Muchos estudiantes no leen bien ni hablan en clase, según un informe. Ahora, el profesorado intenta cambiar una cultura universitaria que, según ellos, perjudica el rendimiento académico y reprime la libertad de expresión.
9 de octubre de 2025.-La Universidad de Harvard es una de las instituciones más difíciles de acceder, ya que rechaza a cerca del 97 % de los solicitantes cada año, informó Los Tiempos de Nueva York.
Sin embargo, una vez admitidos, muchos de sus estudiantes faltan a clase y no realizan la lectura, según el Comité del Pacto Social en el Aula, un grupo de siete profesores que elaboró un informe sobre la cultura en el aula de Harvard que ha generado debate desde su publicación en enero.
Cuando asisten a clase, están concentrados en sus dispositivos y se muestran reacios a expresarse. A veces, se debe al miedo a compartir ideas con las que otros discreparán. Pero, a menudo, no han leído suficiente tarea como para hacer una contribución significativa, continúa el informe.
La inflación desenfrenada de calificaciones les permite avanzar con facilidad, concluye.
Esto significa que muchos estudiantes se gradúan sin haberse beneficiado de hablar mucho con sus profesores y compañeros, y se quedan atrapados en burbujas ideológicas, sin querer o sin poder involucrarse con ideas desafiantes.
Los críticos conservadores llevan mucho tiempo argumentando que Harvard y otras instituciones de élite han permitido que el sesgo liberal domine sus campus, censurando así la libertad de expresión. Estas preocupaciones han impulsado un esfuerzo republicano por reestructurar los campus universitarios en los últimos meses. Pero incluso antes de que Trump asumiera el cargo, el informe del grupo de Harvard parecía reconocer la validez de la crítica.
“En Harvard, como a nivel nacional, la cuestión de si las personas pueden expresar sus opiniones políticas sin temor a sanciones sociales o institucionales ha atraído especial atención”, afirma el informe.