Al Camarada Hugbel Roa

Primeramente permítame expresarle mis mayores deseos de éxito ante este nuevo reto que asume frente al MPP para la Educación Universitaria Ciencia y Tecnología, disculpe si no le transmito mi felicitación por tal nombramiento pero soy de los que cree que el revolucionario asume los compromisos porque es su deber y no para que se lo reconozcan, como también me imagino que ya los Rectores y Dirigentes adulantes y con rabo de paja se encargaron de ello.  

La universidad Venezolana en estos tiempos debe saber leer el importante rol que debe jugar en pro del desarrollo  del país ante la actual y venideras  coyunturas,  ya que usted mejor que nadie sabe que un país que asumió la lucha por su libertad y soberanía sobre todo cuando cuenta con la mayores reservas de petróleo se convierte en la piedra en el zapato del imperialismo norteamericano y sus franquicias en el mundo, como en otros escritos sigo manteniendo mi posición de que “las comunidades hoy esperan que de las universidades no egresen comunes letrados, sino compañeros de una lucha en común para la construcción de una nueva y mejor sociedad”   algo que sin duda guarda mucha sinergia con lo que usted plantea en su libro Política de Juventud en Venezuela “la esperanza de un socialismo está en la construcción de un estado socialista de gran contenido espiritual con rostro humano, cuyo objetivo no sea solamente llenar de expectativas materiales, sino crear una conciencia tendente a valorar la sostenibilidad de la naturaleza (…)  la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la discriminación y que también incluya el sentido ético de ejercicio ético de los deberes ciudadanos y del ejercicio de la política apuntando a la concepción revolucionaria” por lo cual está de más decir que la tarea es compleja pero necesaria.

Hoy camarada Ministro insurge la necesidad de un golpe de timón en nuestras universidades, Alí decía “el pueblo es sabio y paciente”  pero parafraseando a nuestro padre Bolívar “ ¿será que 17 años de intervencionismo gringo mediante su guerra no convencional por la apropiación indebida de nuestro petróleo y dignidad del pueblo venezolano no bastan..?”  por ello hay que desmontar de manera urgente el parasitario y viejo modelo burgués en nuestras casas de estudio, no se puede viendo a la pirámide de Abraham Maslow como la biblia social, como tampoco decir en nuestras clases de geografía que limitamos con el Mar caribe, Colombia, Brasil y Guyana y no con bases militares y gobiernos lacayos con la misión de hacer factible  una operación tenaza contra Venezuela y la patria grande que dé decidió resurgir es la espada de Bolívar, Sucre, San Martin, Alfaro,  contra el acoso de Monroe.

Nuestro sistema educativo como dijera Freire debe surgir de la pedagogía del oprimido y no de los opresores como hoy se mantiene vigente, solo así como dijera el maestro   cambiaremos a través de la educación a las personas que van a cambiar al mundo, seguramente para algunos mis palabras pudiera parecerse al de otro erudito de la crítica,  pero como diría Marcos “Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida” ahora bien si no asumimos  esta determinación para que muera lo viejo y nazca lo nuevo, los correos y escritorios de sus funcionarios se llenaran nuevamente de forjadas fotografías  y maquillados informes, mientras la comunidad universitaria se siga preguntando ¿Dónde está la revolución, de verdad llegara lo ofrecido, en enriquecimiento  y atornillamiento de unos pocos será por complicidad o por la manipulación de los informes..?

Aunque parezca injusto este come  comentario ciudadano Ministro, está en sus manos una gran herramienta para  coadyuvar a la defensa de  la revolución,  con esto no quiero escaparme de mi responsabilidad como patriota en el deber establecido en la democracia participativa y protagónica, pero primeramente está en rescatar la moral revolucionaria en el alma mater, concienciando  con el ejemplo de que las revoluciones se construyen y no se decretan desde las elegantes oficinas, que es más necesario la construcción de un plan colectivo (inexistente hoy en las universidades)  que incluya y beneficie a todos que consignas externas al alma, pensamiento y acción.

 Me despido citándolo y convencido de que venceremos “tal como revelan las condiciones históricas del tiempo presente, tenemos ante nosotros las posibilidades de ver coronadas las aspiraciones de un futuro mejor”

 



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Marcel Doubront

Profesor UNESR Bolívar

 marceldoubront@gmail.com

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