Unidad, Unidad…! Única garantía para la consolidación y fortalecimiento de la revolución

Medios nacionales e internacionales son la punta de lanza de la conspiración

A pocas horas de iniciarse el histórico evento del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), donde se elegirán mediante el voto directo y secreto de toda su militancia, a los candidatos del partido que irán por las gobernaciones y alcaldías en las elecciones nacionales que se celebrarán en noviembre venidero, sólo nos debe guiar a quienes somos parte de ese gran proyecto revolucionario y socialista liderado por el Comandante Hugo Chávez, una férrea vocación unitaria que garantice, una vez más, la solidez de su gobierno y le otorgue atención prioritaria a la decisión de un pueblo que le ha dicho basta al imperio y a sus lacayos criollos en sus intentos persistentes de retomar de nuevo los privilegios que mantuvieron en el país por décadas, sin importarles para nada si en ese objetivo se vean compelidos a abrirles las puertas de la patria a las tropas norteamericanas e, inclusive, las del propio palacio de Miraflores para que se instale allí como su “Protector”, el Jefe del Comando Sur, tal y como lo ha pedido reiteradamente Angela Sago, exguerrillera convertida en una piltrafa de ser humano al servicio absoluto de la canalla.

Están convencidos de que la Venezuela revoltosa y empeñada en andar con sus propios píes, a la libre y sin rendirle cuentas a quienes han sido sus eternos amos, hay que pararla ya y de un solo cuajo. Igualmente manejan la tesis que ello sólo sería posible en tanto la estrategia a seguir no solamente se diseñe con la asesoría de los organismos de inteligencia norteamericanos, sino que en la ejecución de las acciones que deberán implementarse para lograr los objetivos, participen de modo directo sus fuerzas militares especializadas, al modo y manera como se llevó a cabo la operación “Causa Justa” en 1.989 para sacar a Noriega de Panamá.

Para nadie es un secreto que sus estructuras conspirativas en los más altos niveles manejan como únicas y posibles soluciones para salir de Chávez y exterminar el chavismo, repetir no solamente esa experiencia del Istmo, sino algunas otras, relativamente recientes que, aun cuando pudieran ser igualmente muy traumáticas, porque causarían, sin duda, cientos de miles de muertos, están convencidos de que terminarían así y de una sola vez con la “tragedia que agobia al pueblo venezolano”. Total, lo dicen tajantemente, qué importa si esos lamentables saldos significan el sacrificio que hay que pagar por “preservar y garantizar la seguridad y la libertad, amenazada hoy por el terror y la maldad del comunismo”.

Veamos lo que se planifica para nuestro país con el apoyo del norte: 1) Como sucedió con el secuestro de Bertran Aristide en Haití, hacer lo propio con Chávez, pero con la diferencia de que en la huída se provocaría, mar adentro, la caída del avión; 2) Repetir el caso de Milosevic y llevar preso al presidente Chávez al Tribunal Internacional, acusado de terrorista y financista de las Farc, con el apoyo decidido de la Comunidad Europea y otro grupo de países que siempre están dispuestos a congraciarse con sus amos imperiales a cambio de migajas y, 3) Organizar con el apoyo de fuerzas super especiales de Israel, así como de Inglaterra y de los propios Estados Unidos, el magnicidio, aprovechando el mayor clima de libertad de reunión y de movilización que se vive en el país, así como la tolerancia excesiva de que hace gala nuestro “oprobioso” régimen, como no ocurre en otra nación del mundo.

No estamos padeciendo de alucinaciones, ni hemos tenido anoche una pesadilla. Nada de eso. Estas son las opciones que ha decidido colocar el imperio yanqui en la mesa para seleccionar aquella que ofrezca las mayores posibilidades de éxito en el más corto plazo. Invito a los lectores a que examinen con rigor el material que publican y divulgan los llamados grandes medios todos los días, para que adviertan que los tiros van es esa dirección, y no en otra.

Esto escriben y dicen una y otra vez: Chávez ahora si es un auténtico sátrapa, controla ya todos los poderes; Chávez ya no puede ocultar sus proyectos de persecución y muerte contra sus adversarios con las leyes que sobre seguridad y de policía aprobaron recientemente sus monigotes de la Asamblea Nacional; Chávez es un terrorista confeso que no solamente le entrega armas a las Farc-Ep, colombianas, sino que le dona 300 millones de dólares, cifra que llama a curiosidad, pues esa misma cantidad es la que le adjudican a Bin Laden, como la causa mayor de sus posibilidades para enfrentarse al imperio más poderoso de la tierra; Chávez ha potenciado a términos ya insostenibles el tráfico de cocaína por Venezuela hacia los mercados norteamericanos y europeos, como nunca se atrevió hacerlo Noriega en Panamá; Chávez está soliviantando movimientos izquierdistas que se mantenían inactivos en Perú para reventar a Alan García y lo propio está haciendo en Centro América, buscando transformar la zona en baluarte del comunismo, en alianza estrecha con la Cuba de Fidel Castro; Chávez ha estado intentando hacer lo propio en Europa, al punto de que quien ha sido elegido nuevo alcalde de Londres, decidió suspender el convenio que esa entidad municipal había suscrito con Venezuela, a través del cual se intercambiaba combustible a precios preferenciales para el transporte londinense de manera de reducir los costos del pasaje en beneficio de los sectores más necesitados de la ciudad, por asesoría en materia de servicios públicos para Caracas, pues se están creando movimientos de ultra izquierda que pudieran alterar la paz en el Reino Unido; Chávez es el mayor responsable del alza excesiva en los precios del petróleo, lo cual ha venido causando desajustes muy graves a la economía mundial y paremos de contar, porque es interminable el tipo de afirmaciones y falsedades que transmiten los medios en su papel de vanguardia de la conspiración contra Venezuela, para convencer al mundo entero de que nuestro gobierno es algo insólito y que no es posible seguir tolerándolo un minuto más.

El peligro de los medios en función desestabilizadora es una realidad sumamente peligrosa que no debemos desdeñar. Hay que trabajar muy duro y sin descanso para contrarrestar el objetivo que persiguen, que no es otro que destruir a Chávez y con él las esperanzas reales de cambios que tiene el pueblo de construir una país donde haya equidad, igualdad de oportunidades en el marco de una democracia auténtica y cada día con mayores posibilidades de transformarla en vehículo seguro hacia el socialismo.

oliverr@cantv.net


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Iván Oliver Rugeles


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