Es el uso indebido de instrumentos jurídicos para fines de persecución política, destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político. Combina acciones aparentemente legales con una amplia cobertura de prensa para presionar al acusado y su entorno familiar, de forma tal que éste sea más vulnerable a las acusaciones sin prueba. El objetivo: logar que pierda apoyo popular para que no disponga de capacidad de reacción y defensa. El rol del Poder Judicial: se ha convertido en los últimos años en un potente espacio desde donde desplegar, casi sin limitaciones, estrategias de desestabilización y persecución política, hasta colocarse muy lejos del principio republicano del equilibrio de poderes. Es el único que no deriva de la voluntad popular, sino de complejos mecanismos de designaciones políticas y concursos, sumado a privilegios que los demás poderes no tienen. Esto le permite operar políticamente bajo un completo manto de institucionalidad. Se persiguen objetivos similares a los buscados por la fuerza: deslegitimar y perseguir figuras políticas populares opuestas a sus intereses. Lo hacen a través de "expertos", que manejan un lenguaje técnico objetivo el lenguaje jurídico, que se jacta en decir de no estar "contaminado" por la política.
Lula Da Silva, se encuentra ahora libre y en la plaza pública, tras una ley que le permitió estar fuera de prisión, mientras el máximo tribunal define un proceso por el que ha sido condenado ya en tres instancias. El exmandatario fue condenado a una pena de 8 años y 10 meses de prisión por corrupción y lavado de dinero. El abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que la absolución es una prueba de que el expresidente es víctima de una persecución que, busco evitar su regreso al poder. De hecho, desde su salida de la cárcel, Lula Da Silva se ha convertido en un serio contrapeso al presidente Jair Bolsonaro, un presidente que mantiene bajos niveles de popularidad, y que fue elegido en medio de los graves casos de corrupción y violencia que azotaron a Brasil, para el momento de su elección dudosa. Pero la judaización funciono, en contra de Lula Da Silva, el acuerdo entre el Juez Sergio Moro y Jair Bolsonaro logro su objetivo que, era evitar que Lula Da Silva ganara las elecciones nuevamente en Brasil. Esta sucia jugada se vio muy de bulto y grosera.
La Judiaización de la política es una herramienta de la derecha del fascismo, para eliminar Gobiernos de Izquierda y Progresista, no se conoce en los últimos cien años en la vida política en el mundo que, un gobernante de derecha haya sido destituido por la vía de la Judializacion. En el momento brillante del progresismo en el Continente Americano, a partir de 1999, se inician en el Continente un proceso de eliminación de Gobiernos Progresistas, por la vía de la Judializacion, de acuerdo a lo diseñado por el Gobierno de los Estado Unidos, bajo la ejecución de la OEA. Ya la lista se hace grande de presidente destituidos por la vía grosera de la Judializacion: Fernando Lugo, Dilma Rousselt y Lula Da Silva y hoy se persigue con la misma herramienta a: Cristina Fernández, Rafael Correa y recientemente al Presidente Evo Morales.
El proceso de Judializacion de la politica en Venezuela, se inicia en el momento cuando el Fiscal General de los EE.UU, emite acusaciones sin prueba en contra del Presidente Nicolas Maduro, y otros altos funcionacio de la administracion del Estado y dirigentes fundamentales del PSUV, tenemos que destacar que el gran aliado de la Judializacion en Venezuela, y en el mundo es la gran prensa que crea las condiciones para que el proceso de destitucion, se realice y sea justicado por los pueblos, recordemos los caso de Irak y Libia. En Venezuela el diputado rastrojo Juan guiado se juega su ultima carta para derrocar al Presidente de Venzuela Nicolas Maduro, a traves de la Judializacion. Es la informacion de buena que nos llega, pendiente con esta nueva jugada.
