El Mayo Francés y el Socialismo del Siglo XXI

Creo que no se ha valorado suficientemente el Mayo Francés. Muchos lo recuerdan como una especie de insurrección estudiantil ingenua y bonita. En realidad se trató del epicentro de un movimiento histórico que incide hasta hoy en las corrientes ideológicas que se debaten en el mundo. Alrededor de ese epicentro, desde el punto de vista de los aportes de toda una época, se produjeron hechos directamente vinculados a él en los terrenos de lo social y de las ideas: el movimiento hippie, el movimiento antibélico, la eclosión definitiva de la victoria antiimperialista en Vietnam, el surgimiento del eurocomunismo, la primavera de Praga, la Renovación universitaria en Venezuela. Y en muchos sentidos, esos movimientos prefiguraron en buena parte el Socialismo del Siglo XXI.

El Mayo Francés representó una corriente libertaria que se enfrentó tanto al capitalismo salvaje como al capitalismo de Estado en que degeneró el campo socialista europeo por obra de la burocracia estatal corrupta que sustituyó el papel del pueblo en la Unión Soviética y sus países satélites. En esa onda de libertad se inscribe la corriente de apertura de los partidos comunistas europeos, que se liberaron del tutelaje que pretendía imponerles la burguesía soviética reinstalada en el poder gracias al burocratismo que se apoderó del Partido Comunista soviético y del Estado. También la primavera de Praga, cuando el pueblo checo y eslovaco se alzó contra el gobierno capitalista y opresor disfrazado de socialista (lo que han llamado el “socialismo real” y que yo llamo el “socialismo irreal”), y que dio lugar a la invasión imperialista por parte de la Unión Soviética ya degenerada. Forma parte vital de esa historia de lucha mundial contra el capitalismo la gran victoria del pueblo vietnamita ante el imperialismo, que tuvo gran ayuda del movimiento antibélico mundial y especialmente del que desarrolló el propio pueblo norteamericano, sobre todo los jóvenes de ese país, incluido el movimiento hippie, que se levantó contra la ideología fascista dominante en los Estados Unidos, proponiendo nuevos valores referidos al amor, la solidaridad, la vida comunitaria, la austeridad, la libertad de pensamiento y actuando contra los guerreristas burgueses. También hay que incluir en esa corriente a las rebeliones estudiantiles en diversos países, como por ejemplo la Renovación universitaria venezolana.

Ese enfrentamiento a los dogmas de todo tipo es una contribución histórica de aquellos movimientos al debate abierto que irá definiendo al Socialismo del Siglo XXI.

La revuelta de los jóvenes franceses, en mayo de 1968, a la que se sumó la gran huelga de la clase obrera de ese país, en la que participaron las dos terceras partes de los trabajadores de Francia, presentó planteamientos programáticos, en el seno de las universidades, que prefiguran características imprescindibles del socialismo que queremos construir. En el manifiesto de la Asamblea General de los universitarios franceses hay exigencias muy significativas, entre otras:

- La independencia de la universidad con relación al poder político
- La educación gratuita en todos los niveles
- La igualdad de oportunidades en la educación
- Organos de poder paritario (50% profesores, 50% estudiantes)
- Fijación democrática de los presupuestos
- La universidad concebida como un centro de cultura social, con participación de los trabajadores

Los movimientos populares de los años 60 tuvieron elementos comunes que los hacen precursores de valores propios del Socialismo del Sigo XXI, a saber:


- Enfrentamiento al hegemonismo de gran potencia
- Lucha por la participación democrática y directa de los ciudadanos
- Lucha por la justicia social
- Enfrentamiento contra el burocratismo de todos los signos y sin importar bajo que manto se disfrace
- Enfrentamiento a la visión autoritaria y excluyente del socialismo “irreal”
- Debate de ideas abierto y democrático
- Enfrentamiento a la ideología, la cultura y la falsa moral burguesa
- Creatividad, diversidad, libertad de pensamiento

El Mayo Francés y los otros movimientos que le fueron contemporáneos, contribuyeron a un punto de quiebre histórico del pensamiento de la Humanidad y cambiaron la perspectiva ideológica para abordar los problemas del socialismo y la justicia social.

Como ha dicho el Presidente Chávez: “no le tengamos miedo al debate”. Precisamente, profundizar el debate sobre el Socialismo del Siglo XXI sería nuestro mejor homenaje al Mayo Francés. Este debate debe ser abierto, profundo, con gran participación popular, sin temor al afloramiento de contradicciones reales que no podrán ser ocultadas, que conduzca a resultados concretos contra la burocracia, la corrupción, la exclusión del pueblo y todas las rémoras que actualmente obstaculizan la construcción del poder popular y que generan ineficiencia y frustración entre la gente.


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Néstor Francia


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