La araña desteje la red: política juventud y red 2.0

Recientemente estamos asistiendo a una época donde los espacios para comunicar políticamente se amplían gracias al desarrollo de las tecnologías de la información. El caso de Chávez y su dirección en el twitter.com, y Antanas Mockus con el despunte en las preferencias electorales de los colombianos, gracias a la conquista de sectores jóvenes a través del uso inteligente de las redes sociales, serán a futuro una referencia obligada en el estudio de este fenómeno (su base electoral se concentra en la población joven (18-34 años), donde más de un 60% le respalda).


Desde la década de los ochenta, un gran número de jóvenes han optado por no participar en política, engrosando las filas de los importantes números de la abstención. En Chile, Tomás Moulian le denominó a este fenómeno la despolitización de la sociedad civil, en una suerte de fenómeno adverso al desarrollo de la condición de ciudadano. Frente a ello, los sistemas electorales han desarrollado importantes estrategias que van desde la coerción pecuniaria hasta la disuasión a través de sendas campañas que estimulan la participación joven en los procesos electorales.


Por ello, hoy en día la movilización política de la juventud, es una estrategia esencial para garantizar el triunfo electoral en los procesos comiciales en América Latina. Y en estas estrategias la comunicación a través de las redes sociales es un bastión indispensable. En Venezuela, existen unos 6 millones de usuarios del Facebook de los cuales más del 70% son jóvenes en edades comprendidas entre los 18 y los 34 años.

También es importante entender, que los jóvenes no pueden seguir estando al margen de la política, sino dentro de ella. La poca apertura que han tenido en América Latina, es sinónimo de un sistema de partidos que aún mantiene en su seno el control de las decisiones y los centros de poder, en manos de “actores históricos y tradicionales” con una “amplia experiencia en la política”. Es notable aún escuchar alegatos como: Yo fui un luchador en la década de los 60´, o “yo estuve cuando proclamaron a Perón Presidente de Argentina”, o “Yo pelee en contra de la dictadura en mi país”. Es insano denigrar de la necesaria experiencia en la política, pero más lo es no adaptarse a los tiempos modernos. Aunado a ello, en mucho de los partidos de tendencia de izquierda, ha dominado en los preceptos ideológicos el desprecio por la modernidad y el avance de la tecnología, refugiándose en lo autóctono y lo tradicional, de forma peligrosa. Ciertamente en ello están las calves para entender el hoy, pero es fundamental adaptarse y actualizarse en las tendencias actuales, sobre todo en materia de las TIC´s.

Recientemente fuimos testigos penosos en Venezuela, de cómo actores tradicionales y rancios de la política cuartorepublicana, bloquearon el paso a las generaciones de relevo, quienes pudieron ser la garantía de una reoxigenación a los partidos y movimientos políticos opositores al gobierno de Chávez. Pero las ansías ciegas de acceder al poder pueden más que la necesidad de relevar a una casta que representa las viejas formas de hacer política, las mismas que llevaron a la devacle de los sistema de partidos tradicionales, abriéndole el paso a actores outsider como lo representó Hugo Chávez en 1998. Muchos de estos actores creyeron que colgándose una pulsera “fashion” marca mont blanc, estar twitteando todo el día cualquier sarta de banalidades en su mayoría de los casos, abrir un espacio en internet con fotos personales y en poses de actor de novela colombiana, iba a conquistar ciegamente a los jóvenes que demandan mayores espacios de participación y decisión efectiva. Aún las equivocaciones son parte de lo cotidiano en estos sectores de enana visión estratégica y torpe desenvolvimiento público.

Favorablemente en materia de inclusión, el actual gobierno venezolano, dicta cátedra en cada decisión que proviene de las instituciones de gobierno y del PSUV. La juventud ha mantenido un espacio importante en las decisiones y las estructuras formales tanto del partido como del gobierno. Recientemente en las elecciones internas del PSUV 13 miembros de la Juventud obtuvieron el respaldo de la militancia escogiéndolos como candidatos a la Asamblea Nacional.

Por otra parte, la estrategia definida por el gobierno de Chávez finalmente fue dar la batalla en la red, destejiéndola para cortarle el paso a la araña maligna de la desinformación y la conjetura malsana sobre la política nacional. A tiempo reaccionó para insertarse dentro de la red. Actualmente el usuario con mayor cantidad de visitas en el twitter es el de reciente creación por el presidente Chávez (@chavezcandanga), con más de 170.000 seguidores, y el twitter de Diosdado Cabello y Tarek El Aissami al lado del de FUNVISIS están dentro de los cinco usuarios con más seguidores dentro de los calificados como de gobierno (www.twitter-venezuela.com).

Este es un indicador importante, y su desarrollo y profundización de usuarios y usos, debe formar parte de una estrategia formal de los organismos del Estado y líderes políticos del PSUV. La conquista de los sectores jóvenes debe ser la arista más importante de las estrategias políticas, considerando que más de un tercio de la población es joven. El terreno muta y se amplia, y así sus actores. No hay que ceder espacios dentro de una sociedad que se inserta con fuerzas en las redes sociales. El MINCI y el MPCTII tienen una tarea vital.


farith15@gmail.com


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Farith Fraija

Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos. (Chile, 2006) Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativa (UCV, 1999). Asesor en temas de Políticas Públicas, Docente-investigador, locutor (RNV, La Cima 96.7FM) y columnista del Diario La Región.

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