El "Yo" parásito

No sé quien carajo sacó esta cifra: "sólo el 5% de los venezolanos se dedican a la producción". Enseguida saqué la cuenta… Si somos 30 millones de venezolanos, quiere decir que hay apenas millón y medio que se dedican a la producción. Pegué un brinco de la computadora, y me dije: y ¿qué carajo estoy produciendo yo? Hubo cortocircuito en mi cabeza. Y salieron aberrantes afirmaciones, que desnudaron mi realidad. Anoto y comparto varias con ustedes mis lectores: soy un parásito a tres tabla!!!. La conciencia me habló (recordando la canción del salsero Gilberto Santa Rosa: Conciencia) Revísate, mírate en un espejo… y pregúntate: qué estas produciendo? Qué has hecho, qué has sembrado para los que venezolanos (o tú mismo) no pases hambre? O te vas a quedar siempre pegao a una computadora, leyendo artículos, reciclando frases y tecleando para expresar tus insípidas ideas no productivas, que no sacian el hambre del pueblo? De verdad que me sentí parásito. Es más, fui perdiendo fuerzas en mis dedos para seguir escribiendo este artículo, con síntomas de asquerosidad conmigo mismo: "la inmoralidad".

E inicié un recorrido, escaneando a todos los que estaban conmigo. Buscando no se qué cosa. Pero para aliviar mi angustia, recordé un dicho: "consuelo de muchos, consuelo de tonto" (mamá, me rasparon el examen de matemática… imagínese Ud, nadie pasó…bla bla bla). Bueno, a todos los que vi en menos de cinco minutos, ninguno producía nada para ayudar a Venezuela en materia alimentaria. Me salió una sonrisa acompañada de un sollozo que rayaba con la pena. Es decir, en ese momento me sentí "como una mesa sin patas". La realidad nuestra es esa. Pero de dónde viene todo esto?. Así que me sacaré la espina (a medias)… No justificando lo que actualmente somos, es buscar, indagar, reflexionar, debatir y proponer para no seguir repitiendo los mismos errores.

El fenómeno petrolero trastocó todo, y es POR SU CULPA lo que estamos viviendo hoy. Frente a esta afirmación (que me sale de sopetón), también refiero lo siguiente, citando a Salvador Plaza: "Si de esa fabulosa riqueza que han extraído de nuestro subsuelo no nos ha quedado sino una economía desfigurada, grandes rascacielos, autopistas impresionantes, mucha chatarra y graves males sociales, la culpa no es de nuestro subsuelo, por siglos de siglos, se haya estado acumulando petróleo, sino de la forma en que esa misma riqueza ha sido explotada y administrada. No es tarde todavía para que nos salvemos". Cuando aparece el petróleo (referible a la exportación y renta), no se supo equilibrar ni mucho menos controlar todo lo que sería beneficioso para una nación la entrada de dinero (dólares). Argumento que este fenómeno petrolero formó el carácter de la sociedad venezolana del siglo xx. Por generación nos acostumbramos a comprar todo hecho. Por generación hemos concebido al campo, al campesino como algo de baja categoría. Acordémonos de esta frase: "Somos gente de petróleo". A la cual siempre les gritaba: "…Pero jamás serán de carne y hueso. Jamás tendrán sentimiento…"

Un amigo de muchos de años, hace días atrás me dijo: "Epa chavista. Maduro y esta revolución nos mandó a la prehistoria. Ahora andamos fabricando todo en casa, y sembrando en porrones maticas de cebollín, ají dulce, pimentón…Esta vaina me tiene arrecho". Lo miré. Me reí, diciéndole: "Bienvenido al comienzo de la revolución…". Esa frase no la pensé, sino que fue lo único que me salió de mi corazón y estómago. Ahora no se en realidad quién tenía razón para ese momento. Porque ahora en casa, en familia hacemos desodorante, hacemos jabón, hemos cosechado tomate, nos la pasamos recolectando semilla. OJO: les recomiendo que cuando cocinen, no boten las semillas (ají, pimentón, tomate…) recolecten y guarden para luego sembrar en casa. Sepan algo: el pueblo palestino ha aguantado y resistido todos los embates y formas de bloqueo, porque siembran en porrones. No por causa de la guerra, lo han hecho porque nunca rompieron esa tradición de miles de años: SEMBRAR EN CASA. Transmitir a nuestros hijos e hijas esa idea de la preservación de la especie humana, a través de la conservación y promoción de la siembra casera-urbana. Romper el paradigma parasitario que el neoliberalismo nos impuso. Y que nosotros de manera sumisa lo aceptamos con mucho gusto.

Culmino con esta frase (no sé quién lo dijo): "La ignorancia de las masas es la principal fuerza de los gobernantes"

rasapasil@gmail.com



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Raúl Samuel Parra

Lcdo. Filosofía y Letras (UCAB). Magister Metodología de la Investigación (USM) Doctor en Ciencias de la Educación Universitaria (UCV). Trabaja en la Oficina de Coordinación Territorial (OCT) del MPPEUCT. Es miembro del Consejo de la Comunicación Popular de Guárico.

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