Globovisión y la vida de San Juan de Dios

Con las empresas, instituciones y corporaciones pasa como con los muchachos, antes de ver la luz de sus vidas ya tienen asignado un nombre que los identificará hasta el final de los días. Sin embargo, y aquí está el parecido con las personas, por sus conductas, virtudes o defectos, terminan siendo conocidos más por los apodos que por sus nombres. Eso me hace recordar un caso en la Soublette, el barrio donde me crié. Allí había un muchacho que al nacer fue bautizado como San Juan de Dios y con el correr del tiempo era más nombrado como “Mandinga, Coge-gallina o Mata-viejos”.

Con la empresa privada “venezolana” Globovisión, pasa algo similar a San
Juan de Dios. En las presentaciones de este muchacho, realizadas por sus
padres, se reafirmaba la correspondencia del nombre con su buena conducta.

Aunque todo el callejón supiera de las andanzas de Juan de Dios con las
gallinas de Rafael, un vecino. Así como cuando quemó la única bodega del
barrio y su mamá decía que él no fue y, ya entrado en la adolescencia, mató
a los viejitos Anselmo y María Teresa, el primero paralítico y la segunda ciega, ambos de más de ochenta años de existencia.

Los editoriales y cuñas de Globovisión hablan de venezolanidad, identificación con el suelo patrio, mientras era el mejor portal de la política exterior de Aznar contra Venezuela. Difícilmente planta alguna de televisión española superaría a Globovisión en esas lides. De allí que para algunos sectores de la sociedad venezolana, esta televisora era más conocida como España-visión. También se ha ganado el remoquete de Perú-visión, con el caso Montesinos o Paraco-visión, además de Altamira-visión o Golpismo-visión, aunque de coyuntura en coyuntura su mejor titulo es USA-visión.

Últimamente, a consecuencia de la provocación Yanki (secuestro de Rodrigo
Granda), ejecutada por quienes hoy gobiernan y someten al pueblo colombiano,
Globovisión se esmeró: señales satelitales, citas de la prensa colombiana,
video-clip realizado en Colombia ridiculizando a Chávez y entrevistas a
“especialistas” colombianos, tanto los nacidos allá como los nacidos aquí: ganándose el mote de Colombia-visión.

Pero no nos llamemos a engaño, nunca planta de televisión alguna ha sido más presta e indigna contra todo lo que suene a venezolanidad como la ya mencionada Globovisión. A sus dueños no le interesa tanto la política exterior de Aznar o de cualquier otro enemigo interno o externo del proceso bolivariano, a ellos lo que realmente les molesta, les quita el sueño y detestan, es que exista un gobierno que predique la liberación del pueblo de Bolívar, que llame a romper las cadenas de la opresión, ignorancia, miseria e injusticia, convirtiéndose en referencia de otros pueblos del mundo. Por ello el nombre más apropiado para estos sujetos no es otro que: Antisoberanía-visión.

Allá en la Soublette, un día se descubrió que no había manera alguna de vivir mientras existiera San Juan de Dios, y si bien se sabía del apoyo que él tenía de malandros en otros barrios, todos como Fuente Ovejuna acabaron con su existencia, ahorcándolo, luego de una gran paliza, en la mata de Jabillo.

Hoy, no existe alternativa: o las normas regulares (leyes, reglamentos, acuerdos) dan al traste con este cáncer (Antisoberanía-visión), o los sectores populares, todos a la una, en un día de dignidad arrasan con tan desproporcionado enemigo incrustado en el seno mismo de la patria.

P.D. Recuerdo que la noche del ajuste de cuenta con Mandinga, fue cuando el
pobre descubrió que no contaba ni con un sólo amigo en el barrio y los
malandros como él, habitantes de sectores cercanos y hasta de la parte norte
de la ciudad, se acobardaron al ver tanta rabia conjugada con dignidad y
disposición de lucha de los habitantes de esa barriada.




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Luís Villafaña. Militante del M13A-PNA


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