Trotsky: Un cadáver exquisito *

“El corazón tiene sus razones, que la razón desconoce”

Pascal Blaise…

Para los que ignoran lo que es un cadáver exquisito. La Escritora Argentina Mora Torres en su obra, (Trotsky, un cadáver exquisito*), nos hace saber que es una construcción, un entretenimiento para poetas (los que los son), en el que cada uno de los participantes aportan un verso o una línea, y línea a línea desde diferentes voces se construye un poema, según ella lo inventaron los “surrealistas anarquistas”. Fin de la cita.

Mis reflexiones. El método totalitario fascista es precisamente ese, a los que militan en una misma tolda política, y hacen criticas se les siembran delitos que nunca han cometidos, los censuran, los vetan, los persiguen, los cercan, para intentar destruirlos moralmente (querer, no es poder) y en los que se le presente la primera oportunidad liquidarlos físicamente. El mejor ejemplo para los “criticones” revolucionarios venezolanos fue León Trotsky, a quien en México recientemente se le rindió un homenaje, luego de su reinvidicación como un verdadero socialista, inocente de todo hecho delictivo de carácter político que se le imputó, nada más y nada menos que por el filosofo americano John Dewey.

Esto no es política barata “es la historia relatada con un halo de criticismo”. En todas las épocas y gobiernos que se han dado en Venezuela ha habido manipulaciones, y las seguirá habiendo, por lo que nunca sabremos donde se esconde el verdadero enemigo.

Como político siempre he sido amante de la paz y el humanismo cristiano, sin lugar a dudas Trotsky, fue victima de un drama de la vida real. Fue opositor y litigante durante la hegemonía totalitaria stalinista, que como engendro del sistema leninista, fue victima de la terrible tergiversación de la gran obra político/económica “El Capital”, manipulando a las masas para el control absoluto del poder. Esto sin ser filosofo es lo único que políticamente entiendo, para poder opinar, se que en la política venezolana no se quieren a los “pseudos manipuladores ideológicos”.

Recordando un poco atrás en mis años de estudiante el “cuasi pseudónimo” de Natalia Ivanova Sedov, ucraniana ella, donde en su obra “Mi Vida” plasma la verdadera historia de su marido León Trotsky, donde relata los momentos más dramáticos y prolijos de su vida al lado de quien fuera su esposo, ella Natalia, fue socialdemócrata como su marido, quien se ganó el odio de Stalin precisamente, por denunciar la distancia abismal entre el totalitarismo de Stalin y una verdadera revolución socialista.

Fue tan impresionante como un tirano del pueblo ruso –Nicolás Romanov- el ultimo Zar de Rusia, no desató la represión a un acérrimo opositor a su gobierno imperial como lo fue Dostoievski, al contrario siguió sus doctrinas. Lo contrario de lo que hizo José Stalin con León Trotsky, que siendo miembros del mismo partido comunista soviético, pero con diferencias ideológicas con respecto al socialismo y la democracia. Natalia la esposa de Trotsky fue una insigne luchadora social, al igual que su marido sufrieron la represión del totalitarismo, disfrazado de socialismo, de la forma más terrible y condenable hacia un ser humano habida y por haber, no tanto en la persecución física, sino en el ataque a la inteligencia, que trataron de opacar através de la difamación y la injuria.

A veces pienso que en el proceso de cambios de la revolución bolivariana se quieren elaborar “cadáveres exquisitos” entre los que critican los errores que desde las gestiones de gobierno cometen algunos funcionarios con el supremo fin de que se corrijan , y la repuesta que reciben la militancia que haga eso es: persecuciones, vetos, censuras etc.

La obra de Mora Torres *, es una obra extraña y de profundidades muy recónditas, no me cabe la menor duda amigos lectores. Que nos hace a todos los socialistas venezolanos hacer una profunda reflexión sobre la vida política de Trotsky.

Ramón Mercader. El hombre que mató a León Trotsky por encargo del servicio secreto soviético, pasó 20 años en una prisión mexicana sin hablar, fue el destino del agente de Stalin que lo asesinó. Pasó los últimos años de su vida en la Habana Cuba, donde solía pasear a diario con sus perros por la Quinta Avenida de la Exclusiva Urbanización Miramar. El gusto de ambos por los perros (Stalin y Mercader) era simétrico. Todo eso fue el gran telón de fondo del fracaso de la revolución socialista soviética y mundial en el siglo XX.

Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

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