Primera Parte

Orígenes: ¿Qué sabe usted de Gustavo Cisneros?...

Nota de Aporrea: Hemos recibido el siguiente material, que colocamos a consideración de nuestros asiduos visitantes para su análisis.
Hace unos días la prensa se hizo eco de los comentarios en Washington sobre las gestiones del Gobierno de Bush, interesado en promover a Gustavo Cisneros, el magnate de las comunicaciones, como candidato a la Presidencia de Venezuela. ¿Quién es Gustavo Cisneros y cuál es el origen de su fortuna? El padre de Gustavo Cisneros fue Diego Cisneros, quien nació en Cuba y emigró a Venezuela en 1929, junto con su hermano Antonio, donde comenzó a tener éxitos en diversas actividades comerciales gracias a sus aptitudes para el trabajo y una inclinación natural, que hasta sus enemigos reconocían, a utilizar las relaciones personales y públicas; inclinación favorecida por su carácter abierto, audaz, creativo y sin escrúpulos. Aún lejos de Cuba, no dejó nunca de cultivar amistades con políticos y negociantes de la isla. Se dice que fue amigo de Grau San Martín, Prío Socarrás y otros dirigentes políticos cubanos de la década de los años con la llamada “Legión del Caribe”, formada por grupos políticos de Cuba, México, República Dominicana y otros países, con el objeto de combatir a los gobiernos de Trujillo y Batista. Estas relaciones no eran comprobables porque Diego Cisneros se cuidaba de no dar muestras de excesiva parcialización política y sabía nadar en dos aguas. Años más tarde, el padre de Gustavo Cisneros, obtuvo la franquicia de la distribución de Pepsi-Cola en Venezuela y entró en competencia con la Coca-Cola y otras bebidas refrescantes ga-seadas. Coca-Cola, más antigua y con más despliegue de propaganda, estaba posesionada del mercado. No fue fácil para Diego Cisneros entrar en la competencia. Los consumidores se habían acostumbrado al sabor de la Coca Cola y encontraban a la Pepsi-Cola dulce y con demasiada “agua”. Diego Cisneros no se amilanó por el peso de sus contrincantes y de las tradiciones. Entró a pelear por el mercado y aplicó métodos que había aprendido en Cuba. La batalla de las botellas Diego Cisneros dio órdenes de destruir a como diera lugar las botellas vacías de sus competidores. Bandas mercenarias se dedicaron a recoger las cajas de botellas vacías de la Coca-Cola y de otras gaseosas en las bodegas o mediante el asalto a los camiones de reparto. El procedimiento, violento e ilegal, era un golpe mortal a los fabricantes, porque agregaba un costo adicional a la producción, al obligar a reponer la botella de vidrio. Además, Diego Cisneros impulsó e invirtió en una novedosa campaña de publicidad, con artistas de fama internacional y hábil mensaje a la juventud a través de eventos y figuras del deporte. En gran medida el éxito debe atribuirse a su sobrino Oswaldo, quien pasó a controlar a Pepsi-Cola. Diego Cisneros ganó la batalla. Dejó atrás a Coca-Cola y acabó con los competidores más débiles, incapaces de sostener la feroz embestida. No sólo tomó el mercado sino que obtuvo la franquicia en otros países, especialmente Brasil, con un mercado de 165 millones de habitantes. Así comenzó a fluir la reproducción del capital de Diego Cisneros, pero era sólo el comienzo. A la conquista de la televisión A la caída de la dictadura de Pérez Jiménez quebraron algunas empresas importantes que no resistieron el cambio político, entre ellas Televisa, hoy Venevisión. Ya para entonces Diego Cisneros había formalizado su alianza política con Rómulo Betancourt y los altos dirigentes de Acción Democrática. Trajo técnicos y profesionales de Cuba, país en donde estaba más adelantada la televisión, y con dinero facilitado por la influencia política de Rómulo Betancourt y AD, Diego Cisneros tomó posesión de lo que sería uno de los más poderosos medios de comunicación del país. Con Pepsi-Cola y Venevisión, Diego Cisneros montó, con bombos y platillos la Organización Diego Cisneros (ODC). En ese tiempo Gustavo Cisneros no había cumplido 30 años y, junto con sus hermanos, espera sin impaciencia la hora de la sucesión. Alianza Rockefeller Tinoco-Cisneros Enfermedad y muerte de Diego Cisneros A comienzos de los años setenta, Diego Cisneros sufrió una hemorragia cerebral. Quedó impedido fisicamente, pero no mentalmente. Entonces, se encerró en su residencia y se dedicó, hasta su muerte, en 1980, a impulsar la creación del imperio económico de los Cisneros y a completar la formación de sus hijos: Carlos, Ricardo y Gustavo. En esa década comenzó el ensamblaje a profundidad entre la "Organización Diego Cisneros" y la torrentera de recursos financieros provenientes del mundo político, especialmente de la fortuna que logró amasar Carlos Andrés Pérez en el ejercicio de la Presidencia de la República mediante toda clase de delitos, manipulaciones y aberraciones. La "ODC" pasó a ser la más amplia y poderosa organización que cumplía la misión de ocultar y administrar la riqueza de Carlos Andrés Pérez. Gustavo Cisneros asume el mando A la muerte de Diego Cisneros, quedó Gustavo, el hijo menor, al frente de los negocios de la "ODC. El mayor, Carlos, murió en un accidente al sur de Venezuela, en Guayana. Gustavo Cisneros estudió en Estados Unidos y se graduó en la Escuela de Negocios de la "Babson Institute" de Masachuttes, una institución de segunda categoría no frecuentada por los estudiantes provenientes de las firmas más rutilantes del mundo de los negocios y que desean las mejores credenciales, sino por aspirantes de segunda categoría. El principal y más lucrativo negocio Gustavo Cisneros logrará, gracias a una gestión sin escrúpulos, una gigantesca expansión del imperio económico de la familia mediante una vía más lucrativa: recibiendo, administrando y arrojando una manta de discreción sobre la fortuna de Carlos Andrés Pérez . A la muerte de Diego Cisneros la fortuna de Gustavo Cisneros era apreciable pero de ninguna manera tenía las dimensiones que adquiriría después, ubicándosele hoy entre los diez hombres más ricos de América del Sur. La gran tajada que CAP tomaría del "boom" petrolero de los años setenta tendría en adelante su guarimba en los fondos y negocios de la "ODC" La alianza Rockefeller- Tinoco-Cisneros A esa misma época corresponde la adquisición de la Corporación Distribuidora de Alimentos (CADA) y sus expendios de alimentos y víveres. CADA había sido establecida en Venezuela por Nelson Rockefeller, el gran capitalista norteamericano dueño de bancos y empresas petroleras, mediante un acuerdo con Rómulo Betancourt durante su primer gobierno(1945-48). Posteriormente, la entonces Asociación Latinoamericana de Comercio (ALAC) decidió que las empresas extranjeras, como era la IBEC de Nelson Rockefeller, propietaria de CADA, estaba obligada vender un 80 % de sus acciones a inversionistas locales. Rockefeller no quería desprenderse de CADA por sus excelentes beneficios y necesitaba un testaferro que le permitiera aparentar cumplir las disposiciones de la ALAC y ,al mismo tiempo, retener a CADA bajo su control. Tinoco encuentra una solución Pedro R. Tinoco, abogado asesor de corporaciones y bancos norteamericanos, incluyendo el Chase Manhatan Bank, en ese tiempo propiedad de la familia Rockefeller, propuso a Gustavo Cisneros como socio de Nelson Rockefeller a los efecto de las decisiones de la ALAC. Gustavo Cisneros "aportó" veinte millones de dólares (USA) y la administración de CADA quedó en las manos de la "Organización Diego Cisneros". No causó ninguna extrañeza que Gustavo Cisneros pudiera tener "20 millones de dólares" para asociarse con Nelson Rockefeller. Una hábil gestión comunicacional y una más hábil "relaciones públicas" daba como un hecho que Gustavo Cisneros era un hombre "muy poderoso y rico". Un nutrido equipo de guardaespaldas, una vida fastuosa, casa en el Country Club, un apartamento de lujo en Nueva York, jets privado, un yate maravilloso, relaciones con la alta sociedad caraqueña, alimentaba aquel esplendor. Tras bastidores, las arcas de la ODC se habían hinchado con la torrentera de dólares sustraída por CAP de la orgía petrolera. La administración de CADA dio una enorme ventaja financiera a la "Organización Diego Cisneros". Podía disponer de la liquidez generada por el dinero fresco producido a diario por las ventas en efectivo de los CADAS atrasaba por seis y hasta diez meses los pagos a los proveedores sin pagar intereses, lo que significaba un extraordinario negocio adicional. Bienvenido al mundo financiero de los Rockefeller Convertido en "socio" de Nelson Rockefeller y apadrinado por Pedro R.Tinoco y Carlos Andrés Pérez, Gustavo Cisneros pasó a ser una figura de las altas finanzas internacionales. Los grandes capitales transnacionales lo tenían a la mano para "disfrazar" de nacionales sus inversiones y Carlos Andrés Pérez podía contar con un personaje, ahora rodeado de la aureola de gran magnate, para ocultar discretamente la fortuna mal habida en el ejercicio del poder. La pepsi-democracia Cap-Cisneros La Pepsi-Democracia. La alianza Gustavo Cisneros- Carlos Andrés Pérez no pasó desapercibida para el país y llegaría, al correr de los años y acentuarse la descomposición del gobierno de Carlos Andrés Pérez y expandirse la corrupción AD-Copei como una peste, a convertirse en un hecho político que afectaba a todo el sistema político. En 1984, Jorge Olavarría, en su revista "Resumen" ( 1-7-84, No. 555), escribiría que nadie mejor, como la "Organización Cisneros", representaba el paralelismo entre la Cuba corrupta de Prío Socarrás de los años cuarenta y la Venezuela corrupta de Carlos Andrés Pérez. Melosos y codiciosos Decía Jorge Olavarría refiriéndose a los Cisneros; "Su codicia los hace simpáticos y melosos con quienes quieren conquistar. No hay Ministro del Interior que se haya resistido al encanto de "Gustavito". Poco han rechazado una invitación a "La Romana", la posesión dominicana adonde llevan a los amigos " a descansar". Tienen a su servicio a plumarios y payasos, sabios y tontos, que los aconsejan cómo encontrar el punto flaco de aquel a quien quieren penetrar y poner a su lado. A Rafael Caldera le editan un libro. A Pérez le alquilan un casa en “La Lagunita”. La licencia de un canal de televisión ha sido usada como un arma poderosísima de intimidación, chantaje y conquista." Los Cisneros a la dominación total con C.A. Pérez "Todo lo han conquistado, sigue Jorge Olavarría, no hay ministerio, ente, ni corporación en donde la "Organización" no tenga el brazo metido, pero su más preciada conquista, su más poderoso instrumento, su más fuerte carta a la dominación total la tienen en Pérez. Tienen que pagar un alto precio y deben correr enormes riesgos. Pérez dispone de la flota de aviones de la "Organización" a su entero antojo. Pérez no necesita el dinero de la "Organización", pero le sirve de cómoda excusa para cualquier ingenuo que se pregunte de dónde saca Pérez el dinero para hacer todo lo que hace" Perfecta simbiosis entre C.A. Pérez y Cisneros "Pero más que eso, continúa Jorge Olavarría, mucho más que eso, entre Pérez y la "Organización" hay una perfecta simbiosis de objetivos, de métodos, de mentalidad. No necesitan acordarse para estar de acuerdo. Responden a unos mismos resortes éticos, a una idéntica y cínica manera de ver la política, a los hombres, al juego por el poder. Son "anticomunistas" de ocasión. Visten su falta de mensaje y de contenido con un "anti" estéril e hipócrita…la Pepsi-Cola aspira a erigirse como una alternativa de poder.." De cómo la Pepsi-democracia se convirtió en un poder Cuando murió Diego Cisneros, en 1980, poco después de finalizado el primer período de C.A.Pérez, el capital de la "Organización Cisneros" estaba representado por su participación en la franquicia de Pepsi Cola, en CADA y en Venevisión. La herencia de Diego Cisneros debió repartirse en un 50 por ciento para la esposa y el otro 50 por ciento en partes iguales entre todos los hijos de Diego Cisneros. Esto significa en números algo así como el 8,33 por ciento de la herencia. Aún es comentario en los Tribunales de Justicia de Caracas la estafa que sufrieron los sobrinos de Gustavo Cisneros, los herederos de Antonio José Cisneros, el hermano de Diego que vino con él a Venezuela desde Cuba en 1929 y están pendientes en las manos de jueces las demandas de Anita Cisneros que reclama su parte de la herencia. Aún así no es suficiente para ser considerado como "uno de los hombres más ricos". ¿ Cómo creció ese 8, 33 por ciento hasta convertirse hoy en una de las mayores fortunas de este tiempo? ¿De dónde vinieron los capitales que permitieron formar un nuevo y boyante "Zar de las Comunicaciones"? ¿Cuál fue el milagro que permitió el nacimiento de uno de los billonarios de las Américas? La piedra toque debe buscarse en las cuentas abundante de dólares que C.A. Pérez sacó del país. ¿Dónde podían estar más seguras y cubiertas, dónde podían pasar más desapercibidas sino "almacenadas" y "administradas" por quien nadie dudaba ya para entonces que era "uno de los hombres más ricos de las Américas." Sin embargo, no sólo fue el saqueo a Venezuela depositado por Carlos Andrés Pérez en las arcas de la "Organización Diego Cisneros", quien dio el primer impulso para convertir el 8,33 por ciento de la herencia paterna en una fabulosa fortuna, Gustavo Cisneros también "ayudó" a Hipólito Mejía, Presidente de la República Dominicana , y a su corte de succionadores del fisco dominicano, a ocultar y administrar el dinero mal habido en el abuso del poder. El oficio de testaferro de capitales y fortunas, provenientes de los desaguaderos del tesoro público, de las comisiones por contratos, de los negociados del endeudamiento externo, del manejo de las partidas secretas, nunca había tenido tan hábil, inteligente, versátil y exitoso exponente. Los zarpazos de la "organización"Escándalo en Madrid Gustavo Cisneros compró las "Galerías Preciadas", mega-tiendas por departamento muy conocida en España, y originó un gran escándalo. La adquirieron a "precio de gallina flaca", como dicen en Venezuela, y al poco tiempo la vendieron obteniendo jugosas ganancias. La sospechosa negociación no hubiera sido posible sin la complicidad del gobierno español presidido por Felipe González. Según se dijo, los dueños de las "Galerías Preciadas" tenían obligaciones pendientes que sólo podían ser superadas con el aval oficial. El visto bueno e influencia de Felipe González y sus ministros favorecieron el zarpazo de la "Organización Cisneros". Carlos Andrés Pérez fue un factor fundamental en esta negociación, de la que obtuvo un excelente beneficio. Felipe González estaba en deuda con Carlos Andrés Pérez desde los años setenta. En 1972, el Partido Socialista Obrero Español se dividió en dos bandos: los "históricos", cuya principal cabeza era el veterano Rodolfo Llopis y los " renovados" dirigidos por Felipe González y Alfonso Guerra. Cada uno de los dos bandos disputaba por las siglas. No les quedó más remedio que apelar a la Internacional Socialista. Su decisión, en 1974, fue inapelable: el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra quedó reconocido como el único y verdadero. En la decisión tuvo una gran influencia Carlos Andrés Pérez, entonces Presidente de Venezuela y lider de Acción Democrática, cuya opinión era considerada determinante. Pero, además, Pérez y Cisneros ayudaron generosamente a la campaña electoral que llevaría a Felipe González a la Presidencia del Gobierno de España. Cuando Cisneros pidió un favor a Felipe González, recomendado por CAP, Madrid cedió gustosamente. La mega tienda por departamentos "Galerías Preciadas" fue adquirida. Una vez más funcionó el entendimiento entre Gustavo Cisneros y Carlos Andrés Pérez para los buenos negocios, abultando la fortuna de los Cisneros. Los lios con el "play boy Berti Calen A raíz de esta negociación, Cisneros incursionó en la compra de inmuebles en Londres a través de Berti Calen, vinculado con un alto magnate inglés. Calen era un "play boy" dueño de la discoteca de moda Le Club en Caracas, muy conocido en el ambiente de alta sociedad caraqueña. Cuando Cisneros se negó a pagar la comisión convenida con Berti Calen, éste le demandó. No se hicieron esperar las represalias políticas. Jaime Lusinchi, entonces Presidente de la República, ordenó al jefe de su policía "apretarle la tuerca " a Calen. Una noche Le Club fue allanado y destruido por la Digepol, incluyendo el saldo de un muerto y varios heridos. Berti Calen capituló y retiró sus demandas. Al "play boy" no lo abandonó la mala suerte. Se fue a Miami y una mañana tuvo un accidente mortal a bordo de una lancha de alta velocidad en las aguas de La Florida.


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