¿Lorenzo Mendoza, los carajitos de Diosdado y yo, somos hoy más iguales?

Cada alto funcionario(a) del gobierno andaba con su carpeta repleta de gráficos debajo del brazo. En cualquiera oportunidad; el alto funcionario(a) descargaba su tanque de datos. Uno que no fallaba jamás, era el grafico donde se hacía una representación del coeficiente de Gini. Nos convencían, usando el coeficiente de Gini y a través de un gráfico, que la sociedad venezolana iba siendo cada vez más igualitaria.

El programa Patria y posteriormente la Ley Plan de la Patria, incluyó entre unos sus objetivos nacionales, hacer de Venezuela una sociedad de iguales. Esta ahí muy visible.

¿Soy hoy (2018), un poquito más igual que Lorenzo Mendoza y los carajitos de Diosdado?

Definitivamente sí. Legal y prácticamente sí; no hay ninguna discusión y duda al respecto. Se los muestro y demuestro con un sencillito ejemplo.

Supóngase, que mis ocho nietos fueran amiguitos de los nietos de Lorenzo Mendoza y de los carajitos de Diosdado y decidieran irse a un centro comercial hacia el este del este de Caracas a comerse unas empanadas de pabellón, cosa que es muy poco probable, que hacia el este del este de Caracas vendan tal zambumbia. En este hipotético acto de desprendimiento social e igualitario entre los nietos de Lorenzo Mendoza y los carajitos de Diosdado con mis nietos, está el dato para mostrar, que hoy entre Lorenzo, Diosdado y yo, las diferencias se han acortado. Partamos que efectivamente cada uno se traga su empanada de pabellón y cada quien paga con su tarjeta dorada.

Una máquina de esas autorizadas por el SENIAT, que como máquina, no tiene ninguna posición clasista, produce una factura con un IVA. Mis nietos, que no tienen tarjeta dorada ni blanca, al igual que los nietos de Lorenzo Mendoza y los carajitos de Diosdado, deben pagar un mismo porcentaje del IVA por engullirse tal zambumbia hacia el este del este de Caracas. ¿Somos o no somos iguales?

Supóngase (otro ejemplo), que Lorenzo Mendoza, Diosdado y yo no reunamos a discutir un próximo plan 50 para no llegar a nada. Cada uno por su lado, nos tomamos un par de whisky 18 años y cada quien paga. El mismo IVA que viene en la factura de Lorenzo Mendoza, en la de Diosdado y la mía, es el mismo. La facturas en la demostración empírica de este hecho, que pone a prueba la igualdad. El mismo IVA. ¡Igualitos!

Esta situación se la presente a Chico, que es el coordinador de los trabajos en mi pequeño fundo. Cuando ya creía tener legitimada mi tesis de que hoy somos más iguales que hace unos 10 años atrás, viene chico al otro día a echarle paja a mi tesis.

Me acusó de venirme con una trampa ideológica sin fundamento político. Me dijo, vamos dialécticamente a lo concreto, tal y como nos los sugirió Karel Kosík en la "Dialéctica de lo concreto". Usted tenía antes un carrito, le hacía regularmente su mantenimiento de aceite, lavado del motor y cuando se iba de rumba para Margarita, venía a los 15 días con sendos cauchos, sus y "cholas" Clarks, unos zapatos deportivos Adidas y una pantaleticas muy chiquitas y bonitas que colgaba en el tendedero del patio.

Me preguntó: ¿Es verdad o mentira? Yo le dije que sí, pero que me parecía muy perverso haberse fijado en mis pantaleticas. Luego se me vino con una batería de preguntas: ¿Dónde está su carrito? ¿Por qué su carrito no anda ahora? ¿Por qué la última vez que fue a Margarita no trajo "cholas" Clarks, ni cauchos ni panteleticas bonitas? ¿Hoy para su problema de tensión se toma una pastilla completa?

Después de estas preguntas se vino con otro tanque de consideraciones y pregunta: ¿Diosdado tendrá parado su carrito por falta de caucho, aceite? ¿Lo tendrá Lorenzo Mendoza? ¿Tendrán un solo carritos ambos? ¿Los nietos de Mendoza y los carajitos de Diosdado no tendrán un chofer particular con un carro particular para llevarlos al colegio? ¿Cómo van sus nietos al colegio Amaranta?

El IVA amiga Amaranta, con voz clara me dijo, es la expresión de una política social inclinada a favorecer a los que más tienen. El "socialismo" ha mantenido un IVA igual para usted, para mí, para Lorenzo Mendoza y para Diosdado. El IVA no es un patrón para evaluar la igualdad. ¿Qué usted aprendió en la UCV? Su carrito parado sin cauchos ni aceite es también eso. Una situación que nos dice, que por ahora, esto de una sociedad de iguales es una mentira. Lo que debe hacer, es cuidar más su pantaleticas y sus cholitas y zapaticos Clarks.

Eso fue una ilusión; bájese de esa nube. ¿Usted no ve a Diosdado los miércoles con esas camisitas finas? ¿Puede usted lucir una de esas camisitas hoy? Lo concreto es lo concreto. En la chiquita, los nietos de Lorenzo Mendoza y los carajitos de Diosdado no son iguales a sus nietos.



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Amaranta Rojas


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