12 de enero de 2024.- El principal acto se llevó a cabo en La Paz con la asistencia del presidente Luis Arce. Rodeado de cocaleros, el mandatario se llevó algunas hojas a la boca y relanzó la campaña internacional para que la planta no sea vista apenas como una sustancia ilegal.
"Es una prioridad nacional. Hemos iniciado una campaña para desclasificar a la hoja de coca como estupefaciente", dijo Arce.
Estos festejos públicos, se reanudaron después de 2019 cuando el país entró en conflictos políticos y sociales. Jeanine Añez como presidente descartó la conmemoración y Luis Arce, posesionado en 2020, organizó actos en salones privados hasta este año.
En el Día del Acullico, Arce prometió potenciar los usos medicinales de la planta en la medicina y en la fabricación de licores, chicles, jabones, alfajores y otros productos.
El masticado de coca se denomina "acullico" por el vocablo quechua. Se cree que los jugos de la hoja mitigan el hambre y eliminan el cansancio.
"En todos los rincones de Bolivia, hasta la gente (de clase) media consumen a diario", expresó Mery Villalba, una de las dirigentes de los cocaleros, a la AFP.
Desde 1961 la hoja de coca, por ser materia prima para la elaboración de cocaína, está catalogada como sustancia controlada.
En 2013 Bolivia, de mayoría indígena, se adhirió a los convenios internacionales contra las drogas bajo la condición de permitir el mascado de la coca con fines ancestrales y medicinales en su territorio.
La ley de la Coca permite el cultivo de 20.000 hectáreas para el consumo interno con fines legales.
Bolivia, después de Perú y Perú, es considerado el tercer productor mundial de cocaína, según la ONU.
El líder indígena y expresidente, Evo Morales, también conmemoró la fecha con sus bases en el Trópico de Cochabamba. Morales, distanciado de Arce, asegura que el gobierno protege al narcotráfico.