Una forma sutil de mentar la madre

Ensayo Intelectual

Debo escribir esto con rabia y dolor; otro sentimiento no es posible, menos ese que está de moda en la mass media y que nos neutraliza. Se complican los objetivos y no es culpa de los oprimidos. Ellos no han asesinado sus ideas simples, lógicas e irrebatibles con tratados ideológicos discutidos en bares de la bohemia con un libro de Marx mal interpretado. En serio, no saben como salir de una mediocre intelectualidad que les regala un buen trago 12 años y una revolución que se disemina en la dialéctica y jamás entra en acción. En el barrio, las cosas cambian ¡Y como! La disciplina que logra una victoria, cuando un concepto puro y tajante solo exige soluciones naturales a la dignidad del ser humano. Una cloaca donde antes el excremento veía la luz del día. El agua potable que evita una epidemia. El mercado simple que sustituye a los oligopolios y que, en honor a la verdad, no solo tiene nutrientes físicos necesarios; también morales. Organizados como panal de abejas, mientras aquí discuten el verbo y se pierden en ideas controvertidas. Por que ser el motor de la revolución oculta ese complejo pequeño burgués. Vacaciones en Agosto, profesional bien remunerado, el whisky para un bautizo que pasa de dos millones, un carruaje 4x4 y una biblioteca con Chomsky, Petras y un manifiesto comunista carcomido por las polillas; todo para impresionar al camarada compatriota de su humilde percepción revolucionaria ante el proceso bolivariano. El tazón de peltre solo es un objeto curioso de colección. Como diría Buñuel: El Discreto encanto de la Burguesía. Para eso se quemaron las pestañas y son portadores de la verdad social que se estrella en un simple rancho de algún barrio caraqueño. La era, ésta que no debe fenecer para esperar otros cien años, está pariendo una nueva burguesía más peligrosa. No solo repiten el plan que entronizó durante cuarenta años a sus enemigos; ahora conocen las fallas que provocaron su caída y apuran sus movimientos estratégicos tratando de aventajar a quienes crean en la utopía. Paralelos, diligentes saboteadores y conocedores del gatuperio político, se enristran en el proceso y emerge la sonrisa estereotipada ante la foto oportuna al lado del Comandante Chávez. Se horrorizan ante el vulgo; incluso, evitan el roce que amenaza el sentido del olfato. Pero, que curioso, aplauden el folclor de Hugo y su manía por verse rodeado de la morralla. Hugo no cuadra en sus álbumes fotográficos y estas imágenes son candidatas al futuro censor de una tijera. Hugo es muy simple y sus ideas de un país con la participación directa del pueblo, eligiendo su propio destino y beneficiándose de lo que por derecho es suyo, es un plan que no está en su agenda de insignes conductores dogmáticos de la revolución naciente. Hugo estorba y tiende a ligar su lucha con los descamisados. Hugo no le da más importancia a un museo y se empeña en socializar los intereses oligarcas. La rebeldía de Hugo nació en una ciudad que no se vio afectada por otras necesidades culturales. Allí la tierra es un tesoro que aún se esconde en el latifundio. Hugo lo sabe y lucha por erradicarlo. Está bien que se efectúe una reforma agraria, pero Hugo debe asimilar que esto no contribuye a mantener el poder. Al imperio, padre de los burgueses salientes, no le gusta estos maridajes con la chusma y está muy claro para esta burguesía enquistada en el estado y algunos intérpretes beneficiados por ella, que está en peligro su permanencia y subsiguiente ingreso económico. Hugo arriesga, por instinto libertario, su reciente inclusión en la cofradía intelectual y la pereza reflejada para el arado; no así, para la diligente gesticulación oratoria frente a las cámaras, una mesa en algún salón de conferencias en el Teresa Carreño o en el living de su bien ubicado penthouse. Simón Bolívar y Ernesto Ché Guevara adornan simbólicamente la sala u oficina, pero esos terminaron muriendo tontamente y la carrera de mártires no puede disfrutarse después de la graduación. ¿El petróleo? Aparte de su pestilencia, el tema exige más prudencia. Le informaron a Hugo de los resultados obtenidos, flamante victoria – dijeron –. Y el Comandante se alegro y compartió su júbilo con todos los ingenuos; la mayoría por cierto. Sin embargo, la historia continúa. La incursión fascista no ha cesado y esta clase media, burguesía emergente, hizo sus negociaciones particulares a nombre de la patria y con la cobardía ante el Goliat con botas de cowboy. Para eso están; son asesores y el fin justifica los medios. Marín en el norte, premiado con un sueldo en dólares, después de haber infiltrado a los inocentes golpistas.

Hugo aún sigue rebelándose y el vulgo se sigue organizando. Se abre un nuevo frente de lucha que preocupa a quienes apuestan por una paz negociada. Esta es más limpia y no se transpiran los temores. ¿Quién podría apostar por Lina Ron o algún dirigente vecinal, si al imperio se le ocurre descubrir un nuevo nido de armas de destrucción masiva? ¿Cuántas vidas costará seguir cediendo terreno al imperio y sus cancerberos?

Este artículo está dedicado a esa mentira intelectual que hoy aborda nuestra política y que excluye a las masas populares. Cien años pasarán, mis estimados caballeros de la literatura, si no transmutamos nuestro lenguaje ideológico y nos convertimos en maestros de escuela para educar políticamente a ese pueblo que hoy ha despertado su conciencia revolucionaria. Cien años pasarán, mis estimados ratones de biblioteca, si no simplificamos los objetivos y evitamos aviesas interpretaciones de esta revolución bolivariana. Cien años más por su cobardía y egoísmo intelectual.

Chávez lo sabe y ha sido más inteligente que ustedes. Decidan su suerte y asuman la valentía de este pueblo o apártense del camino. Pan, Educación, Tierra y Trabajo ¿Quieren algo más simple?

msilvaga@yahoo.com









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Mario Silva García

Comunicador social. Ex-miembro y caricaturista de Aporrea.org. Revolucionó el periodismo de opinión y denuncia contra la derecha con la publicación de su columna "La Hojilla" en Aporrea a partir de 2004, para luego llevarla a mayores audiencias y con nuevo empuje, a través de VTV con "La Hojilla en TV".

 mariosilvagarcia1959@gmail.com      @LaHojillaenTV

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