Clara, la de la vida oscura, remueve, lejana e inapetente, con el tenedor su ensalada mientras escucha a su hermana mentir… La roe una sospecha que tiende a convertirse en la peor de todas la certezas.
Permanecer sentada ahí frente a una hermana que no es ni la sombra de aquella valiente mujer que lo dejó todo en pos de la libertad verdadera y civilizada que ofrece la Madre Patria como solo una madre puede ofrecer; tener que escuchar su rosario de embustes, tan sin fundamento que basta hojear una revista ¡Hola! para desmontarlo todo, para desenmascarar la traición ¿y aún así permanecer impávida?…
Ver a su hermana queriendo encubrir su fracaso con falsos cuentos comunistas, con burbujas inmobiliarias, créditos basura, auxilios bancarios, recortes sociales, desempleo, indignados, represión policial, despidos masivos, reducciones salariales… “Fíjate que la cosa está tan mal que un gentío se está regresando para acá…”
Clara sigue con grima el monologo de quien sospecha hasta hoy será su hermana. Presiente la indignidad de sus próximas palabras. Dentro de su pecho, a punto de ebullición, arde la rabia, el miedo, el odio cultivado durante años, abonado con Nitu, Leopoldo, Carla, Kiko... Odio que jamás imaginó merecería su propia hermana quien, ajena a la tormenta que se fraguaba, seguía con su letanía comunistoide...
“La gente en la calle protestando y el gobierno sordo ni les para. Con razón están indignados… Ahora van a reformar la constitución, sin preguntarle al pueblo…”
¡Pueblo! -Silbó Clara entre dientes, con la mirada desorbitada de odio, sus ojos, copia exacta de los ojos puyudos de Leopoldo López cuando salió a cazar chavistas el 12 de abril… ¿Me hablas de pueblo así en mi cara, toda mosquitamuertamente, para qué?¿Me vas a decir que en Venezuela se vive mejor que allá? No chica, ¡No es no! Como si no supiera yo hasta donde es capaz de llegar el G2 cubano con sus mentiras y su manipulación… ¡Par favaaar!
¿Crisis? ¡Embuste! ¿Lo viste en Globovisión? ¿No, verdad? Aaah! Salió en Telesur ¡Piazo’e Chavista!… ¡Indignados! Que vengan para acá para que sepan lo que es bueno: Tener una vida perfecta ¡coño!, y no saber en qué momento te la va a quitar este comunismo… Tu no sabes lo que es ir, año tras año, de vacaciones a Miami sintiendo que esta vez sí será la última, y la última... y la última... No te imaginas el stress de vivir en un país de precios regulados, donde cualquiera puede comprar comida, lo que obliga a los empresarios y comerciantes a esconderla y venderla más cara para que no se haya escasez. No conoces la injusticia de ganar millones de bolívares y que luego no puedas cambiarlos toditos en dólares y depositarlos en Miami… ¿Indignados?¡Indignados estamos la gente decente y pensante de este país!
Clara se paró, lanzó un montón de billetes sobre la mesa y, sin despedirse de su ex hermana neo chavista y traidora, se fue sin mirar atrás. Eso sí es verdadera indignación.
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