(Foto) El boicot electoral opositor, para ocultar una derrota anunciada: gobierno venezolano

Simpatizantes del presidente Hugo Chávez se manifiestan en Caracas contra la oposición
Caracas, 1º de diciembre. A escasos tres días de las elecciones legislativas que renovarán la Asamblea Nacional, Venezuela transpira política por todos sus poros. En medio de un clima de creciente tensión tras la decisión de la mayoría de los partidos opositores de retirarse de los comicios, miles de caraqueños se volcaron hoy a las calles céntricas de la capital para respaldar la jornada electoral.

En la noche, el presidente Hugo Chávez acusó a George W. Bush de conspirar contra su país, de fraguar el boicot a las elecciones parlamentarias de la oposición política y de maquinar un plan para asesinarlo.

Entre la desbordada marea roja de manifestantes, que marchaban al ritmo de música salsa, se veían enormes pancartas contra los grupos de oposición, así como ataúdes simbólicos adornados con los nombres de los partidos tradicionales, especialmente de la socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei.

"El que no salga a votar es un jala bola (cómplice) de Bush", se podía leer en un improvisado cartel que portaba Angel Buitrago, hombre de edad avanzada que caminaba a paso lento por la Avenida Libertadores, quien se dedica "a veces a la docencia y a veces al comercio" y vaticinó un triunfo arrollador de los partidos que apoyan al gobierno de Chávez.

Cuando el enviado de La Jornada le preguntó qué se juega Venezuela en las elecciones del próximo domingo, Buitrago no titubeó: "¡Coño! -gritó- nos estamos jugando el país, porque el plan de los gringos es invadir todo lo que puedan".

En los volantes que eran repartidos a lo largo de la marcha se leía "Primero el golpe militar, después el paro petrolero, luego la guarimba (enfrentamientos) y el terrorismo... ahora la CIA y la oposición se pusieron de acuerdo en un plan macabro, atacando la legitimidad de las elecciones".

Evidencias continuas de que las acusaciones oficiales, que señalan a Washington como gestor del masivo retiro de las fuerzas opositoras, han calado entre un gran sector de la población.

Nicolás Maduro, actual presidente de la Asamblea Nacional, aseguró durante la manifestación que los sectores que decidieron abandonar la contienda "están al servicio del imperio".

Un par de horas después, en acto transmitido en cadena de televisión para todo el país, Chávez advirtió que con el retiro de la mayoría de la oposición "se ha activado una nueva conspiración contra Venezuela".

Hablando ante un grupo de pensionados en el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, el mandatario agregó que "no voy a acusar de esa conspiración a los perros, sino al amo: mister Bush".

Pronóstico reservado

Pero más allá de las calles y del fervor de última hora que han despertado estos comicios legislativos, la pregunta que se hacen muchos analistas y diplomáticos en Caracas es qué tanta legitimidad tendrá una Asamblea Nacional elegida sin la participación de dos terceras partes de los partidos de oposición.

Teodoro Petkoff, dirigente del opositor Movimiento al Socialismo (MAS), pronosticó que "elecciones con la ausencia de la oposición y fuerte abstención, no convienen a nadie y menos al propio gobierno".

Según el veterano líder político y director del diario Tal Cual, "una Asamblea monolítica no es democrática ni es revolucionaria; nadie en el mundo la tomaría por tal".

El diputado Carlos Tablante, también opositor y quien retiró su candidatura el miércoles anterior, fue mas allá al señalar que la Asamblea que se elegirá el domingo "será un clon de la Asamblea Nacional de Cuba, donde todos sus integrantes tienen un pensamiento unánime".

El gobierno y los partidos que lo apoyan, sin embargo, consideran el retiro masivo de los candidatos de oposición como señal de aceptación anticipada de su derrota. "Se retiran porque no tienen votos, porque no tienen pueblo", afirmó esta tarde ante los manifestantes José Vicente Rangel.

El vicepresidente también aprovechó el acto para advertir que una vez "barridos" de la escena política, los opositores tendrán que resignarse a ver desde la barrera "la radicalización y la profundización del proceso revolucionario".

Altos funcionarios del gobierno consultados por La Jornada confirmaron que el copamiento de la Asamblea es considerado por Chávez un paso crucial para poner en marcha reformas económicas mucho más profundas que las realizadas hasta ahora.

Un día antes de la oleada de retiros de la oposición, la encuestadora privada Datanálisis reveló un estudio sobre la intención de voto de los 8 millones de venezolanos habilitados para sufragar que permitiría al chavismo obtener entre 130 y 140 de los 167 diputados que integran el órgano legislativo.

Comicios garantizadas

Pese a los llamados de diversos sectores a posponer los comicios "pues una parte considerable del país no confía en el sistema comicial", el presidente del Consejo Nacional Electoral, Jorge Rodríguez, ratificó hoy que las elecciones se celebrarán "tal como están previstas en el calendario".

"A las 5:50 de la mañana estarán abiertas las 27 mil 330 mesas de votación para que ese derecho inalienable, ese derecho humano fundamental, pueda ser debidamente ejercido", dijo Rodríguez.

Los comicios serán observados por una misión de la Organización de Estados Americanos, que se encuentra aquí desde hace más de una semana. Su secretario general, José Miguel Insulza, descartó que sus funcionarios puedan mediar entre el gobierno y la oposición en busca de un acuerdo, porque "esa no es nuestra función".

Medios locales calculan que 70 por ciento de los candidatos de oposición que se habían inscrito retiraron su nombre.

Los dos partidos tradicionales de Venezuela, Acción Democrática y Copei, encabezan la lista de las agrupaciones que decidieron boicotear las elecciones. Les siguen Primero Justicia, Proyecto Venezuela, Fuerza Ciudadana, Cadecide, Bandera Roja, la disidencia del MAS, Izquierda Democrática y 11 candidatos independientes.

Entre las filas de la oposición, decidieron concurrir a los comicios 49 candidatos, a nombre del MAS, el partido Un Nuevo Tiempo y 23 independientes.

Cuando se ha iniciado el conteo regresivo para los comicios del domingo próximo, la pregunta que ronda en el ambiente político gira en torno a cuáles serán los niveles de abstención, que aunque son tradicionalmente altos para las elecciones legislativas, en este caso pondrán a prueba la capacidad del gobierno para conseguir que sus partidarios acudan a las urnas.



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