Tenía que ser en mayo cuando naciera Aporrea, cuando todo florece, como en aquel mayo francés, que recién cumplió treinta años, cuando la juventud francesa y con ella buena parte del mundo occidental, casi tomaba el cielo por asalto, cuando la imaginación casi llegó al poder, en fin, cuando se buscaba ser realistas y se pedía lo imposible…
Efectivamente, Aporrea nació hace tres largos años, que se pronuncian rapidito, pero cuántas cosas han pasado y esta página ha estado allí, acompañándonos, solidarios con este proceso por el que esperamos mucho tiempo y en el que se nos va la vida a más de uno.
Estos 1095 días han sido sobre todo de un largo aprendizaje tanto para sus lectores (porque Aporrea es por sobre todo, un medio de comunicación) como para sus colaboradores. Esta página es una cátedra permanente de periodismo alternativo, no tradicional, pero sobre todo es una cátedra de comunicación, entendida esta como el acto de compartir, de dialogar. Aquí se da la retroalimentación. Aquí publica todo el mundo, solo se les pide respeto al lector y veracidad en lo que dice. Por supuesto, se han cometido errores. Se han publicado algunas cosas indebidas, pero supongo que eso es parte del riesgo y del aprendizaje. Y a veces es preferible el riesgo que la censura.
Durante estos tres años, han sido muchos sus aciertos. Son innumerables los casos donde han dado tubazos a medio mundo, dejando a más de uno boquiabierto. Son memorables la publicación de la conversación de Mingo con su mamá, despotricando contra todo el mundo y que le valió su expulsión de Globoterror, noticias que le han dado la vuelta al mundo político venezolano e internacional por su impacto y trascendencia. También vale la pena recordar diversos audios como la conversación de los hermanos Ochoa Antich, de Carlos Ortega desde Miami. Como memorable también fue descubrir y denunciar como CNN manipulaba las imágenes venezolanas y obligarlos casi a pedir disculpas.
Loables también han sido los reportes de calle que mandaban las personas, denunciando sucesos que no salían publicados en ningún medio. Reportes sobre la “ guarimba” con fotos incluidas, actos de solidaridad con la revolución bolivariana en todas partes del mundo, han llenado múltiples veces las páginas de Aporrea para tranquilidad y sosiego de los bolivarianos dentro y fuera del país, ayudando a romper el cerco mediático que tanto daño ha hecho, porque vulnera la realidad, la encubre y viola uno de los más elementales derechos del hombre: EL DERECHO A ESTAR INFORMADO.
Aporrea llega en este aniversario con un acumulado de más de 25 millones de visitas, que se incrementa diariamente y que de acuerdo a la coyuntura, tiene diversos picos. Algunos señalan que la cifra real puede ser el triple.
La base de datos periodística, su ciberoteca, es una de las más valiosas que tiene el país y este proceso. No será posible contar la historia de Venezuela y esta Revolución, sin visitar las páginas de Aporrea. La misma está conformada por más de 60 mil notas de prensa, más de 14 mil artículos de opinión y trabajos especiales. Eso lo saben desde ya, cirios y troyanos, así no lo admitan, pero se sabe, por las referencias y antecedentes que usan en sus publicaciones cotidianas.
Aporrea somos todos, escribió alguien a modo de felicitación y eso es bien cierto. En la página trabajan una veintena de publicadores, pero la verdad es que la página la construyen diariamente un número invalorable de colaboradores espontáneos, de los más diversos oficios y profesiones, de los más disímiles rincones de este planeta.
Mi relación con esta página surgió casi desde que comenzó. De inmediato me convertí en una de sus lectoras asiduas, luego comencé a escribir algunos artículos y notas. Ahora trabajo como publicadora y puedo afirmar que el proceso es muy enriquecedor, tanto al interior como al exterior de la página. Soy periodista egresada de LUZ, no obstante lo cual, las discusiones que permanentemente se dan, son lecciones invalorables de cómo hacer periodismo sin peder el compromiso. De cómo, la verdadera división en este oficio es: periodismo bueno y periodismo malo, más allá de otro adjetivo. Por eso insisto: Aporrea es una cátedra permanente de periodismo y de comunicación.
Agradezco la oportunidad de permanecer a este equipo y poder contribuir con este proceso a través de este espacio.
Sirva entonces esta nota para desearles un Feliz Cumpleaño y agradecerles su presencia y decir, como alguna vez alguien dijo (y perdón por el lugar común) “Si Aporrea no existiera, habría que inventarla” Salud y larga vida a todos su miembros.
mgonzalo@cantv.net