La geopolítica mundial, al parecer se asemeja más al tablero de ajedrez, que a una regla de los signos para las operaciones matemática. Las cosas no se ven tan claras como aparentan A pesar de que todavía muchos ven el mundo en blanco y negro, en buenos y malos, desde hace tiempo se sabe que existen muchos otros colores y matices de la realidad. Ya en este mundo multipolar, aunque algunos no lo deseen, y aunque cuando se derrumbó la Unión Soviética y el muro de Berlín, las voces agoreras y los profetas del buen desastre celebraron el fin de la Historia. (Fukuyama), creyeron que el mundo sería unipolar "per sécula seculorum", además con hegemonía eterna de EEUU.
Y si, decretaron el fin de la historia y la eternización del capitalismo como el llegadero final de civilización. Pero los “hechos objetivos” nos indican que el fin de la hegemonía de Estados Unidos ha sido un proceso gradual y continuo, influenciado por diversos factores económicos, políticos y sociales a lo largo de las últimas décadas. Uno de los momentos clave fue la caída del Muro de Berlín en 1989 y el colapso de la Unión Soviética en 1991, lo que llevó al fin de la Guerra Fría y a una reconfiguración de la geopolítica mundial. A partir de entonces, surgieron nuevas potencias como China, India y Rusia, que comenzaron a desafiar la hegemonía estadounidense. Ya en el tablero de ajedrez aparecen otros reinados, y se parece más a una “cuadrachez” algo que por cierto se invento hace unos años: un tablero con cuatro extremos para cuatro jugadores…no me creen… investiguen, hasta yo lo jugué.
Otro factor importante más reciente ha sido la crisis financiera de 2008, que debilitó la economía de Estados Unidos y afectó su capacidad para mantener su liderazgo global. Además, la creciente desconfianza hacia las políticas estadounidenses y la aparición de bloques regionales y alianzas internacionales han contribuido a la creación de un mundo más multipolar.
Entonces para volver al tema inicial, de los que se reparten el mundo, además de China, Rusia e India, la Unión Europea, Brasil y otros países de A.L y África constituyen polos de contrapeso del mundo multipolar actual. Son varios países y bloques de poder emergentes que han ganado influencia y protagonismo en el escenario global.
En consecuencia, para comprender la política actual de los EEUU con el presidente Trump hay que remontarse a la frase "Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses” que se le atribuye a John Foster Dulles, quien fue secretario de Estado de los Estados Unidos bajo la presidencia de Dwight D. Eisenhower en la década de 1950. Esta afirmación refleja una visión pragmática de la política exterior, donde las relaciones internacionales se basan en intereses estratégicos más que en amistades permanentes. Se une, además en la persona de Trump, su condición de empresario, conservador y supuestamente religioso cristiano.
En conclusión, tanto el cuadro geopolítico mundial multipolar actual como el perfil de empresario-político en los negocios inmobiliarios y su pragmatismo para relacionarse con las otras potencias o poderes emergentes, así como con lo que él considera “su patio trasero” o países del “tercer mundo”, de la periferia o “en vías de desarrollo”, sería lo que define quienes son sus aliados, en estos momentos, qué intereses defiende, comenzando por los suyos propios y la de sus socios empresarios-políticos actuales y no ya la lógica de la regla matemática. Algo así como que somos los peones, alfiles, caballos y torres sacrificables o intercambiables si esa jugada los beneficia y acá no aplica esa regla matemática: de más por más da más o menos por más da menos. ¿Será entonces que Rusia, China, Irán, Turquía, India y otros son amigos de Maduro y de Venezuela o también se orientan por la lógica de los intereses y aplican la máxima de que los países no tienen amigos, repito: sino intereses?, y que, si Maduro y sus asesores la siguen aplicando, la historia les pasará factura o mejor dicho será reprobado en esa materia llamada “poder”. La historia continúa y veremos los acuerdos y negocios a los que llegan en este juego que ya comenzó con Ucrania, Panamá, Palestina e Israel… un poco antes con Siria, y con Venezuela apenas estamos en la apertura de “Gambito del Rey”…(*)
(*) Según la I.A La geopolítica de Trump se podría comparar con la apertura de ajedrez conocida como el "Gambito de Rey". En esta apertura, el jugador sacrifica un peón para obtener una posición más agresiva y dominante en el tablero. De manera similar, Trump ha adoptado una estrategia geopolítica agresiva, buscando alianzas y tomando decisiones que pueden parecer arriesgadas a corto plazo, pero que están diseñadas para fortalecer la posición de Estados Unidos en el escenario mundial