El peligro de la conciliación

La victoria electoral del chavismo en las presidenciales fue tan contundente, tan incuestionable, que los opositores se vieron forzados -ante la abrumadora realidad- a parar a Manuel Rosales frente a los medios y “reconocer” el aplastante triunfo de Hugo Chávez. Ahora bien, ese gesto, normal en cualquier proceso democrático, es exaltado por los medios como si se tratase de un hazaña olímpica y ahora, el ex candidato opositor se ha convertido (para los medios opositores más recalcitrantes) en una especie de prócer de la patria.

Sobre esto quiero hacerles una serie de apuntes para el debate...

1.- Para los canales de televisión de Caracas la noticia no es que Chávez ganó con 7.161.637 votos, lo que representa 62,89% de la población, sino que Rosales reconoció la derrota y ahora emerge como el paladín de la “hidalgía” nacional (en palabras del profesor Vladimir Acosta) Cuando ya se conocían los resultados, cerca de las 5 de la tarde, sólo la posición firme de Teodoro Petkoff (y él sabe que fue así) impidió que se impusieran los disociados que no querían reconocer los resultados...

2.- Contra Chávez votaron 4.196.329 venezolanos. Contra Chávez, que quede claro. Pero esos no son votos exclusivamente “rosalistas”, son antichavistas... Es decir, que hubiesen votado hasta por Carlos Ortega, si lo nombrasen candidato, el candidato era lo de menos. Por eso la lucha ahora a cuchillo por quién va a liderar la oposición... eso es otro asunto.

3.- En todo caso, el saldo para Rosales fue favorable, pasó de un partido regional a uno con representaciones en varios estados del país y hasta obtuvo más votos que primero Justicia. Pero hay que estar conscientes de que no se construye una oposición en 3 meses y menos una cuyo único elemento en común es su odio irracional a Chávez. Oposición no es gente que sólo le sirve al candidato para tomarse fotos de espalda a las marchas, como para dar la impresión de que es el que lidera a la masa... Ahora, si quieren construir una oposición, les sale calle, debate, construir una propuesta, no en el Four Season's, sino con la gente y asumir -para comenzar- que son la minoría.

4.- La cacareada “conciliación” es una trampa. Los perdedores ahora intentan imponer condiciones con discursos de primera comunión. Vean esto: Rosales nombró una comisión de alto nivel, como si fuese presidente, para el tema de la reforma constitucional que, recordemos, la anunció Chávez, no para suavizarle la nota a los opositores sino para profundizar la ruta hacia el socialismo. Ahora, quienes dieron un golpe de Estado, sabotearon a la industria petrolera, abandonaron las elecciones parlamentarias con intensiones de desestabilizar, se presentan como los buenos de la película, los conciliadores. Se trata de una estrategia que sólo busca calar en los moderados del chavismo, aquellos que dentro del gobierno son partidarios de “negociar”, de no hablar de socialismo “por ahora”... Por esa vía quieren colarse los derrotados electoralmente. De cualquier forma Hugo Chávez fue enfántico: “aquí no habrá otro pacto de punto fijo” *(1)*

5.- Rosales habla de reforma constitucional, de elecciones parlamentarias, de amnistía, de rebajar el período presidencial, de segunda vuelta, incluso sigue vendiendo el fraude indecoroso de la tarjeta de débito... es decir, que desea imponer la misma agenda que fue rechazada por la mayoría electoral, que fue derrotada como propuesta el 3 de diciembre por más de 7 millones de votos. El mundo al revés, las liebres corriendo tras los perros...

6.- La exaltación de la hidalgía rosalista, no es más que una estratagema ya utilizada por las televisoras de Caracas, para disminuir el triunfo popular. Lo intentaron en las parlamentarias luego de la estampida opositora. Repito, ya no hablan de la victoria de Chávez sino del “democrático” gesto de reconocer la derrota.

7.- Quiénes hablan de conciliar y exigen condiciones: Antonio Ledezma que no aportó nada a los perdedores. William Ojeda cuyo aporte nacional en términos de votos fue de 0,31%, La causa R que sacó 0,23%, Bandera Roja 0,16%... Los que deberían estar buscando *legalizar* sus partidos (lean la ley electoral), los que no obtuvieron ni un punto porcentual, son los que gritan como si tuviesen con que... Un dato adicional, el partido del Conde del Guácharo, quien decía que las encuestas le daban 14 % de intención de voto, obtuvo 5.276 votos en todo el país, lo que equivale a 0% del total nacional.

Para lo que el pueblo venezolano llama “profundización de la revolución bolivariana”, esta fulana conciliación es una trampa, que busca minar al gobierno desde adentro, con los tibios, esos llamados moderados y que únicamente entorpecen el avance del pueblo en su proceso de empoderamiento...

Todo el pueblo espera que la “profundización” comience por corregir los entuertos. El movimiento popular hizo silencio ante muchos errores que comete el gobierno con la conciencia de que el objetivo principal era ganar la presidencia de nuevo... todo el país espera ahora, la reacción del reelecto presidente... ya veremos. Por lo pronto dejo estas reflexiones...

* (1)  http://www.analitica.com/bitblio/venezuela/punto_fijo.asp

navarroernestoj@gmail.com


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Ernesto J. Navarro


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