La Comuna de París de 1871 constituye una gran experiencia para los movimientos revolucionarios del mundo, sobre todo por los errores cometidos, donde destaca el no haber asumido el control del Banco de Francia, cuya posesión habría obligado a gran parte de la burguesía a desviar la actitud de Adolphe Thiers, quien pactó con los prusianos. Otro error, muy importante por los acontecimientos que se vivía, fue la libertad conque siguieron actuando las clases políticas, sociales y económicas que adversaban a muerte a los comuneros, de allí las características del genocidio cometido contra ellos una vez derrotados.

Las diferentes fuentes consultadas para la redacción de estas, coinciden en afirmar que lo sangriento de esa represión es inexplicable.

La Comuna fue asediada desde el 2 de abril de 1871

Desde 1848 Europa estaba convulsionada, situación que se fue agravando con los años, pese a lo cual varios países mostraban grandes avances en el campo industrial, incentivados por la economía política liberal que impregnaba el continente. El caso es que habían grandes intereses comprometidos, por lo que muchos apostaban al fracaso de la Revolución, lo cual fue inevitable pues los intereses de los países vecinos y de la propia Francia estaban en juego y el poder de reyes y emperadores de la época estaban en jaque: la Comuna fue asaltada desde el 2 de abril por las fuerzas del gobierno del ejército de Versalles y la ciudad fue bombardeada constantemente. La ventaja del gobierno era tal que desde mediados de abril negaron la posibilidad de negociaciones. El inmensurable apoyo que brindó la comunidad extranjera de refugiados y exiliados políticos en París fue determinante.

Testigos como Lissagaray y otros de la época informan que los ejecutados entre los miembros de la Comuna ascendieron a la cifra de entre 50.000 y 60.000, sin distinción de edad o sexo. Más de un millar de obreras parisienses, las llamadas "petroleras", fueron también fusiladas en los muros del cementerio de Père Lachaise. Unas 7.000 personas fueron desterradas a Nueva Caledonia. Algunos centenares de presos fueron amnistiados en 1889 con motivo del Centenario de la Revolución Francesa.

Antecedentes de los hechos de la Comuna

La oligarquía parisiense y varios de los antiguos historiadores de la Comuna calificaron la Comuna de París como un clásico ejemplo del «dominio de la muchedumbre», terrorífico y al mismo tiempo inexplicable, mientras que la generalidad de los actuales historiadores, incluso de derecha, reconocen el valor político, social y económico de algunas de las reformas de la Comuna y condenan el salvajismo con el que fue reprimida. No se explica, sin embargo, el odio sin precedentes que la Comuna despertó en las clases medias y altas de la sociedad.

En sectores de la izquierda política hay quienes han criticado a la Comuna por mostrarse demasiado moderada, especialmente dada la situación en la que se encontraban. Karl Marx encontró agravante que los miembros de la Comuna «perdieran valiosísimos momentos» organizando elecciones democráticas en vez de terminar de una vez por todas con el fuerte y peligroso bastión de Versalles. Como de la mayor se calificó que el banco nacional de Francia, ubicado en París con la reserva de millones de francos, fue dejado intacto y desprotegido por los miembros de la Comuna y, muy al contrario, tímidamente pidieron prestado dinero del banco (que, obviamente, obtuvieron sin ninguna vacilación). Los miembros de la Comuna optaron por no coger los recursos del banco por temor a que el mundo entero los condenara. De esta manera, se movieron grandes sumas de dinero desde París a Versalles, dinero que terminó por financiar el ejército que dio fin a la Comuna.

Algunos comunistas, izquierdistas, anarquistas y otros simpatizantes han visto a la Comuna como modelo para una sociedad liberal, con un sistema político basado en la democracia participativa como eje de la administración. Marx y Engels, Bakunin y posteriormente Lenin y Trotsky intentaron sacar lecciones teóricas (en particular en lo que concierne a «la marchitación del estado») desde la limitada experiencia vivida por la Comuna. El crítico Edmond de Goncourt obtuvo una lección más pragmática: tres días después de La Semaine sanglante escribió«... La pérdida de sangre ha sido total, y una pérdida de sangre como ésta, al asesinar la parte rebelde de la población, pospone la siguiente revolución... La vieja sociedad tiene 20 años de paz antes de de ella...».

La Comuna de París ha sido parte de las citas de muchos líderes comunistas. Mao se refería a ella con bastante frecuencia. Lenin, junto a Marx, consideraba la Comuna un ejemplo real de la dictadura del proletariado. En su funeral su cuerpo fue envuelto en los restos de una bandera roja preservada desde la Comuna. La nave espacial Voskhod 1 portaba parte de un estandarte de la Comuna de París. También, los Bolcheviques renombraron la nave de combate Sevastopol a "Parizhskaya Kommuna" en honor a la Comuna.

Fue anarquista La Comuna de París

Historiadores consideran que La Comuna de París, creada después de la derrota de Francia a manos de Prusia en la guerra franco-prusiana, pudo haber tenido un desenlace más perdurable. Cuando el gobierno francés de Thiers trató de mandar tropas para recuperar el cañón de la Guardia Nacional parisiense para evitar que cayera en manos del pueblo, los soldados se negaron a abrir fuego sobre la muchedumbre y apuntaron las armas contra sus oficiales, suceso este ocurrido el primer día, 18 de marzo, lo cual dio inicio a La Comuna. Sus dirigentes estaban claros en las medidas a tomar, pero muchos de los líderes obviaron decisiones que a la larga ocasionaron desórdenes, desobediencias, abusos, pero sobre todo, falta de autoridad y de visión para darle un curso adecuado al movimiento, por lo que fue calificado como anarquista.

1 Tesorero de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia