Salir de la monotonía educativa universitaria y avanzar hacia la construcción del nuevo humano profesional de la Comunicación Social

Algunos centran los esfuerzos aplicados a su formación en la obtención de un título universitario que propicie cierto nivel de ascenso en la sociedad, de enaltecimiento por el logro alcanzado y hasta de complemento para mejorar su status en el ámbito laboral, en caso de que se cuente con habilidades empíricas.

La realidad circunstancial es que cuando se está en la academia andragógica, existe un encuentro de múltiples personalidades, donde aparecen ciertas actitudes individuales que diferencian a los alumnos entre sí y hasta son punto de choque para el desarrollo de potenciales académicos. El tradicionalismo educativo que imperó existencialmente en las clases, conjugó en su estructura consecuencias de apaciguo en sus destinatarios, situación que permitió la condena del pensamiento conformista sobre el contexto exterior.

Paulo Freire, merecedor del premio: “Educación y Paz” por la Unesco en 1986, pedagogo e iniciador de una nueva concepción educativa que promovió por años en su país natal Brasil y luego en Chile a través de un programa de alfabetización, es tomado como ejemplo debido al énfasis que sostuvo en la promoción de una pedagogía para la liberación de hombres y mujeres que a lo largo de su vida sufrieron el peso de la opresión y limitación de conocimientos. Plantea Freire que se debe dar ese sentido humanista al proceso educativo a través de la captación de los factores externos, de manera que quien está adquiriendo la enseñanza pueda sensibilizarse en la práctica y activar pensamientos críticos transformadores.

En el seno del auge de las comunidades, el pedagogo Brasileño mantiene a través de sus máximas reflexivas que se debe enseñar en primer lugar al hombre a ser humano, partiendo de la humildad y comprensión del maestro; estas metódicas empleadas buscan la penetración real de la docencia en el ser de cada persona,  también relucen otros umbrales como la paciencia y la adjudicación motivacional a quien recibe el saber; para Freire este proceso se forja en dos tiempos, uno en el que el ser humano comprende su realidad social y otro en el que a través de la educación la transforma.

Esta nueva representación educativa de la pedagogía concibe en su interior una intencionalidad política; los sistemas educativos son constituidos por el Estado y es éste el garante de su expansión y cubrimiento de la mayor parte de la población. En Venezuela, la educación es un proyecto político que abarca ciertos principios para asegurar la democracia en el país, por años gobiernos pretéritos perpetraron en las Escuelas, Liceos y Universidades procedimientos secuenciales de interdependencia, es decir la educación básica inició al individuo académicamente, una vez llega al ciclo secundario se sistematiza su capacidad de entendimiento a conceptos estáticos en las diferentes cátedras, logrando que dicha capacitación brindada sea absoluta sin generar instrumentos para despertar en el estudiante un estudio y análisis del propio significado fáctico que se le presenta. Cuando se ingresa a la Universidad, el artilugio científico que han creado llega con esa idea de recibir, absorber e impregnar en sus neuronas y en su libreta de apuntes, aquella gama innumerable de conocimientos que el profesor brinda en cada encuentro, que se termina convirtiendo en la simple recepción de temarios evaluativos, sin que haya existido una previa generación de debates críticos sobre sus contenidos e incluso sobre la metodología a aplicar.

En esa aplicación quebrantada de la educación en Venezuela, se han formado millones de venezolanos y venezolanas, de todas las áreas y ciencias universales, pero yéndonos a la examinación de las ciencias sociales, como lo practica la epistemología, la profesionalización de comunicadores sociales en la actualidad implica un compromiso ético que comienza desde la formación que se ofrece en esa primera instancia universitaria y de cuyo sistema de preparación surge la visión del profesional ante las diferentes necesidades comunicacionales que alberga el país, estado, municipio, parroquia.

Estos recolectadores de verdades en plenas andanzas de iniciación, se encuentran con sí mismos en un proceso constante de crecimiento ideológico, como un transcurso de experiencias que se ven influenciadas por el tipo de universidad a la que pertenece y la preferencia política que se mantiene a lo largo de la profesionalización.

Cuando se llega a la universidad se enfrentan cambios preliminares de adecuación, y depende de un factor indispensable un mayor alcance de la matiz intrínseca que lleva consigo el estudio de la Comunicación Social; este objeto representa en psicología un estado personal que se entiende por vocación, el cual no es más que la disposición del estudiante en la propensión de sentirse a gusto por lo que está asimilando, a su vez también puede reflejarse como la actitud que este posee –en algunas ocasiones es llamada inspiración- para gestar mayores conocimientos sobre el área electa de manera que pueda entender mucho más rápido el contenido que ofrecen las unidades de estudio.

El estudiante de Comunicación Social mucho antes de iniciarse en su aprendizaje teórico, debe hacerse planteamientos de auto-identificación de motivos por los cuales se encuentra allí, lo que permite una comprensión exhaustiva de sus fortalezas y debilidades a fin de que el profesor genere estrategias de enfoque para una capacitación efectiva, pero está en el estudiante reconocer el grado de motivación o vocación que tenga para la selección universitaria por la que opto o ya se encuentra integrando.

De allí emergen distintos ejes de tropiezo, ya que si el problema radica en la tendencia del estudiante a pertenecer a un supuesto gremio de estética y farándula, como sucede en las grandes metrópolis, es tarea de los formadores desplegar los verdaderos propósitos metodológicos que sostiene el contenido de sus ramas.

Diversas confusiones suelen aparecer cuando se empiezan a percibir las asignaturas que implica la formación de un periodista, a esto le agregamos el grado de adiestramiento alcanzado una vez transcurran los semestres que para mayor efectividad en las universidades se deberían promover una evaluación final sobre las competencias obtenidas por vía de los diferentes educadores de las cátedras.

Esto permitirá trabajar en las debilidades académicas del adulto y a la vez sirve como respuesta ante la calidad de métodos de enseñanza que el profesor está utilizando para la preparación profesional del estudiante.

El profesor en su papel, es guía para el conocimiento de las leyes y estigmas éticos que fundamentan el ejercicio de la profesión, pero ese cimiento moral no debe ser transmitido al estudiante como una imposición legal sobre prácticas éticas en el ejercicio, más bien debe justificarse su contenido pragmático como alineación ante otras acciones deshonradas cometidas y transformación de dichas actuaciones por un auténtico respeto practicado y cultivado en las comunidades y en consideración a quienes día a día reciben la noticia como estandarte de información sobre las necesidades comunicacionales vigentes.

Esa génesis que contiene los principios constitucionales y que conlleva al desarrollo de actitudes adecuadas por parte de los profesionales de la comunicación, debe ser alfa y omega del ejercicio en todo momento y quienes tienen la responsabilidad de tomar riendas en la percepción interna de estos basamentos son los estudiantes de Comunicación Social, quienes al inicio están experimentando todas aquellas acentuaciones de moralidad íntimamente ligadas a la psicología y que luego deben representarse mediante la praxis.

Mas adelante, al adentrarnos al tema de paradigmas educativos, nos encontramos con la posibilidad de regenerar el modelo tradicional de educación universitaria impuesto; como se trata de una transformación matriz en la que es Estado Venezolano ha propuesto la refundación de la patria mediante dos macro proyectos sociales que se iniciaron con el Plan Nacional Simón Bolívar y luego su seguimiento cumbre que inicia en el año 2007 y que debe culminar en el 2013, son cr4eadas instituciones al servicio de la formación del pueblo. Es la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Universidad Experimental Politécnica de las Fuerza Armada Bolivariana, quienes deben formar ciudadanos y ciudadanos que continúen forjando el sentido humanista, socialista y revolucionario emprendido desde la llegada del presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías. La UBV sede Bolívar, que ofrece en su Programa de Formación de Grado el área de Comunicación Social, actualmente está estableciendo un nuevo perfil del profesional ajustado a las necesidades de la población, ejemplo de ellos es la caracterización dada a la comunicación alternativa como herramienta para una mayor cobertura y alcance de quienes generan la información social, quienes la reciben, quienes la analizan y quienes la trasmiten hacia su mismo hábitat, las comunidades son las principales protagonistas de este nuevo modelo comunicacional, cuyo traspaso de saberes es puesto a su disposición para que luego ellas se conviertan en dueñas de sus cursos informativos.

La comunicación alternativa, popular, plural, horizontal y libre de ataduras populistas es base de miles de proyectos desarrollados por estudiantes de la UBV, quienes llevan a espacios comunales las metodologías de ayuda que funcionan como eje de estímulo hacia la consolidación de su independencia comunicacional enmarcada hacia el desmontaje propagandístico de los medios tradicionales.

Quienes se encuentran en pleno proceso de sensibilización y trascendencia sobre ese sistema político influenciado en los medios que por años dominó al país, son intérpretes de la historia que circunde a la nación y es precisamente esta hermosa profesión la mejor oportunidad de erradicar algunos fenómenos y resultados negativos que aún se mantienen en los venezolanos y venezolanas. En estos tiempos cuando se siente y vive un innovador concepto de país donde se invita a la práctica de principios de inclusión y justicia social es labor incansable de los futuros periodistas lograr entender la verdadera significación de la profesión como rama para el manejo de un arma muy importante que puede ser utilizada para la destrucción o construcción de la patria: la información dada por los medios de comunicación social.

Es la universidad responsable de formar al comunicador social, pero es la persona en constante formación quien debe abrir una concienciación interna sobre la realidad exterior en la que se va a ejercer la profesión, no debe tratarse de un resultado impropio, mas bien debe tomarse como la mas segura contribución dada al país al que se pertenece. Visión en la profesión, graduemos humanos profesionales y no profesionales que luego aprenden a ser humanos.

*CST-3 PFG Comunicación Social

Universidad Bolivariana de Venezuela

Epistemología de la Comunicación. 


magaly.valdez.s@hotmail.com



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Magaly Valdez

Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Estudiante de Educación en la Universidad Central de Venezuela. Docente asesora de la Mision Sucre. Poeta.

 magalyvaldez@gmail.com      @magaly_valdez

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