En apariencias el madurismo está muy fuerte, tiene el gobierno, el apoyo de militares y civiles, tiene dinero, a los medios de comunicación y creación de opinión, puede poner presos a su libre voluntad, lo sigue un rebaño de clientes…
En apariencia es una locura oponerse al madurismo, y es una insensatez querer derrotarlo. Pero estudiemos más detenidamente las fuerzas en conflicto: lo primero que debemos preguntarnos es, ¿En una confrontación social, dónde reside la fuerza, en lo material o en lo espiritual? Sin dudas, y que bueno que así sea, la fuerza reside en lo espiritual, en la idea, en lo subjetivo. De no ser así, la dominación imperialista sobre el mundo será eterna, la permanencia del madurismo duraría milenios. De no ser así, Bolívar, que se enfrentó al imperio más poderoso de la época, hubiese sido derrotado. Lo mismo se puede decir de la guerra de liberación de los Estados Unidos, o de la Revolución Francesa enfrentada a una monarquía. El ejemplo del Viet Nam ilustra. Fidel con su foco guerrillero desde la Sierra Maestra es demostración definitiva de la fuerza de las ideas. Y, es oportuno recordar el pensamiento del Apóstol Martí: "una idea justa desde el fondo de una cueva puede derrotar a un ejército".
Siendo así, preguntemos, en esta confrontación del madurismo, mariacorinismo, unidos contra el Chavismo leal, contra el Socialismo ¿de cuál lado está la idealidad, cuál lado tiene razones, ideas sagradas para luchar?
El madurismo quedó impotente cuando traicionó el legado del Comandante, cuando traicionó al Socialismo, se castró. Ahora, sin ideología más allá del permanecer y saquear, su debilidad es manifiesta, no tiene posibilidades de recuperar la fuerza, sólo le queda inventar lo destinado a fracasar, reprimir, mentir. Su futuro es el fracaso, desaparecer.
Los mariacorinos, con su maridaje descarado con los gringos, su falta de autonomía, no tienen voluntad, son simples instrumentos de los intereses gringos, a ellos se deben. Carecen de fuerza por carecer de ideas propias y pasión independiente, son reflejo de la voluntad del norte, de su política colonial.
Los Chavistas leales al pensamiento del Comandante Chávez. Heredaron la fuerza de las razones sagradas, las ideas por las cuáles luchar: la existencia de la Patria, el bienestar de su gente, la visión universal de la creación de un polo socialista alterno a la unanimidad capitalista que azota al planeta. Tienen la fuerza de los que tienen verdades que decir, un rumbo y unas metas de reivindicación del humano, conocidas, probadas. Ellos son el futuro viable, de felicidad, de Soberanía y de Patria.
No hay dudas, el futuro es del Chavismo leal. La fuerza existe, porque existen las ideas, respaldadas por la conducta, esas no se pueden falsificar, no se pueden simular, deben estar certificadas por la historia, por la consecuencia, con esas ideas que están claras: lucha por el Socialismo, lucha frontal contra el capitalismo, cuidado con el reformismo, por estas ideas vale la pena luchar. Las ideas justas tienen vida propia, se materializan en los líderes y en las acciones, y guían a pueblos. Contra las ideas justas no valen represión, cárceles, ni siquiera asesinatos, de todos los ataques salen fortalecidas.
¡CHÁVEZ, IDEA, EJEMPLO!
