A mi querido camarada Diego Silva

Primero que nada celebro la calidad fraterna y seria de tu respuesta. En cuanto a Roland, siento respeto por él. Es un luchador social de vieja data, un hombre inteligente, consecuente y por supuesto con pleno derecho a expresar sus opiniones. Creo, sí, que las posiciones expresadas en su entrevista tienden a ser ultraizquierdistas y equivocadas. Y de esto se trata, de un debate, de nada personal. Cuando uso el término “infantil” lo hago solo parafraseando a Lenin: “El izquierdismo, la enfermedad infantil del comunismo” (texto que recomiendo).

Comparto buena parte de lo que planteas. Soy un practicante de la crítica, eso es sabido. Sin embargo, la crítica tiene que ser ejercida sin distorsionar la realidad, que es en lo que creo incurre el camarada Roland. Por supuesto que la revolución está en lucha contra el Estado, no puede ser de otra manera, ya que lo que se plantea es la cesión cada vez más definida del poder del Estado al Poder Popular organizado. El Estado nuestro sigue siendo el Estado burgués. Mas es una mancha que no podemos borrar con productos milagrosos. Este Estado, con todos sus defectos, sigue siendo necesario. Marx habló de que en el tránsito hacia socialismo (y muy posteriormente al comunismo) el Estado no podrá ser abolido de un día para otro, sino más bien se trata de una extinción paulatina. Este último término es muy importante, ya que esa extinción solo ocurrirá después de un proceso largo, complejo, lleno de contradicciones y aprendizajes.

Pienso, por otra parte, que en este momento es necesario establecer prioridades. No arbitrariamente, sino jerarquizando la importancia de las contradicciones presentes. En mi opinión, el orden de esa jerarquización es el siguiente:

1. La contradicción principal de nuestra época es entre el Imperialismo y los pueblos. A esta lucha se supeditan todas las demás
2. En segundo lugar, está la lucha entre dos propuestas estratégicas y antagónicas de largo alcance: la que plantea la construcción del socialismo, por un lado, y la que promueve la conservación del capitalismo, por el otro. En nuestro país el nudo de esa lucha es la que se expresa en el chavismo, por un lado, y el antichavismo, por el otro
3. Luego están las contradicciones entre las distintas corrientes en el seno de la Revolución. Es una de las batallas más difíciles, pues todos estamos aprendiendo. Nadie puede asegurar que lo asiste la razón en todos sus puntos. La manera ideal de dirimir esas contradicciones es la que estamos ejerciendo: el debate abierto y público
4. Está la contradicción entre el Estado burgués bajo gobiernos revolucionarios y el orden proletario naciente: otra batalla durísima que no se resolverá de la noche a la mañana. No podemos establecer de antemano cómo habrá de desarrollarse, solo podemos alentar que el debate continúe y que el Poder Popular siga pugnando por hacer crecer sus espacios.
5. La contradicción entre la cultura capitalista y la cultura socialista. Esa será a la larga, en mi opinión, la más ardua y prolongada. Es el veneno más arraigado, por ello es más difícil producir el antídoto

En ese orden de ideas, insisto en que nuestra tarea principal del momento es fortalecer el liderazgo antiimperialista y socialista de Hugo Chávez, y unirnos férreamente para garantizar una victoria contundente en 2012. Y no dejar de luchar, por supuesto, por los ideales superiores.

Demos alas al debate. Agradezcamos a medios como Aporrea, que lo permite y lo fomenta.

Saludo solidario y revolucionario, para ti y para el camarada Roland Denis.

francia41@gmail.com


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Néstor Francia


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