06 de abril 2011.-Un nuevo juicio oral histórico contra los ex dictadores Jorge Rafael Videla, Reynaldo Bignone y otros por el robo sistemático de bebés nacidos en cautiverio o secuestrados junto a sus padres luego desaparecidos, se desarrolla en Buenos Aires y los primeros testimonios han producido impactos a nivel nacional.
Además de ambos dictadores están sentado en el estrado los ex jefes de la Armada, Antonio Vañek y Rubén Franco, el ex jefe de inteligencia del grupo de tareas de la Escuelas de Mecánica de la Armada (Esma), el ex capitán Jorge El Tigre Acosta, y también serán juzgados el general Santiago Riveros, ex comandante de Institutos Militares, el ex prefecto Jorge Azic y el ex médico José Luis Magnacco..
En el juicio a cargo del Tribunal Oral Federal número 6, comparecerán familiares, abuelas de los niños secuestrados, hijos de desaparecidos, y varios de los jóvenes que fueron rescatados muchos años después y recuperaron su identidad, en uno de los episodios más perversos que protagonizó la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.
Este ha sido uno de los juicios más esperados y la querella se presentó a mediados de los 90. Después de la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto final en 2005 todos los juicios volvieron a los tribunales y en estos dos últimos años se desarrollan en todo el país.
Videla, quien acumula varias condenas a prisión perpetua por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, fue el primero en ingresar esposado al recinto de la Sala AMIA, en los Tribunales Federales, para ser juzgado por 34 casos de robo de niños y cambio de identidad, entre ellos, el nieto de Estela de Carlotto, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, nacido durante el cautiverio de su madre que fue asesinada, y cuyo paradero aún se desconoce.
También está el caso de la nieta del poeta argentino Juan Gelman, apropiada al nacer y recuperada 24 años después (en el año 2000) y cuya madre María Claudia García de Gelman está desaparecida en Montevideo, Uruguay. Su padre Marcelo Gelman fue asesinado en el Centro Clandestino de Detención de Orletti, sede local de la Operación Cóndor, coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur. Desde allí fue llevada su madre a Uruguay.
Macarena Gelman junto a otros nietos de los más de cien recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo asistirán y escucharán testimonios dolorosos sobre lo sucedido con las centenares de madres que pasaron por los centros clandestinos de detención y exterminio. Allí en clínicas clandestinas o militares tuvieron a sus niños, de los que fueron despojadas para ser desaparecidas.
Durante las audiencias se intentará demostrar que el robo sistemáticos de niños fue la ampliación de un plan original de la represión para decidir “una solución” a esta “cuestión”.
La fiscalía señala en su presentación que a partir del secuestro de mujeres embarazadas “se redefinió el plan originario”, y se instalaron maternidades clandestinas en los Centros de Detención “estratégicamente elegidos” en esta capital, el Gran Buenos Aires y La Plata, donde se produjeron la mayoría de los partos.
Se cita a la Esma, el hospital militar de Campo de Mayo, donde las secuestradas-desaparecidas eran alojadas en la Sala de Infectología o en la nursery y en los centros Automotores Orletti, Vesubio. El Olimpo.
Uno de los más importantes también fue el llamado Pozo de Banfield en el sur del conurbano bonaerense y la Comisaría Quinta de La Plata, y La Cacha en lo que fuera antiguamente la sede de Radio Provincia de Buenos Aires, cerca de La Plata.
En 1998, el ex fiscal federal y hoy camarista (juez) Eduardo Freire, impulsó la causa iniciada por la denuncia en 1996 de un grupo de Abuelas, entre ellas Estela de Carlotto y Rosa Roisimblit, solicitando la investigación y considerando como sistemático el robo de niños nacidos en cautiverio.
Proceso judicial emblemático
La diputada Victoria Donda, cuyos padres María Pérez de Donda y José María Donda están desaparecidos y que fue apropiada por un tío para entregarla en adopción, y recuperada en 2004 por Abuelas consideró que éste es un juicio tan importante como el de las Juntas Militares en su momento.
Hay casos emblemáticos donde los fiscales pueden demostrar la sistematización del robo de niños y entre éstos se cita el de Liliana Pereyra, quien fue trasladada de la base de buzos tácticos de Mar del Plata a la Esma para dar a luz, en febrero de 1978 y devuelta a esa ciudad sin su hijo, que quedó en la Esma y hasta hoy es buscado por los familiares.
Los testimonios dan cuenta que muchas de las parturientas daban a luz esposadas o vendadas y hay declaraciones de enfermeras o parteras que denunciaron estos hechos y en algunos casos fueron desaparecidas. El ex soldado Carlos López López, quien cumplía el servicio militar obligatorio en el Hospital Militar, testimonió que vió a Laura Carlotto, la hija desaparecida de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Esto fue el 26 de junio de 1978, fecha que recuerda porque es su cumpleaños y aseguró que el bebé fue llamado Guido por su madre, como también testimoniaron otras sobrevivientes. El niño fue sacado del hospital por un “hombre de civil” alto de anteojos, mientras que otros dos ordenaron al capitán médico que atendió el parto, Jorge Chovancek, que inyectara a la joven un líquido, después de lo cuál fue llevada del hospital en una acción comandada por el teniente coronel Federico Antonio Minicucci.