Son muchas las cosas que se han dicho en torno al primer año de gestión del compatriota Presidente Nicolás Maduro en todos los aspectos fundamentales, éticos, morales y circunstanciales, desde la partida física de nuestro Comandante eterno Hugo Chávez.
Podemos hacer una revisión general y sencilla de todos los obstáculos puestos como minas mortales en las acciones políticas de la derecha terrorista e insípida venezolana, sin escrúpulos llenos de ignorancia verdadera y falta de sentido democrático, con el objetivo de reprimir la sensibilidad y el ingenio de nuestro pueblo, que hoy sin que suene trillado ya no es el de hace 50 años atrás.
Sabemos que todo comienza con las medidas económicas que se implemente, el SICAD 1 y SICAD 2, la Ley de precios y costos, la eliminación de CADIVI, la revisión de las empresas privadas y públicas en el ámbito de importación he exportación, al igual que la producción nacional en el campo de los alimentos, el ataque feroz contra la corrupción dentro de nuestras instituciones, seguir fortaleciendo la transferencia de poder al pueblo organizado, la continuidad del estado en sus acciones sociales, económicas y culturales, la ley habilitante y por supuesto las elecciones municipales que le dieron ese espaldarazo al primer presidente chavista del país, y el repudio más fuerte es que un obrero es Presidente de todos los venezolanos y todas las venezolanas.
La guerra contra el estado ha sido centrada en la parte económica, el acaparamiento, la falta de producción de los servicios básicos, alimento, medicamentos, productos de limpieza, artículos para el hogar, así como la elevación de costos en productos como viviendas, carros, línea blanca y marrón, que a pesar de los esfuerzos del estado venezolano, aun la empresa privada domina la importación y producción de estos productos y que a pesar de las normativas impuestas aun se creen dueños de la economía del país, que solo golpea el bolsillo y el bienestar de nuestro pueblo.
Lo otro que podemos analizar es la aplicación del “golpe suave” desde el 12 de Febrero del presenta año, y el anuncio del compatriota Presidente Nicolás Maduros de iniciar el Bicentenario de la juventud patriota, el cual, dio pie a un ataque terrorista y un cumula de pérdidas humanas, materiales.
Podemos decir que a raíz de todos estos elementos el pueblo revolucionario se unifica en todos los sentidos para defender el legado de Hugo Chávez y todo lo que se viene construyendo desde la aplicación del Plan de la Patria, el impulso del poder Comunal, la inversión en el campo socio-productivo, construyendo mecanismos de inclusión más profunda para contrarrestar las deficiencias y los ataques en todos estos ámbitos.
Y podemos analizar esos cambios que han beneficiado algunos aspectos políticos y morales, como otros que pudieran contribuir al retraso de muchas acciones del poder ejecutivo, regional y local o simplemente el protagonismo individual y los famosos “ potes de humos” de algunos seres, que no han entendido que nos debemos al pueblo.
Pero vemos como con toda esta avanzada hay cosas que aun se quedan en el camino que vemos que se deben retomar con más fuerza, el gobierno de eficiencia de calle debe dar resultados contundentes, a corto, mediano y largo plazo, se debe tomar en cuenta el poder local revolucionario reforzar ese gobierno de calle con la contraloría y vigilancia del poder popular constituido, llámense colectivos, Consejos Comunales, Comuna, partidos aliados y todos aquellos que militan activamente en este proceso transformador.
Ese cambio que hoy impulsa en camarada Presidente Nicolás Maduro a mi humilde parecer ,también se debe hacer gobierno de calle en todas las instituciones del estado, desde las bases de nuestro pueblo con ideas y planes que acaben con la burocracia, corrupción y falta de ética y moral de muchos, y que es hora que esas mesas de paz productivas se reflejen en el día a día de nuestro pueblo, y que es necesario mejorara y emplear un sistema d publicidad y propaganda que diga la verdad en tiempo real, obras, créditos, que ocurre en las misiones, en las comunidades, en el aparato productivo, que debemos criticar y que debemos mejorar para demostrarle al mundo que el Socialismo de Venezuela es más que el pensamiento vivo de nuestro Padre bolívar plasmado en las herramientas jurídicas, políticas y sociales que Hugo Chávez dejo.
Restructuración significa cambios profundos en todos los sentidos, refrescar y mejorar todo y empezar a colocar gente comprometida, profesional y que solo espere a cambio la satisfacción de ver un pueblo que disfruta de la máxima felicidad posible.
No importa cartas o egos absurdos que pretender limpiarse la cara frente a sus responsabilidades, lo que hoy es más importante de todo esto, es seguir defendiendo con hechos la Revolución Bolivariana.
*Soldado e hijo de Hugo Chávez.
