Decapando el negocio del hambre II. En apoyo al socialismo agrario

De Agroisleña a Agropatria: La corresponsabilidad de los y las consumidores de alimentos en las ciudades

La actividad agraria, la cultura del campo se ve lejana y ajena en el trajin cotidiano de las ciudades, sobre todo desde las grandes ciudades. Sin embargo, todos los días la ciudad nos ofrece ventas en la calle de frutas de la temporada, hortalizas y hasta alimentos empacados y procesados. Preguntar al vendedor o vendedora su origen, nos pone en una situación inesperada de silencio o sorpresa ante una pregunta sin sentido: el asunto no tiene ninguna importancia, ¿compras o no?

El negocio del hambre implica en nuestros días globalizadas normas de para el manejo de los productos frescos homologadas a los intereses de los mercados trasnacionales de la agroexportacion-insecticidas-empaques-transportes-puertos-aduanas-distribuidoras-almacenadoras-mercados-supermercados-CONSUMIDORES FINALES, es decir A NOSOTROS LOS QUE NO SEMBRAMOS PARA COMER.

La seguridad y la soberanía alimentaria nacionales incluyen la decisión política del incorporar las estrategias para la manipulación nacional y exportación de alimentos producidos en nuestro país en contradicción con algunas normas internacionales implícitas en el negocio de los alimentos FAO. http://www.rlc.fao.org/es/agricultura/bpa/normtec.htm

La seguridad de nuestra salud en el manejo de alimentos frescos con residuos de agrotoxicos que viajan en toda la cadena de producción agrícola hasta nuestra mesa en nuestra casa , comedor o restaurant es corresponsabilidad nuestra. Nuestros criterios de consumo conciente, en detrimento de un bello y hermoso producto, perecedero en nuestra nevera rápidamente y pero con standares internacionales de hermosura etc…

Nuestra conciencia que los frutos grandes, brillantes y firmes, de los lugares agroturisticos Colonia Tovar, bailadores, Mucuchies, Timotes, por ejemplo, no son precisamente los mas sanos ni siquiera lo quye los propios agricultores consumen por conocimiento de su toxicidad residual.

El riesgo de las intoxicaciones por agro tóxicos no es solamente para los y las agricultoras que riegan los tóxicos en el campo, es para el que almacena en la agrotienda, el que carga los sacos de los alimentos cosechados con altos residuos de plaguicidas (brócolis, cilantro, perejil, coliflores, flores, fresas , papas, cambures, plátanos, tomates, lechugas, espinacas, repollos, pimentones, cebollas, remolachas, acelgas, vainitas etc…),al los medios de transporte, el que baja los sacos o “guacales” al mercado, al que acomoda los productos en el mercado, a los que compran en el mercado, los que preparan sus alimentos frescos sin lavarlos adecuadamente, por prisa, porque parecen limpios, porque en su casa hay poco agua, porque no sabe que no solo la tierra que se ve impregna los alimentos.

La lógica del mercado agrícola capitalista, lo refleja la FAO que en su Manual de prácticas de manejo postcosecha de los productos hortofrutícolas (http://www.fao.org/wairdocs/x5403s/x5403s03.htm) considera que

Los dos objetivos principales de la aplicación de técnicas postcosecha a los productos hortofrutícolas son mantener la calidad (apariencia, textura, sabor, valor nutritivo y sanitario) [obtenidos gracias a las especies “mejoradas” , hibridas] y reducir las pérdidas entre la cosecha y el consumo. (…)La clave para alcanzar estos objetivos es un manejo eficiente durante el período de postcosecha, más que el empleo de tecnología con un alto nivel de desarrollo.(…), frecuentemente estas opciones no son factibles para los productores a pequeña escala por la simple razón de ser economías de bajo capital. (…)Este tipo de tecnologías son útiles para los productores que están involucrados en la comercialización directa de sus productos así como para los pequeños productores a nivel doméstico y también para los compradores y vendedores de alimentos frescos en países en vías de desarrollo.

En países desarrollados, las innovaciones tecnológicas en postcosecha más recientes tienen como objetivos disminuir el uso de mano de obra debido a su alto costo y satisfacer el deseo de que el producto sea cosméticamente "perfecto". Estos métodos no pueden utilizarse por largo plazo, debido a sus efectos negativos tanto en los aspectos socio-económicos como en los culturales y/o medioambientales. Por ejemplo, el uso de pesticidas en postcosecha puede ser muy costoso en términos monetarios y de consecuencias adversas para el medio ambiente. Las condiciones locales en que se pueden encontrar los productores a pequeña escala incluyen un excedente de mano de obra, falta de crédito para la inversión en tecnologías postcosecha, carencia de energía eléctrica, transportes, instalaciones de almacenamiento, materiales de empaque y un sinfín de otras limitaciones.

Tabla 1: Principales factores de pérdidas postcosecha en diversos grupos de frutas y hortalizas.





Grupo

Ejemplos

Causas de pérdidas

Hortalizas de raíz

Zanahorias

Daño mecánico

Remolacha

Curado inadecuado

Ajo

Germinación y desarrollo de raíces

Patata

Podredumbre

Boniato

Daño por frío (cosechas de raíces tropicales y subtropicales)

Hortalizas de hoja

Lechuga

Pérdida de agua

Acelga

Pérdida del color verde

Espinaca

(amarillamiento)

Repollo

Daño mecánico

Cebolletas (cebollines)

Tasa de respiración relativamente alta

Podredumbre

Hortalizas de flor

Alcachofa

Daño mecánico

Brócoli

Amarillamiento y oscurecimientos

Coliflor

Abscisión de los floretes

Podredumbre

Hortalizas de fruto inmaduro

Pepinos

Sobremadurez al cosechar

Calabacín (calabacitas)

Pérdida de agua

Berenjena

Abrasiones y otros daños mecánicos

Pimientos

Daño por frío

Ocra

Podredumbre

Judías verdes (chícaros)

Hortalizas de fruto maduro

Tomate

Abrasiones

Melones

Sobremadurez y ablandamiento

Bananas

excesivo al cosechar

Cítricos

Pérdida de agua

Uvas

Daño por frío (frutos sensibles a daño por frío)

Frutos de hueso

Mangos

Cambios composicionales

Manzanas

Podredumbre

Fuentes de Normas de Calidad y Mercado de Exportación

Una vez un amigo ante la premura de comer en la calle en cualquier sitio y con un Mac Donald rojiamarillo delante de nosotros como elemento para la elección dijo: el acto de alimentarse es un acto político. Nuestro acto de la alimentación tiene que ver con TODO lo que sucede en el campo, la explotación de los agricultores y agricultoras, la tenencia de la tierra, las formas de organizarse para la producción, nuestra responsabilidad como consumidores urbanos en los mercados, sus precios, sus condiciones de almacenamiento etc…¿Qué pasaría si exigimos controles sanitarios de residuos tóxicos en los expendios de vegetales y frutos frescos? ¿Análisis de sangre para determinar índices de intoxicación por plaguicidas en TODOS los trabajadores de la cadena de producción agrícola? Por ejemplo el trabajo siguiente nos habla claramente al respecto: Residuos de plaguicidas organoclorados y organofosforados en el cultivo de cebolla en la depresión de Quíbor, Venezuela. Francis Pierre y Pedro Betancourt.
Bioagro v.19 n.2 Barquisimeto ago. 2007

Los consumidores de alimentos en las ciudades, también tenemos que formar parte de las políticas para Agropatria, ya agroisleña queda atrás.



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Carina Salazar


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