Del proceso de privatización del Sector Eléctrico, hemos heredado un sistema interconectado que no sólo posee fuertes deficiencias de infraestructura, sino también muchas parcelas de poder que deben ser eliminadas.
Como sabemos, se ha creado el nuevo Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (no sé si este es el nombre oficial, lo abreviaré como MEE), que tiene la misión de recuperar el sector para garantizar el servicio eléctrico que nuestro pueblo merece. Es fácil comprender que esta tarea no es fácil. A continuación enumeraré 10 desafíos que debe superar el nuevo ministerio.
1. Lograr un marco legal adecuado a nuestro contexto.
La Ley Orgánica del Servicio Eléctrico vigente (LOSE), permite la privatización del sector. El Decreto Presidencial 5.330, con el cual se creó CORPOELEC, en su artículo 14, establece que prevalece sobre la LOSE pero no la deroga. Luego, tenemos una Ley que reorganiza el Sector Eléctrico, pero no tenemos una Ley que lo regule en concordancia con la visión socialista que tiene CORPOELEC.
2. Lograr la Participación Popular en la Gestión del Sector.
La Federación Eléctrica (FETRAELEC), tuvo participación en la Junta Directiva de CADAFE, sin embargo, la mayoría de los trabajadores no conoce los resultados de su gestión. La participación de los trabajadores debe ser protagónica, no representativa.
Claro está, considero un error dar participación sólo a los trabajadores del Sector. También es necesario dar participación a los usuarios del servicio, es decir, al pueblo. Trabajadores y usuarios organizados pueden conformar la Participación Popular y lograr la Contraloría Social en el Sector.
La Participación Popular, es sumamente necesaria, ya que con ella se podrán incorporar variables sociales a los proyectos, asegurar el avance de los mismos (sobre todo aquellos en los que participan IBEDROLA, ELECNOR y KCT que son las empresas con más contratos en el sector), garantizar la Calidad de Energía, etc.
3. Desburocratizar la industria Eléctrica.
CADAFE fue dividida en filiales para facilitar su privatización. Por esta razón, cada filial posee una estructura burocrática propia. Toda esta superestructura debe ser desmantelada, aunque no será fácil por todo lo que esto implica y los intereses que toca.
4. Determinar las causas de los apagones.
En los apagones ocurridos durante el 2008 y 2009, las fallas nunca fueron explicadas. La única razón que se argumentó fue el incremento de la demanda. Sabemos que a mayor demanda, el sistema es más inestable. Pero para que ocurra el apagón debe existir alguna falla (perturbación). El MEE deberá fiscalizar las fallas que se presenten en el sector eléctrico.
5. Recuperar Planta Centro.
Aunque todas las termoeléctricas son importantes, quiero referirme sólo a Planta Centro. Esta Planta es una de las termoeléctricas más grandes del mundo y, en nuestro sistema, es más importante que Caruachi o Macagua, ya que posee una capacidad similar pero se ubica en el centro de consumo. Pienso que todos los electricistas queremos verla funcionar al 100%.
6. Gestionar la Eficiencia Energética.
En un momento en la historia de nuestro país, hubo sobre-generación. Para entonces, se diseñaba publicidad orientada al consumo de electricidad. También se construían edificaciones devoradoras de energía (quizás el cubo negro es un buen ejemplo) o se mantenían industrias poco eficientes (por ejemplo, fundiciones de hierro con hornos de arco eléctrico). Con todo esto, sumado a los bajos precios de la energía, de alguna manera se creó una cultura derrochadora.
Sólo en las instalaciones de CADAFE ubicadas en El Marquéz – Caracas, se pueden ahorrar 2.000 MWh anuales y disminuir la demanda en 190 MW. Pero incrementar la Eficiencia Energética, también es optimizar nuestro proceso de generación, transmisión y distribución de energía, en los que las pérdidas técnicas y el consumo propio alcanzaron el 26% para el año 2006. En el resto de AL&C, este valor promedió 19%. La diferencia representa para nuestro sistema, por lo menos 1200 MW.
En el año 2007, la Misión Revolución Energética, logró disminuir la Demanda en 1.800 MW con el programa de sustitución de bombillos. Sin embargo, este programa es difícil de mantener mientras no se produzcan en el país, los bombillos de bajo consumo. Además, la demanda por concepto de iluminación es más representativa en los sectores de más bajos recursos, por lo que el programa carece de sentido si no se obliga a la industria y al comercio (público y privado) a adoptar medidas de ahorro energético (medida que ya ha anunciado nuestro comandante y que en el año 2002 se dictó para el sector público en el decreto 1629).
Pienso que tenemos un gran Potencial de Ahorro Energético. Pero es necesario que alguna institución asuma la Gestión de la Eficiencia Energética. En Brasil y México, se han obtenido buenos resultados.
Invertir en Eficiencia Energética es mucho más beneficioso que invertir en Incremento de la Capacidad Instalada, ya que la Capacidad no podrá mantenerse creciendo tan rápido como la demanda.
7. Planificar a largo plazo.
Planificar el sector hasta el año 2014, no es suficiente para garantizar la estabilidad en el mediano o largo plazo. Con un crecimiento interanual de la demanda del 3% en los próximos 20 años, tendríamos déficit para el año 2021. Pero, con todos los proyectos industriales que desarrolla nuestra revolución, podríamos alcanzar un crecimiento interanual de la demanda del 8% en los próximos 5 años, y del 4% en los siguientes 15 años, lo que significa que para el año 2014 tendríamos déficit, aun con la capacidad incorporada por los Proyectos Estructurantes.
8. Lograr el autofinanciamiento.
Alrededor del 55% de la energía que se produce no se factura. Por una parte las pérdidas técnicas son muy altas y, por otra, las pérdidas no técnicas alcanzan el 47%. Alrededor de esto se ha creado una matriz de opinión en contra de nuestro pueblo, según la cual “los barrios se roban la luz”. Pero, sólo el 25% de la electricidad se consume en el sector residencial, el otro 75% lo consume la industria y el comercio. Luego, es imposible que el sector residencial se “robe” el 47%.
Para conquistar el autofinanciamiento, es necesario hacer que la industria y el comercio paguen por la energía que consumen.
9. Desarrollar Energías Alternativas (EA).
Aunque el 70% de la electricidad que se consume en el país proviene de una fuente alternativa (la hidroeléctrica), es necesario seguir desarrollando este tipo de energías. Según algunos especialistas, en Venezuela tenemos un potencial aprovechable de fuentes alternativas de 8980 kbep/d. La electricidad que hoy consumimos a nivel nacional, es equivalente a 533 kbep/d aproximadamente.
Sin embargo, dada nuestra condición de productor y consumidor de combustibles fósiles a gran escala y bajo costo, ha resultado poco atractivo invertir en energías alternativas.
10. Ganarse la confianza del pueblo.
En algunos lugares del interior del país, el pueblo se está acostumbrando a no tener energía eléctrica durante ciertas horas del día. En la medida en que se garantice el servicio, fortaleceremos nuestro proceso revolucionario ganándonos la confianza del pueblo en la prestación del servicio.