El Niño es feliz cuando vive bien, cuando lo hacen feliz. Así como el hombre necesita elementos morales y materiales para vivir bien y ser feliz, al niño le corresponde los cuidados necesarios para vivir bien su vida. ¡En Colombia la Vida es Sinónimo de Violencia! Para un indefenso niño en Colombia la felicidad no existe y su vida corre peligro, más si sus padres son campesinos, indígenas que no quieren dejar sus tierras o los hijos de los sindicalistas, dirigente de Unión Patriótica o de los Guerrilleros. La barbarie no tiene parangón en la historia Colombiana, la crueldad es el pan de nuestros días para la sociedad indefensa colombiana.
Hasta cuando? No hay hombres en Colombia. Los dirigentes políticos “narco –democracia” y los representantes de las instituciones no tienen el valor suficiente par afrontar la barbarie que se vive en la sociedad colombiana. Una simple ojeada a su alrededor bastaría para observar ese mismo dolor reproducido e intensificado en todas sus expresiones por doquier; dolor que en su ciego egoísmo supone exclusivamente que no es suyo, es dolor ajeno, el de un pueblo que se desangra en los más débiles, los niños. Como el hijo de Julián Vélez un dirigente de la Unión Patriótica en el departamento del Meta, castrado por los paramilitares Uribistas militantes de la antropofagia, deja morir desangrado sólo por ser el hijo de un dirigente de izquierda Si el pensamiento del pueblo así subyugado y esterilizado por el desconocimiento real de la situación que alimenta el presidente y sus aliados (VIDIO) “bandas de políticos partidos mafiosos de Uribe” secuaces narco-para-fascistas sin que toque su fin. El pueblo se pondrá en acción por el poderoso dictamen de la voluntad, verán hombres surgir de las entrañas de la selva colombiana, surgirán los resplandores que habrán de iluminar la nueva senda bolivariana.