Dios, ¡líbranos del voto castigo!

Para nadie es secreto arcaico, que cuando los gobernantes se desvían del verdadero principio, espíritu y propósito del por qué fueron elegidos por sus electores, el soberano los espera siempre en la “bajadita”, para pasarles factura. ¿Cuándo ocurre eso? Cuando el pueblo comienza a ver con sus propios ojos, que las calles de sus barrios cada día se deterioran más, me da dolor poner estos ejemplos, pero a las pruebas me remito. En efecto, el pueblo ve con sus propios ojos que: 1) Nuestra policía ineficiente para garantizar la seguridad ciudadana, pero son muy eficientes para contribuir con la inseguridad. 2) Exceso de burocracia ahora acompañada con mucha demagogia. 3) También sabe que no debe retrogradarse al estilo de la cuarta república, eligiendo parásitos de la politiquería, no sería “más de lo mismo”, sino “peor de lo mismo”. 4) Saben también, que nuestra Democracia Participativa y Protagónica, es la única opción de autogobierno, donde los gobernantes mandan obedeciendo al soberano organizado. Y que la oposición si llegara a retornar al poder, esa relación de autogobierno la exterminarían. Como eliminarían todas las misiones sociales, una de las primeras que paralizarían es la gran misión vivienda, para que los estafadores constructores inmobiliarios reaparezcan con sus delictuosas andanzas. 5) El soberano también ve clarito, que no puede actuar por impulso, sólo por vengarse políticamente de un alcalde o gobernador. Porque sabe que pone en peligro todo el proceso revolucionario. En la cuarta república, ese “voto castigo” encajaba perfectamente, porque no había proyecto serio de Gobierno y de larga duración, es decir, que trascendiera más a allá de un simple alcalde mal gobernante. 6) Quieren aprovechar que los patrulleros se van a activar en todo el país, y en lo local (municipal), quieren exigir la celebración de muchos “cabildos abiertos” en todas y cada una de nuestras comunidades. Para agarrar en la “bajadita” a los alcaldes. Ese sí es el modo correcto de pasarle factura a un alcalde.

No cometamos el error de actuar con impulso vengativo. Dios, ¡líbranos de ese voto castigo!, no por los alcaldes ni gobernadores, sino por nosotros mismos, porque retrocederíamos una barbaridad. Estaríamos entregándoles en bandeja de oro a los opositores golpistas, todos nuestros esfuerzos y sacrificios puestos de manifiestos comenzando desde aquel 13 de Abril de 2002. Cuando el pueblo indefenso y sin armas, no le dio miedo que los fascistas lo masacraran a mansalva en las calles, y salió con voz determinante a exigir la restitución del hilo constitucional y por consiguiente la liberación de nuestro Presidente Hugo Chávez, que lo tenían secuestrado y los fascistas con la CIA querían asesinarlo en alta mar. Repito, Dios mío ¡Líbranos del voto castigo! Porque ahora sí sabemos el por qué lo que hacemos y no tendremos perdón de dios. Si nosotros mismos le caemos a patada y destruimos este bello proceso, que es el único que nos conducirá a la plena felicidad. Creo que, así como le dimos 40 años de confianza a la democracia representativa, para que asesinos como CAP y otros adecos y copeyanos de la misma calaña, hicieron lo que les dio la gana con el pueblo.

Debemos someter a la consideración de todos y darle también los mismos 40 años de confianza a nuestra revolución bolivariana y socialista, recuerden que los verdaderos procesos democráticos se van desarrollando pacíficamente y por etapas. Y que una interrupción provocada con el “voto castigo”, producirá un atraso considerable en nuestro proceso. Seamos inteligentes, no idea genial abstenerse en votar, debemos ir con plena confianza a ejercer nuestro derecho al voto y por nuestros candidatos revolucionarios; así los consideremos como malos alcaldes o malos gobernadores. Nuestro máximo líder, se le ocurrirá un mecanismo para que el poder popular lo ejerza directamente contra esos malos alcaldes o malos gobernadores.

No perdamos la confianza, nosotros todos unidos en asambleas de ciudadanos y ciudadanas nos merecemos aclarar muchas cosas. Por ejemplo, me llegó un comentario, que hay opositores al gobierno, porque le eliminaron la “beca alimentaria”, sí aquel cheque que repartían en las escuelas y los sábados la gente los hacía efectivos en los bancos. O sea, no es una acción política señores, sino una aversión; es decir, un rencor que llevan por dentro, a pesar de todos los beneficios que el gobierno ha producido para el pueblo, ellos en lo particular, siguen odiando al gobierno por haberles eliminado su “beca alimentaria”. Ah y los oposicionistas (opositores oportunistas) con habilidad retroalimentan esos “odios” de nuestros hermanos afectados. Hasta la próxima.

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Ysaac Mosqueda

Representante de la Fundación Por La Dignidad de Aragua. Luchador Socialista. Militante del PSUV. Miembro de la vieja vanguardia del MBR (Paracaidista 76-86).

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