Carreras bancarias

No solo quiero referirme a esas carreras universitarias que los profesionales sin ética en la gestión engrosan las cuentas bancarias por los negocios realizados, motivo por el que, a pesar de existir miles de ellos en cada país las universidades gradúan cientos más cada año destilando la variedad más perfecta de populismos para los nuevos tiempos enlazando el poder con la ciudadanía, utilizando para ello la influencia del poder que cierra las puertas al cambio estructural renegociando la revolución.

Se aprovecha de la alta inversión social que realizan los gobiernos revolucionarios con un nuevo ideal para que estos profesionales enquistados en la estructura publica sin ética ni moral acuerden algún tipo de matrimonio de conveniencia en donde la influencia del poder subsidia casi todo, así, la gente con mediocre educación practique el consumismo y se endeude sin planificación o, por otro lado, yo financio y tú te callas, yo giro los cheques y tu eres mi cómplice haciendo de la patria un paraíso en donde la influencia del poder monopoliza la patria.

Patria por definición es soberana, libre e ingenua, patria en donde se manipula el concepto de democracia prostituyéndola cada vez más, porque, la democracia es participación o no es democracia. Cuando hablamos de democracia participativa caemos en la redundancia, la democracia es participación popular en la toma de decisiones políticas y, con una mayor participación de los bienes económicos más democrático es un Estado.

Democracia conjuga el verbo participar yo, tu, el, nosotros, vosotros, ellos, participan igualitariamente en las decisiones políticas para el disfrute de los bienes y servicios socio-económicos dentro del Estado, otra cosa es, los métodos directos e indirectos para la participación popular en la toma de decisiones políticas.

Métodos directos: iniciativa popular para decisiones concretas en plebiscitos, referéndums, elecciones, revocatorias.

Métodos indirectos; cuando la comunidad influye o condiciona el ejercicio del poder con la opinión pública, partidos políticos, grupos de presión y de tensión, movimientos sociales y ONG.

En estos dos métodos para una mejor participación del pueblo, falla la educación porque el gobierno es el representante jurídico y político del Estado, así, toda política de gobierno es política de Estado. La política como la educación no deben estar saturadas de leyes que nadie conoce, conceptos y técnicas para una política y educación de calidad que llena a los jóvenes de cartones de títulos para enmarcar o para añadir al currículo o llenar la Constitución de leyes que nadie practica.

La mejor educación universitaria y la mejor política de Estado es la que te enseña a pensar críticamente, a investigar para mejorar el conocimiento, a progresar y te ubica en forma productiva en puestos de trabajo, las dos deben enseñarte a ser creativo en un mundo necesitado de desarrollo integral.

No puede ser educación como política de Estado esa que deposita años del presente en un banco sin importar el desarrollo personal y social porque el gobierno carece de inversión productiva y puestos de trabajo, convirtiendo a las generaciones en desperdicios en una variedad más perfecta de populismos para la época moderna porque usa Internet.

Educación para la práctica del populismo asfixian los procesos retrasando el cambio cultural. Para que sea efectivo ese cambio tiene que operar en tiempo real para que nadie dude de la verdad política; los procesos asfixiados con propaganda alucinógena, exagerada, dramática, diseñada para que la gente se la pase hablando de ella todo el día, mes y año solo dilatan el cambio; es lo que hacen doctores y abogados desde sus diferentes funciones públicas, dividiéndonos y, manipulando las leyes conservan su estatus oportunista.

Educación que te dice que las urnas son la fuente de toda legitimidad democrática. Educación que te dice que después de las elecciones el que las gane tiene el derecho a ejercer el poder absoluto terminando con la participación del pueblo.

Con esas elecciones los dirigentes del partido, del Buro, hablan en nombre de los dioses aplicando a mansalva la ideología socialista que según ellos es la correcta para que el pueblo sin conocimiento, sin convicción, obedezca en la más amplia discreción generando grandísimas frustraciones en una revolución que ofrece inmensas posibilidades, con esa educación parece que todo es posible y maravilloso pero no es así.

Cuando te pones a la cola o te en columnas para conseguir trabajo te das cuenta que las plazas están contadas y se encuentran lejos de un Estado socialista capaz de asumir la educación para que luego te coloque en un trabajo en una nueva industria, hechos, que superen el verbo de tarima que nos impide salir de esa política cultural.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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