Celofán roto


No sé si a ustedes, pero a mi me resulta un tanto "extraña" la reacción que
han tenido los más acérrimos "defensores de la libertad y la democracia" en
Venezuela con el caso Bolivia. Decir que algunos de nuestros opinadores de
oficio se quedaron mudos de espanto cuando vieron las imágenes de las
"hordas" bolivianas defendiendo la soberanía de su país, es poco esclarecedor.
Y es así como unos cuantos medios se hicieron los "alemanes" y sólo "discretamente"difundieron los acontecimientos bolivianos de este octubre.
El Universal, por ejemplo, tituló en la primera plana del sábado 18/10/02: "Bolivia estrena presidente". Raro eufemismo para calificar los sucesos en un país que tenía un mes de revueltas populares, donde fueron asesinadas más de 80 personas.

Esta actitud contrasta con la afonía que suele atacar a los dueños de medios de comunicación venezolanos cuando se trata de invocar la intervención extranjera en nuestro país. Pero no sólo son los dueños de los medios, los periodistas estrellas o los opinadores de oficio. También hay que contar a chavistas despechados, socialdemócratas reencauchados, democratacristianos arrepentidos, radicales haciendo pipi fuera del perol (pero a 100 metros como dice mi amigo Gu), trotskistas enloquecidos, etc. Todos deben haber pensado en apoyar esta revuelta popular. Pero, ¿cómo decir que aquí se puede hacer igual que allá, pero diferente? ¿Cómo hacer aquí lo que allá pero diciendo que las "hordas" de allá no son iguales a las de aquí? A los dirigentes de oposición se les está poniendo el mundo pequeño. No se puede ocultar por mucho tiempo el fascismo. Ni el racismo. Ni el gorila que algunos llevan por dentro. Sucedió el 11A. A la hora de las chiquitas, los ideales, la formación, la ética, marcan las actuaciones de los seres humanos. Y no puede ser de otra manera. Uno no se imagina a Sánchez Losada huyendo a otro lugar que no sea Miami. Lo lógico, lo coherente, lo normal hubiese sido que nuestros parlamentarios, dirigentes y periodistas de oposición condenaran la matanza en Bolivia y se alegraran de la victoria popular. Pero, ¿cómo hacerlo con el tal Evo atravesado?

Sí, ese mismo que es amigo del "dictador" Chávez. ¿Cómo apoyar a esos indios
mal vestidos?

¿Qué hacemos creativos salvadores? ¿Cómo explicamos esto que quede bien
bonito y parezca verdad?

Se escudan tras la ignorancia. Pero qué va, el celofán ideológico está roto.

Poco a poco van quedando al descubierto. Poco a Poco.

*Periodista


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Mercedes Chacín*


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