XVII Perorata por la necesidad de un cambio necesario

Donald Trump, un burro infeliz desatado dentro de una cristalería

" Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, ¿seremos recordados por haber hecho lo correcto o por haber dado la espalda a una crisis global?

Nelson Mandela.

En mi memoria, luego de sesenta y dos años de existencia, hubiese sido feliz de que el nombre Donald, como emblema de la cultura norteamericana, estuviera solo relacionado con el famoso pato alcahuete, tío de los traviesos, Hugo, Paco y Luis. Sin embargo, y a mi pesar, en la actualidad ese nombre representa una amenaza verídica y completamente creíble para la humanidad. Y es que, si no fuera real, el asunto parecería un chiste de muy mal gusto, sin embargo, desde hace dieciocho días, amanece la humanidad con un sobresalto emocional muy negativo y de cualquier índole, producido por un energúmeno patológico, con características propias muy definidas, que lo ubican en todo momento, en cualquier lugar del espectro de las enfermedades mentales.

El uso de mi parte de la expresión que titula esta reflexión, es completamente adecuado para describir las actuaciones de este esperpento, es una frase muy gráfica y contundente que describe a alguien que actúa de manera torpe, desproporcionada o destructiva en una situación delicada, sin considerar las consecuencias de sus acciones, que además es incapaz de medir el daño que causa, con la generación de caos o perjuicio innecesario debido a su falta de tacto, sensibilidad o estrategia. Sin embargo, sería ingenuo, no pensar que lo que puede parecer un comportamiento errático desde fuera, considero, forma parte de estrategias negociadoras o tácticas de presión del imbécil, que piensa, está realizando como de costumbre, prácticas inmorales en su mente empresarial, y cuyo referente moral fue un padre proxeneta, que amasó una fortuna comerciando con los anti valores generados de la prostitución y el vicio, no gobernando la nación, hasta ahora, más poderosa del mundo.

Esta manifestación irracional se hace evidente, cuando al mejor estilo de Don Vito Corleone de la Saga de "El Padrino", oferta a sus compinches de tropelías occidentales, léase la Unión Europea, a sus relacionados por interés en el medio oriente, a los sumisos de siempre luego de que como nación les descargara las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, a sus enemigos históricos la frase "Te voy a hacer una oferta que no podrás rechazar", donde la coerción está presente, pero se enmascara bajo una apariencia de cortesía, con la aplicación de sanciones o amenazas directas de guerra, que ya muestran resistencias indiscutibles y dignas de líderes junto a sus pueblos, como la presidenta Claudia Sheinbaum en México.

No comprende su papel como líder de una gran nación y un noble, pero inculto pueblo, cegado por la falsa idea que le vendieron de que construirán una "Great America Again", para seguir dominando al mundo, no entiende el líder de esta nueva "Cosa Nostra", que los dirigentes mundiales tienen una responsabilidad enorme, no solo ante sus ciudadanos, sino ante la humanidad en su conjunto. Donde las normas éticas deben ser el faro que guíe sus decisiones, ya que su incumplimiento no solo afecta a sus países, sino que puede tener repercusiones globales, que impide construir un mundo más justo, pacífico y sostenible.

También se hace necesario, en una acción piadosa, tratar de comprender a este psicópata narcisista, donde se concentra como la fragancia de sus caros perfumes, un aire de superioridad irracional, la admiración excesiva de los demás, además del merecimiento exacerbado de privilegios, su superioridad, incluso sin haber logrado nada, cada día será más evidente para él su fracaso, porque el mundo cambio y se lo está arrojando a su anaranjado rostro.

En la literatura existe un referente. Es un cuento del danés Hans Christian Andersen, publicado en 1837. Se llama "El traje nuevo del emperador", también conocido como El rey desnudo.

La historia es una fábula o apólogo con un mensaje de advertencia, "No tiene por qué ser verdad lo que todo el mundo piensa que es verdad", y esta, es la verdadera realidad de nuestro poco feliz jumento dentro de la cristalería.

Conocer que, en sus manos, bajo su mandato, bajo su responsabilidad, tendrá el agreste sabor en sus pupilas gustativas, de que sucumbió el imperio más poderoso del mundo, no debe ser nada fácil, sin embargo, la moraleja de "El traje nuevo del emperador", es que lo mejor es confiar en uno mismo y ser honesto; hablar en defensa de la verdad y de lo que es correcto, lo que para su enferma persona es en sí, una posibilidad negada. Ya que, sin honestidad, la gente suele acabar haciendo el ridículo o destrozándolo todo desde su interior, con una revolución en su agotada sociedad, o con una bomba nuclear a nuestro mundo de cristal.

Ojalá nos vaya bien.

Recuerden que ser felices, es gratis.

Paz y bien.

Desde "La Gruta", en el santoral de San Partenio, quien desde la edad de dieciocho años era capaz de sanar a muchos enfermos y echaba demonios en el nombre de Cristo, del dos mil veinticinco.



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José Gregorio Palencia Colmenares

Escritor, poeta, conferencista y articulista de medios

 vpfegaven@gmail.com

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