¡Cómo han proliferado los acuerdos de integración en los últimos veinte años en nuestro continente! Cada uno tiene, es obvio, sus características muy particulares. La CAN, el Mercosur, el MCCA, el CARICOM, el TLCAN, el M3, la UNASUR, el Grupo de Río, el SICA, la ALBA, la Alianza del Pacífico y la anunciada CELAC, han cumplido y cumplen, con sus alzas y bajas, funciones que, en última instancia, buscan mejorar las condiciones Económicas y sociopolíticas de sus respectivos integrantes, tanto en lo individual como en su integralidad.
El Acuerdo de integración del Pacífico. La Alianza del Pacífico, también denominado Arco del Pacífico, fue suscrito el pasado viernes 29 de abril en Lima por los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, Colombia, Juan Manual Santos, México, Felipe Calderón, y Perú, Alan García, en la cumbre del llamado Acuerdo del Pacífico. La declaración que sanciona la Alianza expresa que la misma es una integración que, con la futura incorporación de Panamá, representará 200 millones de habitantes, y movilizará el 55% de las exportaciones latinoamericanas. No es una integración romántica, una integración poética, es una integración realista ante el mundo y hacia el mundo", así lo expresó el presidente peruano Alan García al inaugurar el encuentro presidencial. Los cuatro presidentes representan, además, los gobiernos más conservadores de América Latina y ellos mismos se inscriben en el marco de los más genuinos fundamentos del neoliberalismo.
¿Qué motivaciones impulsaron la realización de esta Alianza del Pacífico? El análisis hay que hacerlo en el marco de la geopolítica continental y a la luz de los acontecimientos económicos, financieros, comerciales, políticos y sociales que se suscitan, en último término, desde el tercer cuatrimestre de 2008, cuyas consecuencias tienen a la mayor economía del mundo –EE.UU.-, al borde del colapso y a más de media docena de países europeos erróneamente calificados como socialistas, concretamente a España, Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, Francia, Alemania.
Algunos aspectos de los señalados requieren la atención de los analistas. Es un hecho indubitable que, para extender a todo el continente el TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés, que integra al Canadá, México y EE.UU, este país pretendió crear el ALCA, proyecto de integración que quedó definitivamente enterrado en la Cumbre de Mar del Plata en 2005. A partir de entonces, acuerdos de integración progresista, adversos al neoliberalismo, se han suscrito en América Latina y el Caribe: la ALBA, UNASUR y el Grupo de Río se suman al MERCOSUR y al CARICOM. Ante estos hechos, EE.UU viene por la revancha, por la reconquista de los espacios perdidos, por el recobro de su patio trasero.
¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de la Alianza del Pacífico (AP)? A los 200 millones de habitantes que suma la AP, y al 55% del comercio latinoamericano que genera, el Producto Interno Bruto, PIB, alcanza un volumen de 1.092,618 MM$ y un ingreso por habitante promedio de 5.367 US$, distribuidos así (en MMUS$): Chile, 6.235,2; Colombia, 2.983,3; México, 7.092,0, y Perú, 2.923,6. Este último indicador, unido a una marcada inequidad en la distribución del ingreso, evidentemente que constituyen debilidades. En los últimos años -2005-2009-, la tasa de crecimiento promedio de la economía ha sido de 3,6; 4,56; 1,26 y 6,8, respectivamente, de Chile, Colombia, México y Perú. En su conjunto, la tasa promedio de crecimiento en esos cinco años de los cuatro países fue de 4,055 por ciento. Estas últimas son ventajas notables, son tasas que hoy día despiertan nostalgia en las grandes economías del mundo, que a excepción de China, viven acusadas recesiones internas.
*Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia
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