Celac entre la guerra ideológica y el mercado

Superar la guerra ideológica y encontrar la virtud del mercado será la función de la Celac (comunidad de estados americanos y del caribe) para regular las prácticas comerciales desleales, el caos social e impedir que los países más grandes impongan sus condiciones a los pequeños no solo en los aranceles sino en el transporte, prestamos económicos, intercambio de tecnología y proyectos ambientales por el deseo desmedido de posesión que ha destruido la unión regional por las ideologías políticas influenciadas desde Washington.

Ideologías políticas, unas anulando el mercado y la otra desconociendo las facultades gobernativas del Estado sobre el mercado, hasta hoy, la pugna entre el dinamismo de la producción que hay que alcanzar para lograr la equidad económica así como lograr la paz social es el camino de la izquierda política, porque, en la eficiencia productiva del mercado del capital no consta la justicia social, la igualdad de oportunidad, la solidaridad ni la protección del medio ambiente menos el desarrollo humano, ellos, la derecha, opinan, que no hay una mejor democracia sin libre mercado, esta es una manipulación del capitalismo ya que no necesariamente democracia y mercado deben ser compatibles, porque, la democracia busca la igualdad y la justicia como pilares del sistema que auspicia, mientras, los objetivos del mercado son el lucro obtenido por la compra y venta, todo es negocio, esa la lógica que ha destruido la convivencia social y el equilibrio económico con la naturaleza y el ser humano por las relaciones con el mayor socio comercial de América Latina, EEUU.

Los discursos de los presidentes de Chile, Colombia, ¿la ausencia de Perú? (por la macroeconomía de los compromisos mineros y la ecología equilibrada con el desarrollo social) los mensajes de Correa, Mujica, Morales, presagia hostilidades mayores hasta cumplir los deseos de cada uno de los países, problemas pendientes como la deforestación de la Amazonia, las islas Malvinas, la salida al mar para Bolivia, las bases militares estadounidenses en Colombia, los conflictos marítimos entre Chile y Perú, el bloqueo a Cuba, la desestabilización política a Venezuela, la independencia de Puerto Rico, son anuncios de batallas políticas entre hermanos, conflictos de negación de las razones y, la patria grande con la Celac seguirá en el estrepito político del egoísmo de siempre en las cumbres que no superan el discurso y la foto de todos, un tumulto que no es unión de verdad en nuestra región, no es la unión que reclaman nuestros inmigrantes o los asilados por la fuerza de los hechos ideológicos y económicos.

¿Cómo superar que América Latina siga siendo un pantano de incertidumbres y chantaje comerciales-económicos por la intromisión de Washington en los asuntos internos de los países siempre hablando de libertad y democracia con bases estadounidenses en Colombia, presagian golpes de estado o desestabilización con sus programas de lucha contra el terrorismo o contra el narcotráfico, dos de los elementos más importantes que sostienen la guerra sucia en la expansión estadounidense y pilar fundamental de la política exterior del imperio, o por la presidencia temporal de la Celac a cargo de Piñera, el presidente con la aceptación popular más baja de la región 28% en gran parte impopular por la presión sostenida por los estudiantes, obreros y empleados públicos quienes reclaman mejoras sociales y una educación de calidad y gratuita que la extrema derecha encabezada por Piñera se niega a proporcionar pregunto, ¿esa presidencia no es un premio para un mediocre presidente chileno que su pueblo no acepta?

UNASUR inicio con las bases estadounidenses en Colombia aceptada por los países miembros por la dictadura de la mayoría, votación democrática, Celac inicia con las mismas bases militares y un Santos convertido en el nuevo y mejor amigo de Chávez, para colmo, la presidencia de la Comunidad en manos de un derechista extremo, es el punto de partida ¿Cuál el punto de llegada? Abismos ideológicos llenos de cálculos políticos egoístas en donde a la unión de países le espera una cuesta minada, arriba, el lobo para entrar en el corral llamado MERCOSUR o CAN devorando la unión que se proyecta.

600 Millones de personas más o menos la población de América Latina, para la democracia son ciudadanos, para el mercado consumidores divididos en selectivos por su poder de compra de unos 6000 millones el PIB; el que no puede adquirir se queda atrás, rezagado por pequeño e insignificante 200 millones de pobres, 80 millones de ellos en condición de calle de estos un 70% son niños menores de 9 años indica lo mucho que la unión de países en la Celac tiene que hacer.

Estado y mercado cada uno con sus diferentes puntos de vista acerca y aleja la distribución del poder político y económico por la fe ciega que pusieron la CAN y el MERCOSUR en las bondades del “mercado libre”, como rector de la economía condujo a la falta total de supervisión de la banca y de las entidades financieras, muchas veces, estos organismos crediticios han regulado los gobiernos en esta parte del mundo y han generado recesión en un planeta económicamente globalizado.

La Celac tendrá significado práctico si la capacidad de dialogo produce entendimiento entre las fuerzas políticas históricamente opuestas cediendo posiciones y renunciando a exigencias ideológicas con el fin de alcanzar un propósito común, la unión regional, punto de partida de una nueva política de los políticos solo posible sin América del Norte, política que buscara construir nuevas democracias sobre el cadáver de una cultura política que dividió la sociedad no solo entre ricos y pobres sino entre el norte y el sur actualizando la guerra de secesión entre desiguales, los más desiguales del mundo superando incluso a África, el continente más pobre del mundo.

La Celac tiene una enorme responsabilidad, una segunda independencia, la ruptura del orden colonial no pudo solucionar la dominación económica de nuestros pueblos indígenas y los afro latinoamericanos así como la dependencia económica de nuestros países con EEUU y Europa, desafío para una nueva realidad para el sur, gran esfuerzo por entender nuestra presencia como excluida de la riqueza y del desarrollo en nuestra diversidad y potencial natural que caracteriza la realidad Latinoamericana.

La camaradería levanta la Celac, son camaradas quienes hicieron posible la declaración de Caracas, 33 son los que eligieron un giro para Latinoamérica tendrán que someterse al pesaje de sus economías en una balanza sujeta por la unión que confirmara la veracidad de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe, evitando que sea devorada por el tiempo y las cumbres sin trascendencia.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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