¡Llegó diciembre! ¡Volvamos a Chávez! ¡Volvamos al Pueblo!

Llegan los primeros vientos de diciembre y con ellos se avivan las llamas de los recuerdos por los grandes líderes que ha parido esta patria. Uno de ellos es *Hugo Chávez,* quien entre muchas cosas, fue amante de la libertad y con su fuerza de resistencia y ardiente patriotismo emprendió un gran proyecto para refundar la República. Con esa visión de emprendimiento logró construir y consolidar las bases sustentadoras del nuevo sistema político y además de eso, despertó la conciencia de millones de mujeres y de hombres de esta patria soñadora. Decidido y sin miedo se abrió campo y espacio a través de una travesía llena de obstáculos y tempestades, conquistando victorias para el pueblo, con marca de referencia para el resto de los pueblos del mundo.

*Desde su niñez,* Chávez dió evidencia de una fortaleza intelectual revolucionaria, la cual se fue acentuando a través del tiempo, destacando su mente activa y bien desarrollada, con una ardiente sed de saber, actuar y transformar. Su entrega al estudio y a la lectura, aunado al hábito de reflexionar de manera cuidadosa y compleja, junto con su agudo criterio, lo convirtió en un líder de vasta comprensión por los problemas y padecimiento de la gente. Esos niveles de comprensión lo llevaron a su vez a tener un alto nivel de conciencia y compromiso; de allí su lealtad con sus ideales y su *juramento* de devolverle la patria a su pueblo y garantizarle seguridad y bienestar. *No olvidemos eso.* Recordemos que apenas inició su mandato en 1999, de inmediato comenzaron las conspiraciones, las traiciones y los acuerdos de medianoche, internos y externos, para sacarlo del poder. De manera planificada y con las herramientas del engaño y la manipulación, vino el *Golpe de Estado* en abril de 2002 y el *paro petrolero* en el mes de diciembre que culmina en los primeros meses de 2003. Una vez neutralizadas esas corrientes de agua turbia, comenzó para Venezuela una década de auge y bienestar para el pueblo venezolano. Eso nadie lo puede negar, porque desde el 2003 y hasta el primer semestre de 2013, vivimos los mejores momentos de bienestar, tranquilidad y felicidad. A pesar de las acciones emprendidas por los grupos opositores internos y externos, el país siguió avanzando y creciendo.

Pero la historia toma un giro inesperado y las circunstancias del destino le montan una celada al Comandante Chávez que acabaron con su vida y pretendiendo acabar también con su legado. *De esa manera,* las fuerzas conspiradoras y los poderes fácticos imperiales iniciaron una feroz campaña de aniquilamiento del *proyecto revolucionario* y, prácticamente, desde el mismo momento de su fallecimiento se activan, por parte de la derecha, todos los mecanismos de violencia, de saboteo y de atentados. Desde el mismo mes de abril de 2013, se inició toda esta guerra, de ataque contra la revolución, contra el Estado, contra el chavismo y contra el pueblo venezolano. Para la derecha fascistas, los traidores y los poderes agresores del exterior, los sufrimientos del pueblo son parte de los efectos colaterales. Sin embargo, a pesar de todos los ataques y las penurias sufridas, el pueblo ha resistido, ha combatido y a salido victorioso de esos ataques de mil flancos y de intensa guerra multidimensional, que le han aplicado y que seguramente seguirán aplicando. Como Jesucristo, hemos llamado al diálogo, la paz y el consenso para resolver las diferencias por los canales establecidos en la Constitución Nacional.

*A veces,* pareciera que avanzamos en esa dirección, pero siempre hay que estar vigilantes con eso, porque la inquisición fascista no respeta acuerdos. En eso también debemos estar bien claros.

Ahora bien, *¿qué hacer en esta nueva etapa?* Yo digo, como quizás, seguramente lo dirán millones de venezolanas y venezolanos *¡Volvamos a Chávez!* *¡Volvamos al pueblo!*

Allí está la clave prospectiva de los próximos años: trabajar incansablemente para resolver los problemas, primero los más urgentes, determinar cuáles son los más urgentes y así ir avanzando en la resolución de los demás, que garanticen el mejoramiento de la vida de las familias. Ese es el gran reto que tenemos, avanzar en el gobierno de las bases y las estructuras del poder popular y consolidar lo avanzado hasta ahora en esa materia. Para ello, todos tenemos que dedicarnos a consolidar ese paso y precisamente, son los gobernadores, alcaldes, concejales, diputados, diputadas, y todas y todos los funcionarios de las instituciones de instancia local, regional y nacional, quienes deben desplegarse en la acción de reinventar la manera de gobernar.

Esa -considero yo- es la manera de *volver a Chávez, de volver al pueblo,* y justificar así que somos revolucionarios y estamos dispuestos a construir la cultura del gobierno eficiente, del gobierno solidario y transparente.

Vamos pues, sin demora iniciemos con fuerza todas las iniciativas y todas las estrategias para ocuparnos de gobernar mejor, donde los ciudadanas y ciudadanos se sientan feliz con sus dirigentes y sus gobernantes. Si hacemos esto tendremos -de manera espontánea y natural- su lealtad y su apoyo, con lo cual las *victorias revolucionarias del futuro serán contundentes.*



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Eduardo Marapacuto


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