Cuando la palabra es como

Como discutir con aquellos cuyas ideas nacen del espíritu que les provee la palabra que dispara desde un canal de televisión un periodista cuyos antecedentes se reconocen dudosos o asociados al asesinatos de unas monjitas en el Salvador. ¿Podrá ser este un respaldo moral para fundamentar explicaciones sobre la situación de Honduras?

Como creer en la palabra de un editorialista que al hablar sobre el golpe de estado de Honduras, trastoca los términos de la verdad para pretender transmutar la asonada como medida legal del Congreso. Como aceptar esa historia o bazofia, que el periódico nazional presenta y cuyo fundamento es una renuncia falsificada. Trucha como dicen en el Sur. Como creer en la seriedad de un Congreso que comete la barbaridad de deponer un Presidente electo legítimamente sobre la base de un texto tramposo. Como aceptar un Presidente que fue impuesto por la brutalidad de unos militares cuyos antecedentes golpistas son mas que notables y además, sellan su acción con un allanamiento con viva saña a la Casa adonde habita el verdadero y constitucional presidente.

Como aceptar que este personaje que ahora es Presidente se autoproclame en imagen copiada a Pedro Carmona. Una vez mas el eternamente reprochado Pedrito. Como creer que un ser de esta raigambre puede conducir a un país en ningún sentido, como no sea en retroceso.

Como comprar en Venezuela un periódico cuyos editores de hoy, entierran con su falta de ingenio y falaz bobería, el noble e histórico legado de su fundador, que quienes lo conocimos mucho nos enseñó con su sentido de lo humano, lo ameno y avanzada visión política; para que hoy, se editorialice o infame de la manera que lo hacen quienes se amparan en su nombre. Pena y mas pena. Como creer en “lidereses” opositores que por la mera insanía e incordio ponzoñoso, se atreven a poner en duda que en Honduras hubo un golpe de estado. Como creer en alguien que pueda relativizar la gorilada puesta en escena en la madrugada del histórico domingo 29 de junio y para peor mirarse, tener la ingrata ocasión de presenciarlo en directo como otro de los tantos shows televisivos que nos impone CNN, repite Caracol y una primitiva cadena de televisión venezolana reproduce. Como creer en quienes a nombra de una ciencia manejada con artes circenses bajo la franquicia de esa antigualla alcanforada conocida como la Locademía de la Historia, nos quieren presentar una realidad matizada con legalismos para justificar el desaguisado de los macacos de Honduras.

Como no ver la monumental demostración, por demás colosalmente histórica, aunque los historiadores devenidos en políticos utilitarios y tinterillos y abonados de los canales de televisión, quieran omitir, en imagen inolvidable de una representación de los mas altos dignatarios de America Latina y el Caribe quienes en gesto mas que humano, político, declararon de forma enfático su horror ante el oprobio que significa la fantasmagórica imagen de Micheletti y la empobrecida figura que representa.

Como querer esconder que este acto ha sido uno de los mas importantes, sino el mas destacado, que halla sido promovida en momento alguno por la historia diplomática venezolana. Espero que los diplomáticos me puedan corregir, por favor sean benignos conmigo, pues no cuento con sus armas intelectuales y científicas que me permitan entender la ciencia de que se ocupan, sobre todos los de la Cuarta República. Como no celebrar que la Reunión de un organismo internacional no solo llegue a una “Resolución Condenatoria” de esas que los gorilas sionista utilizan para uso en sus baños, sino que de forma perentoria, YA, retiren sus embajadores ante el gobierno usurpador. Como no celebrar que produzcan un cierre INMEDIATO de sus fronteras terrestres con Honduras. Que decir que hasta Brasil tome la medida de suspender las acciones que imponen sus convenios con Honduras. Como desconocer que el Banco Centroamericano, suspendió los pagos y compromisos con el país de Morazan mientras se mantenga en el mando este pobre gorila que anda sin uniforme. Pero lo pretende.

Como no asombrarse al ver que el mismo Embajador gringo, a quien la Vicepresidenta del Congreso de Honduras, cito en entrevista de televisión, como contertulio a una fiesta de brujas adonde se tomo la decisión de tumbar, desde la semana anterior, al Presidente Zelaya y ahora, cuando se puso la cosa candente, salta la barrera y se pone en contra de la asonada. Payasada genial.

Como no tomar nota de la sabia, oportuna y eficaz salida de Hillary Clinton al declarar sin cortapisas el descontento de su Gobierno por el golpe de estado, cuando Barack el negro con el alma blanca, un día antes, se “engalletó” al responder sobre la situación de Honduras. Para él la circunstancia era negra. Un poco turbia. Debía revisarla.

Como no asombrarse de la habilidad política del gobierno de Hugo Chávez, al lograr que los eternos y bien alimentados y tomados embajadores de la OEA, dejaran de lado su divertimentos dominicales y monitoreados por Insulza, se tuvieran que levantar temprano y además, declarar en contra de lo que sus corazoncitos le dictaban: que había que condenar el feroz y asesino movimiento militar contra Zelaya.

Como no reconocer que el panorama político y diplomático de nuestro continente a renacido con brios, energía y eficacia, que se torna mas ágil y abandona los lugares comunes con que siempre nos embobaban en aquel ambiente de la mal llamada “comunidad internacional”, que por fin dejo de ser esa vieja hipócrita, anodina y anónima prostituta, bajo cuyas faldas todo se extraviaba. Tanto que se les traspapeló el golpe el golpe de Estado del 2002 contra Chávez. Miope e hipócrita conducta.

Como no disfrutar al oír, para ratificar grados de imbecilidad, a ciertos lideres opositores, el Alcalde Ledezma de Acción Democrática que vomitó esta penosa frase: “hay que ver con cautela” lo ocurrido en Honduras. Que bolas. Para reírse, y también disfrutar de la pobre declaración del dirigente copeyano Juan Francisco Contreras, quien manifestó: “no calificaría lo ocurrido como un golpe de Estado. Es una situación difícil que debemos revisar”. Como no gozar de la “cautela” y el “debemos revisar” de estos opositores cuyos fines únicos están emparentados con la idea del magnicidio y el golpe de estado.

Como no imaginar el debido goce y sacudón final que debieron sentir los jóvenes Alcaldes López y Capriles al identificarse con estos gorilas hondureños qué, como ellos, también allanan casas y cayapean innoblemente a sus oponentes. Como no delatar la forma como los medios esconden, trastocan esconden la información y la suplantan con comiquitas de Bob Esponjas o de aventuras de Brandy y el Sr. Bigotes, cuando en la calle los militares están ametrallando al pueblo hondureño. Un verdadero SIPlencio torpe y abusivo.

¿Cómo suponer que nuestros golpistas de barra y trago no hallan aprendido algo de este terrible weekend¿. ¿Como no saber que siguen pelando?


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Tulio Monsalve


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