Los acontecimientos me llevan por caminos de incertidumbre, parecidos a los que un día manifestó la oposición asesina que asalto el poder y entre sus delitos estuvo; quemar seres vivos porque eran chavistas: pero mis motivaciones para sentirme desconcertado son otros.
Aún siento, que la muerte anda rondando y creo cuando menos lo espere; me va a costar por lo mínimo un ACV prematuro; porque no creo poder seguir aguantando tanta descomposición ideológica, sin pegar gritos que lleven mi irreverencia a ser considerada una enfermedad clandestina de peligro.
Todas las angustias que están causando este ataque criminal del imperio: justifica que la ignominia por tal motivo; me lleve a aceptar, que pueda seguir justificando tanta desigualdad en un ataque disfrazado donde el enemigo es aliado y viceversa y solo se muestran los daños colaterales que afectan al PUEBLO llano.
La forma que aprovecha este sistema para acumular riquezas en este tiempo de pandemia; rebasa la voracidad de estafas mundiales anteriores; son evidentes y superior a los de cualquier otro tiempo; mientras la pobreza crece aceleradamente según estudios confiables; con porcentajes superiores a los de cualquier otro ataque de guerra en el mundo, usan las mismas características capitalista que veníamos arrastrando.
Pareciera que nos cayeron la siete plagas de Egipto; no tanto por el ataque criminal; sino por haber aceptado doblegar la LUCHA y pacificarnos a un imperio criminal que conocemos; dejando a un lado compromisos de vida con el sueño socialista: esta posición expuesta me lleva a ser un irreverente y en capitalismo esa osadía tiene un costo y lo están cobrando con sangre, arremetiendo con la misma lanza que construyeron las desigualdades que padecemos desde que decidimos tomar este camino: la balanza sigue para el mismo lado y ha convertido la vida de los luchadores en un infierno no comparable a holocausto alguno, impuesto por los imperios. La pandemia manipulada es lo que causa en mi vida, una arrechera ambulante que se niega aceptar que en el camino escogido se hayan quedado, una gran cantidad de sus mejores combatientes y que sentirme solo me haga pensar; que la LUCHA fue robada a los consecuentes y tomo la palabra de Bolivar antes de su muerte (aunque no se ha comprobado) para que valga la comparación "he arado en el mar".
Pero no voy a rendirme; el pensamiento del PUEBLO, es lo más parecido a un volcán: permanece tranquilo e inofensivo, a pesar de tener siglos sin erupción; pero el día menos pensado dispara toda su furia y deja de ser lo que aparentemente parecía, para mostrase rebelde gritando desde la angustia: PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
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