Bailadores una historia por escribirse...

Más allá de la leyenda negra prevalecen los hechos memorables.

"...era como una isla separada de las otras tierras, por un mar apacible,

pero no transitado por nadie, que tratara de llegar a puerto."

Guido Asperti Navarro

"Retorno al pasado. Paisaje y semblanza de Bailadores"(1)

Todos los pueblos por pequeños que sean tienen su historia y Bailadores no es la excepción. Su historia está plena de páginas gloriosas y acontecimientos que le señalan un puesto señero en la historiografía nacional. Lamentablemente hasta ahora, gran parte de su historia todavía permanece como una mina que es necesario explorar y explotar, es decir, trabajar sobre la base de las técnicas modernas y medios tecnológicos con toda la documentación presente en fuentes primarias y testimonios biblio hemerográficos existentes, que permitan deslindarla de los relatos que la asemejan más con la leyenda y la alejan de la realidad, y así de ella conocer mejor de dónde venimos y obtener la fuerza necesaria para enfrentar con más vitalidad el futuro y tiempo post cuatricentenario. Este año se cumplen 420 años de su fundación y de estar sirviendo a Venezuela.

Conocer la historia de Bailadores como pueblo transcendente es una tarea primordial e inaplazable para revitalizar la memoria colectiva, no podemos seguir con el silencio que nos presenta ante el acontecer histórico nacional como seres anónimos, sin existencia propia... aparecemos en los libros como hombres sin rastro, sin destino y sin pasado. Apenas unas pinceladas señalan la participación de Bailadores en la Revolución de los Comuneros (1781), en la Gesta Emancipadora (1810 - 1823), en la Guerra Federal (1860) y en la Revolución Liberal Restauradora (1899). Ante ello, debemos reivindicar que el suelo bailadorense fue "Oriflama heroico de las ansias de libertad en junio de 1781, alfa (19/05/1812) y omega (23/01/1823) de la participación de la Provincia de Mérida durante la Independencia, que Simón Bolívar pasó en tres oportunidades por suelo bailadorense (19/05/1813, 29/09/1820 y 24/02/1821), que el 3 de agosto de 1860 se combatió en El Volcán en plena Guerra federal y que el triunfo del General José María Méndez el 6 de agosto del año 1899, que resulto definitivo para que Castro llegara a Caracas, fue apoyado por aguerridos hijos de Bailadores, dónde pernotó la noche del 5 de agosto.

Además que Bailadores fue la puerta de entrada o de salida de los grandes acontecimientos sucedidos desde el proceso de conquista y colonización hasta nuestros días, es uno de los pocos pueblos del interior del país con un desarrollo artesanal -tallas de madera- muy propio. Se han publicado los periódicos: la Abeja (1902-1904), El Alba (1909), el 19 de Abril (1924), El Galerín - El Aspirante (1902-1907) y El Bailadorense (1991-2000). Con un connotado número de escritores y un selecto grupo de prohombres que dan renombre a la ciudad, en el campo ciudadano: Dr. Pedro Juan Arellano Belandria (1811 – 1887), Pbro. y Dr. Mons. Ezequiel Arellano (1838 – 1916); Dr. Gerónimo Maldonado,h. y Doctor Honoris Causa Don Luis Zambrano Molina (1901 - 1990) y en las artes: el escultor Eduardo Rojas Oballos, el pintor Luis Baron, el tallista Francisco Medina "El Gato" y la pintora Amelia de Carrero. Ante estos eximios bailadorenses nos queda el compromiso de asumir la historia de Bailadores como el patrimonio esencial que pueda preservar nuestra identidad y proyectarnos en este nuevo milenio, con realidades y sin mucha palabrería. Pues Bailadores siempre seguirá siendo crisol de hombres y mujeres que con su trabajo enaltecerán nuestro gentilicio.

El mejor homenaje a la ciudad en estos 420 años de su fundación debe ser el compromiso de revitalizar su presencia histórica, más allá de la denominación etérea de pueblo con una gran tradición histórica o del punto imperceptible en el mapa. Es necesario tomar el lápiz en la mano y arrojar luz sobre el camino, para exaltar los héroes locales, escritores, personajes ilustres y populares, maestros, músicos, artistas populares, consumados logros y apego al campo. Esto por supuesto requiere un esfuerzo, una voluntad superior para asumir la historia de Bailadores como el patrimonio esencial que pueda preservar su identidad y proyectarla de cara en este nuevo milenio en la Venezuela por venir.

Por ello, la intención de esta columna "Matria bailadorense" es convertirla en un medio auténtico para asomarnos a la historia con la honestidad del investigador que sólo persigue ir tras el dato oculto y esclarecer la verdad. La escribiré y la publicaré cuando pueda y sea posible, sin prisa pero sin pausa, con autenticidad y rigurosidad. Su permanencia será posible con el interés por leerla, compartirla y comentarla, la colaboración intelectual de propios y extraños que quieran y deseen escribir sobre el objetivo propuesto, evitando hasta donde sea posible la diatriba politiquera, la discriminación racista, la intolerancia religiosa, la preferencia sexual y la condición social. La intencionalidad es que Bailadores por primera vez cuente con un espacio para promocionar sus intereses generales desde lo particular a lo colectivo. Los escritos por venir estarán dedicado a las Galerías de Hijos Ilustres y Personajes Populares de Bailadores, al entorno geográfico, costumbres y tradiciones, símbolos emblemáticos, hitos históricos, poesías, canciones, paginas recobradas, vocación agrícola ancestral y fotografías del baúl de los recuerdos. En fin, a Bailadores y su gente. A partir de noviembre tendré tiempo de sobra, paso al retiro de la actividad cultural, cesa mi tiempo y actuación como Director del IMUCU.

Por supuesto, que también dedicaremos un tiempo y un espacio a la relectura con visión crítica de la leyenda negra expuesta en el libro "Historia de los vivos, muertos y resucitados", publicado en 1895. A los bárbaros de la época cuya existencia no la podemos ni debemos negar, de nada sirve seguir ocultando el sol con un dedo, cuando tenemos de sobra más hechos sobresalientes para resplandecer y por los cuales sentirnos orgullosos para exclamar: ¡Qué bello es Bailadores! ¡Dónde la mano de Dios junto a la mano del hombre hacen posible el milagro agrícola!

El autor es: Director de Cultura del municipio Rivas Dávila desde el 2005

Cronista de la Ciudad de Bailadores de 1991 al 2000

nestorabadsanchez@gmail.com

Notas:

  1. Guido A., Navarro: Retorno al pasado. Paisaje y semblanza de Bailadores. Impreso en formas LEM c.a., San Cristóbal - Venezuela, 1984. p. 187.


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Néstor Abad Sánchez


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