @BilbaoL

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