“…nuestro país
es la simple superposición cronológica de procesos tribales que no
llegaron a obtener la densidad social requerida para el ascenso a nación.
Pequeñas Venezuelas que explicarían nuestra tremenda crisis de pueblo.
Sobre esta crisis se justifican todas las demás, y se explica la mentalidad
anárquica que a través de todos los gobiernos ha dado una característica
de prueba y de novedad al progreso de la nación. Por ello a diario
nos dolemos de ver cómo el país no ha podido realizar nada continuo.
En los distintos órdenes del progreso no hemos sino sustituir un fracaso
por otro fracaso, para lograr, como balance, la certidumbre dolorosa
de que nuestra educación, nuestra agricultura, nuestra vitalidad, nuestra
riqueza misma, viven una permanente crisis de inseguridad y de desorientación”.
Mario Briceño Iragorry,
en “Mensaje sin destino y Otros Ensayos.
El pasado lunes numerosos voceros del Gobierno Nacional, anunciaron con bombos y platillos, la denominada Agenda Bicentenaria, es decir, el conjunto de actividades destinadas a celebrar los 200 años de nuestra independencia. La fiesta comienza este martes y para entregar las entradas al sarao, encomendaron al Vicepresidente Elías Jaua. Él nos ha invitado a la jornada de instalación de las Sociedades Bolivarianas Bicentenarias en escuelas y liceos. Prometió que “…en las actividades previstas para la llegada del 19 de abril habrá un esfuerzo del gobierno nacional, alcaldías, gobernaciones y concejos comunales para abocarse a la atención social de nuestras comunidades, rehabilitación de los espacios, de nuestro hábitat, para recibir el Bicentenario con la patria florecida, sobre todo con el alma y el espíritu de la patria en alto”1.
En este mismo orden de ideas, el Vicepresidente de la República anuncio que “La agenda continuará el 10 y 11 de abril, cuando se realizará en el país el Consejo de Mujeres de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA). Las celebraciones del Bicentenario se juntarán con las actividades recordatorias del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, el 11 de abril de 2002 y, el contragolpe del 12 y 13 del mismo mes, que permitió al pueblo y los militares unidos, rescatar la democracia”. Por su parte Jackeline Faría, jefa de gobierno del Distrito Capital quien estuvo presente en el encuentro con los medios, anunció que “…a partir del 12 de abril, se desplegarán los comandos de guerrilla comunicacional para el debate de las ideas., aclaró que los comandos son una respuesta al golpe mediático de 2002. Unos cien jóvenes representativos de cuatro liceos de Caracas, será juramentados para difundir información que responda a los intereses del pueblo y se conviertan en bastiones de la comunicación alternativa”. Francisco Sesto, Ministro de Cultura, anunció la inauguración de “un monumento de acero trabajado en negro y rojo, que se termina de construir en las inmediaciones de la Plaza El Venezolano, en la parroquia Catedral. Esta obra que fue encomendada por el presidente Chávez, tendrá 48 metros de largo y 2,40 metros de diámetro en la base que se va afinando a medida que se eleva. El ministro describió la obra como una expresión propia del lenguaje contemporáneo en la más pura tradición del estilo del arquitecto Carlos Raúl Villanueva.”
Nuevamente, Jackeline Farías, jefa de gobierno del Distrito Capital informó que “…desde hace semanas se está desarrollando planes de recuperación de los espacios públicos para vestir de fiesta la ciudad en el marco de la Independencia. La jefa de gobierno aseguró que en esta gran jornada de mantenimiento de los espacios públicos, cuentan con el apoyo de cada uno de los 25 ministerios que ya se están desplegados en las parroquias caraqueñas. Asimismo, en los corredores viales más importantes de Caracas como las avenidas Boyacá, Sucre, Libertador, Urdaneta, Baralt y San Martín se está realizando arreglos y bacheos. Los planes de mantenimiento y rehabilitación de espacios públicos continuarán en el ciclo Bicentenario de la Independencia hasta el próximo 5 de julio…”
Leída la agenda, comienza el jolgorio y uno se pregunta: ¿y en que país viven ustedes, Presidente, Vicepresidente, señores Ministros, Gobernadores, Jefes de Gobierno y Alcaldes? Sí, pregunto porque a doscientos años de aquellos hechos que hoy nos invitan a conmemorar, somos más dependientes que nunca. Estos señores definitivamente no viven en Venezuela. Por lo menos no en la que yo vivo donde después de una sequía terrible, al caer unas pocas gotas de lluvia, se desborda el agua por todas las calles, avenidas y autopistas, justo porque los drenajes, alcantarillas y quebradas que tenían que limpiar las autoridades, nunca se fijaron - ¿sería por culpa de la calima o del Imperialismo? – que estaban abarrotados de basura no recogida a tiempo. Ustedes no viven en esta Venezuela donde en los colegios, el hampa somete a sus vigilantes desarmados y mal pagados, para llevarse computadoras, resmas de papel y todo aquello que tenga valor, en detrimento de los estudiantes, solo porque el gobierno es incapaz de interrumpir las prácticas de tiro que nuestros soldados hacen – bueno que creo que hacen, eso tampoco es seguro – en sus cuarteles, para ponerlos a cuidar nuestras instituciones educativas, mientras creamos una policía escolar que pueda luego ocuparse de ello de manera permanente. A la par de las Sociedades Bolivarianas, en los colegios y liceos, lo urgente ahora, es que seamos capaces de echar de nuevo a andar el Programa de Alimentación Escolar (PAE), que en muchos de esos planteles tiene meses suspendido, por corrupción, por ineficiencia, por dejadez.
Ojala ese fulano Consejo de Mujeres de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), idee algún mecanismo que indemnice a las miles de madres y esposas que han perdido en los últimos años a sus hijos y esposos a manos de la delincuencia, que permita evitar el embarazo precoz, el trabajo infantil, la desnutrición, el maltrato a las mujeres en todas sus formas, la mortalidad infantil y materna, estimulando la lactancia materna, el respeto, pero sobre todo la dignidad de las mujeres venezolanas y de manera muy especial de aquellas pertenecientes a nuestras etnias indígenas algunas de las cuales deambulan por nuestras calles como zombies, mendingando con sus carajitos terciados al costado, sin que ninguno de ustedes haga nada al respecto. Ah y menos mal que escogieron grandes salas de teatro y otros espacios para celebrar las actividades recordatorias del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, el 11 de abril de 2002 y, el contragolpe del 12 y 13 del mismo mes, que permitió al pueblo y los militares unidos, rescatar la democracia, porque si decidieran hacerlo en el Puente de Coche, allí en la entrada de la denominada Alcabala 3 de Fuerte Tiuna, a donde cientos de miles de caraqueños nos fuimos por aquellos días a exigir, sin más armas que nuestra Constitución y la determinación de derrotar al fascismo, que Chávez regresara y que se restituyera el orden constitucional , van a encontrase allí, justo allí en ese puente que Chávez rebautizó en uno de sus tantos actos como “El Puente de la Dignidad”, todas las alcantarillas destrozadas y un descomunal bote de aguas servidas – cloacas pues – que tiene ya varios años y que baja desbordado por la Carretera Panamericana hacía la Avenida Intercomunal de Coche, sin que hasta ahora ninguno de los funcionarios de la Alcaldía de Caracas, ni de la Jefatura de Gobierno del Distrito Capital, ni de los 25 Ministerios con que cuenta este gobierno lo haya visto, para mandarlo a reparar.
¿Guerrilla comunicacional? Jejejeje!. Solamente les pregunto: ¿a cuantas emisoras, revistas, periódicos y páginas Web comunitarias y afectas a este proceso, le dan y le pagan publicidad los cientos de organismos de la burocracia bolivariana, como si lo hacen con El Nacional, El Universal, Venevisión, Televen, Unión Radio y otros grandes medios de comunicación que persisten en la conjura para derrocar a Chávez? A pocas o a ningunas. Porque a ustedes lo que los anima es el negocio, la pantalla, la hipocresía.
Inauguren si la Plaza
El Venezolano y traten si pueden de darse una vueltita por el Casco
Histórico de Cartagena, o de Lima o de Ciudad de México. Ilústrense.
Aprendan a cuidar nuestro patrimonio, pero sobre todo hagan algo por
favor, para que el centro de nuestra ciudad, no nos de la impresión,
que allí hasta la casa natal de nuestro Libertador, es una de esas
muchas cosa que nuestro gobierno hace mientras tanto. Temporalmente.
Y procúrenle algo de tiempo, de recursos y de diligencia a la cura
de esa suerte de venas varicosas en las que convirtieron las Avenidas
Nueva Granada, El Cementerio y Fuerzas Armadas, con ese mamotreto llamado
Bus Caracas, que como un borracho con el que nadie quiere lidiar, va
a estar allí dormido, huérfano, en plena fiesta bicentenaria.
