Avanzar en medio de la tormenta (2) esbozos de la coyuntura

La situación política y económica de Venezuela tal como se presenta y como la percibe la población, demuestra la incapacidad de los actores políticos de articular esfuerzos para superar la grave crisis que atravesamos la inmensa mayoría de venezolanos.

La sola gestión del gobierno no es suficiente, por si misma para superar la crisis económica, están en juego factores contrarios al gobierno Bolivariano desde el sector de la derecha, quienes se oponen al modelo económico socialista de la Revolución Bolivariana.

En lo que podemos denominar de "Empate Catastrófico" se encuentra la tensión social entre las dos fuerzas que pugnan por la hegemonía política y el control del poder gubernamental, ninguna de las dos fuerzas en pugna tiene la capacidad de infligir al contrario una derrota contundente sin que se vea afectado significativamente así mismo.

El empate catastrófico, es una situación que se presenta en la relación dialéctica entre las fuerzas que pugnan por la hegemonía, tal cual como la caracteriza Alvaro García Linera:

"Toda crisis estatal, entonces, puede ser reversible o bien puede continuar. Si la crisis continúa, una siguiente etapa es el empate catastrófico.

Lenin hablaba de una situación revolucionaria; Gramsci, a su modo, habló del empate catastrófico. Ambos hacen referencia a lo mismo pero con distintos lenguajes. El empate catastrófico es una etapa de la crisis de Estado, si ustedes quieren, un segundo momento estructural que se caracteriza por tres cosas: confrontación de dos proyectos políticos nacionales de país, dos horizontes de país con capacidad de movilización, de atracción y de seducción de fuerzas sociales; confrontación en el ámbito institucional puede ser en el ámbito parlamentario y también en el social de dos bloques sociales conformados con voluntad y ambición de poder, el bloque dominante y el social ascendente; y, en tercer lugar, una parálisis del mando estatal y la irresolución de la parálisis.

Este empate puede durar semanas, meses, años; pero llega un momento en que tiene que producirse un desempate, una salida.

La salida del empate catastrófico sería la tercera etapa de la crisis del Estado, que la vamos a denominar construcción hegemónica ascendente. Está marcada por la conflictividad y, por lo general, se da por oleadas."

Alvaro García Linera, Empate catastrófico y construcción de hegemonía, pg. 26

Cada una de las fuerzas se atribuye la mayoría y exige al contrario aceptar sus condiciones, que por lo general son de carácter político, solo atendiendo las conveniencias de cada formación.

Lo claro está establecido en la relación político electoral, mientras el sector opositor mantiene una ventaja respecto al sector revolucionario en caso de darse elecciones, regionales, locales o generales. El sector Chavista mantiene la hegemonía política institucional, cultural y un movimiento revolucionario movilizado, unificado, con una gestión que se mantiene legitimada a través de los programas sociales, que en medio de la grave crisis es un mecanismo de supervivencia y superación de la pobreza, que mantiene la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.

El sector opositor a pesar del contundente triunfo obtenido en las elecciones a diputados para la Asamblea Nacional en el 2015, no supo aprovechar políticamente los escenarios favorables que se le presentaron a lo largo del año 2016 y 2017, gozaron de una legitimidad accidental que le confería el descontento por la crisis económica y los desatinos del gobierno en la contención de la crisis.

Optaron por ejecutar las vías más conflictivas para lo que denominaban "La Salida" la solución a la crisis Venezolana, lo primero era la salida de Nicolás Maduro, acabar con el modelo socialista y la convocatoria a elecciones generales, para ello crearon artilugios jurídicos creando instrumentos legislativos para destituir al presidente y luego enjuiciarlo por corrupción, narcotráfico y violación de derechos humanos.

Aun contando con la supuesta legitimidad accidental, la oposición no dudó en ejecutar su plan, que a todas luces se mostraba como desestabilizador, a pesar de los llamados que le hacía el gobierno a la nueva directiva de la Asamblea Nacional para que no se produjera un desequilibrio político institucional.

Las demás instancias del Poder Público Nacional también se pronunciaron en contra del plan de la oposición, así que era evidente que de ninguna manera prosperaría la aventura golpista del sector opositor desde la Asamblea Nacional.

Entonces ¿Por que la derecha Venezolana insistió en el plan de desestabilización institucional para derrocar al presidente Nicolás Maduro?

Las respuestas a esta interrogante hay que buscarlas más allá de las fronteras Venezolanas, el mundo aún esta convulsionado por las repercusiones de la crisis del 2008, el estancamiento económico a nivel mundial dan cuenta de la profundidad de la crisis y esto ha motivado a las grandes potencias económicas a fijar su interés para garantizar la tasa de ganancias y han buscado refugio en la Financiarizacion y la acumulación en metales.

Esta disposición estratégica del Capital internacional ha generado una distorsión en los mercados, se apuesta más a las inversiones rentables, mientras se invierte menos en la producción mercancías, lo que conlleva a un estado perenne de estancamiento productivo y baja del PIB de los países más afectados y en vías de desarrollo.

La Financiarizacion o la disposición del Capital internacional de obtener ganancias en el campo especulativo dejando de lado la producción industrial, ha arrastrado a muchas economías a la vorágine de las quiebras, por lo que los estados soberanos se ven obligados a solicitar programas de financiamiento de superación de la crisis y a su vez, los organismos internacionales de financiamiento obligan a los estados a realizar ajustes macroeconómicos que afectan aún más el poder adquisitivo de los ciudadanos, lo que genera una circulo vicioso ascendente de crisis permanente donde solo se benefician el sector financiero.

Dado que estas políticas de Financiarizacion a lo largo de una década han generado más pobreza, mayor desigualdad, pérdida de derechos de los trabajadores, contracción en las economías, perdida de la fuerza productiva del Capitalismo, protestas y descontentos generalizados, se cierne sobre el panorama político y económico el fantasma de las revoluciones.

De proseguir y aumentar el descontento popular, como se ha venido manifestando en Europa, EEUU y buena parte de América Latina, se creará una masa crítica popular que desembocaría en la deslegitimación de los estados creando así las condiciones para una nueva era revolucionaria, es decir que el Capital estaría al borde nuevamente del precipicio.

He allí donde parte la conexión con la realidad Venezolana, la derecha Venezolana tradicionalmente con mentalidad capitalista y rentista, no es más que el espejo, replica o fetiche de los poderosos agrupamientos del Capital internacional.

En ellos se ha incubado una conciencia de clase dominante, que estuvo acostumbrada durante más de un siglo a aprovecharse de las regalías petroleras de Venezuela, crearon la economía de puertos, es decir la importación de productos del exterior en detrimento de la producción nacional, las importaciones de productos extranjeros le proporcionaron a la Burguesía parasitaria Venezolana mayores beneficios que la producción Nacional y ningún tipo de confrontación con la clase trabajadora ya que no la necesitaban.

La coincidencia de interés económicos entre la elite financiera internacional con las aspiraciones restauradoras rentísticas de la Burguesía Venezolana, los obliga a fijar posiciones contrarias a la revolución bolivariana y cerrar filas para boicotear el modelo Económico socialista Venezolano.

El rol del Capital devenido nuevamente en imperialismo en esta época de gran descontento, es controlar las mayores oportunidades de inversión en extractivismo y valores, formula segura para garantizar excelentes tasas de ganancias, allí se anota también la burguesía Venezolana.

El Capital se apoya en el imperialismo (EEUU) (Corporación militar industrial) para fustigar los estados rebeldes o contrapuestos a sus políticas, los denominan el eje del mal, sobre todo si estos tienen inspiración Comunista, Socialista o Progresista, un ejemplo característico de la dominación del capital en su modelo de Financiarizacion se pudo observar en Grecia con el gobierno Tsipras y la izquierda Syriza, le solicitaban a la TROIKA una reestructuración de la deuda, o sea una acción reformista solamente, nada revolucionario y se la negaron, porque la restructuración funciona como una auditoría donde se mostrarían algunas deudas contraídas de manera fraudulenta, así es el grado de profundidad de la dominación financiera, no hay treguas ni dilaciones para aplicar las medidas para el rescate de los países en quiebra.

Los EEUU orienta y financia la política de la oposición Venezolana, tiene puestos los ojos sobre las potencialidades petroleras, mineras y acuíferas de nuestro país, pero el gobierno ha demostrado una enorme capacidad para oponerse a los planes de la conspiración internacional, lo que ha obligado a los EEUU a tomar medidas definitivas para someter a Venezuela.

Sin embargo la estrategia de EEUU para Venezuela se orienta más a mediano plazo que a lo inmediato, el alto costo de intervenir militarmente Venezuela, le acarrearía el corte de suministro petrolero casi 500 mil barriles diarios durante el tiempo que dure la intervención lo que equivaldría someter a los EEUU a una vulnerabilidad energética que sabrían aprovechar claramente sus adversarios en el mundo, además del costo de reconstrucción de Venezuela pos agresión militar, que representaría alrededor de 500 mil millones de Dólares.

Por ello deduzco que la estrategia a mediano plazo que pudiera representar menor costo político y económico para los EEUU sería mantener el asedio constante contra nuestro país a través de organismos internacionales que ejercen presión como la OEA, Mercosur y la Unión Europea, profundizar el boicot comercial y financiero y la desestabilización interna con apoyo regional de Colombia a través del Uribismo (Paramilitarismo).

Por otro lado EEUU intentara a través del desgaste político, la destrucción económica y la guerra mediática que el Chavismo se cocine en su propio aceite, que sea el mismo pueblo que se encargue de acabar con la revolución Bolivariana.

De manera que canalizando el descontento por la crisis Económica y la guerra de desgaste el Chavismo se hunda en el desprecio popular y quede como un recuerdo amargo para los venezolanas, así se garantizaría el Imperio acabar con la Revolución Bolivariana y la imposibilidad de un retorno al escenario político del Chavismo a futuro.

Sobre el "Empate Catastrófico" ahondaremos en una próxima reflexión, por que considero que más allá del empate, que sería un momento de "no síntesis" existe la posibilidad de determinar una Analectica.



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Alí Anzola Escorche


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