Acuerdos entre Marco Rubio y el enviado de EEUU a Venezuela arruina acuerdo para intercambiar venezolanos detenidos en El Salvador

Credito: Fred Ramos for The New York Times

8 de julio de 2025.-El principal diplomático de la administración Trump, el secretario de Estado Marco Rubio, supervisaba un acuerdo para liberar a varios estadounidenses y a decenas de presos políticos detenidos en Venezuela a cambio de repatriar a unos 250 migrantes venezolanos que Estados Unidos había deportado a El Salvador, informó Los Tiempos de Nueva York.com.
 
Pero el acuerdo nunca se concretó.
 
En parte, la razón fue que el enviado del presidente Trump a Venezuela estaba trabajando en su propio acuerdo, uno con términos que Venezuela consideraba más atractivos. A cambio de los prisioneros estadounidenses, ofrecía permitir que Chevron continuara sus operaciones petroleras en Venezuela, una fuente vital de ingresos para su gobierno autoritario.
 
Las conversaciones, que incluyeron la liberación de unos 80 presos políticos venezolanos, y los dos acuerdos diferentes fueron descritos por dos funcionarios estadounidenses y otras dos personas familiarizadas con las conversaciones que solicitaron el anonimato debido a la naturaleza delicada del asunto.
 
El Departamento de Estado nunca selló el acuerdo. Los altos funcionarios estadounidenses no parecieron comunicarse entre sí y terminaron con objetivos contradictorios. Las aproximadamente 250 personas expulsadas de Estados Unidos siguen recluidas en una prisión de máxima seguridad en El Salvador. Y quedó claro que, si bien la Casa Blanca de Trump afirmó en una ocasión que no tenía control sobre los detenidos en El Salvador, estaba dispuesta a utilizarlos como moneda de cambio.
 
Ambas vías estadounidenses —una gestionada por el Sr. Rubio y la otra liderada por el enviado, Richard Grenell— implicaron conversaciones con el mismo representante venezolano, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, según informaron un funcionario estadounidense y las otras dos personas.
 
Los esfuerzos diplomáticos contradictorios señalaron una división de meses sobre cómo abordar el tema de Venezuela y se asemejaron al caos que impregnó el primer mandato del Sr. Trump, cuando funcionarios rivales competían por influenciar al presidente. Sin embargo, la falta de coordinación dejó a los funcionarios venezolanos con dudas sobre quién hablaba en nombre de Trump y, en última instancia, dejó encarcelados a detenidos estadounidenses y venezolanos.
 
La oferta de intercambiar migrantes venezolanos en El Salvador por prisioneros sigue sobre la mesa, afirmó uno de los funcionarios estadounidenses. La Casa Blanca no está dispuesta, por ahora, a extender la licencia de Chevron en Venezuela.
 
El Sr. Grenell declinó una solicitud de entrevista, pero afirmó en un correo electrónico que la versión del Times sobre los acuerdos por separado era falsa.
Una persona cercana al Sr. Grenell, familiarizada con las conversaciones con Venezuela, afirmó que este no creía que se concretara un intercambio de migrantes venezolanos, ya que creía que Trump nunca habría autorizado la liberación de pandilleros acusados. Esta persona habló bajo condición de anonimato para proteger la sensibilidad de las negociaciones en curso.
 
Los asesores del Sr. Trump afirmaron que no había tensión entre los diplomáticos.
 
"No hay división ni división", declaró Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. "El presidente tiene un solo equipo, y todos saben que él es quien toma las decisiones en última instancia".


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