Bogotá, 13 Abr. ABN.- La embajada de Irán en Colombia emitió una nota de protesta contra la proyección de la película 300 en las salas del país neogranadido, y de Latinoamérica en general, en la que advierte que la cinta pretende tergiversar la historia de la civilización persa a fin de crear una matriz de opinión pública en detrimento del pueblo iraní.
«Hoy en día el arte es cautivo de algunos gobiernos y potencias para lograr objetivos políticos específicos. Con la producción de estas películas, las potencias tratan de promover la tergiversación de la historia y el choque de las civilizaciones», dice el comunicado oficial en su introducción, divulgó la agencia iraní Irna.
La película 300 constituye una épica belicista en la que tres centenares de guerreros espartanos se enfrentan y derrotan a varios batallones de soldados persas que los superan en número y recursos y que son enviados por Jerjes I, el rey de Persia, quien es mostrado en la cinta como un macabro tirano que se atribuye a sí mismo la naturaleza divina.
El film hollywoodense no sólo tergiversa la historia de la antigua Persia, lo que hoy es Irán, sino la de otras civilizaciones, así como los fundamentos del conocimiento humano «por cuanto su rodaje persigue motivaciones políticas abusando del limitado conocimiento de los occidentales» sobre los hechos históricos que se narran en la cinta, dice el comunicado.
La esencia del pronunciamiento de la embajada iraní en Colombia advierte que tales manipulaciones pueden convertir el legado de la civilización persa, y de otras muchas, en objeto de infamia y escarnio público.
«Todo el film está lleno de escenas violentas, homicidios y crímenes que se ajustan más bien a las políticas del actual Gobierno de Estados Unidos en Irak y Afganistán y reflejan las torturas de los prisioneros en Abu Ghraib y Guantánamo», sostiene el documento.
La embajada iraní calificó la película 300 como «una calumnia grande y cruel contra un pueblo que ha dado al mundo la primera Carta Magna de los Derechos Humanos» e hizo énfasis en recordar que Irán y su pueblo, contrario al mensaje de la cinta, «fomentan la amistad y el diálogo entre las religiones, civilizaciones y culturas».
A manera de conclusión, el documento reitera la «más enérgica protesta del Gobierno iraní» ante las implicaciones ideológicas de la cinta en cuestión y, en tanto, solicita que se tomen medidas «para evitar que la opinión pública de Latinoamérica sea manipulada con tales falsedades».
