Amenazadas Plantaciones de Cambur en los valles del estado Aragua

El cultivo de cambur en Aragua

Los cambures pertenecen al género Musa, familia Musaceae y al orden Scitaminae. Los plátanos y cambures representan un 60 a 63% de la producción de frutos del país y por la pluralidad de variedades y variabilidad de aplicaciones gastronómicas son un componente importante en la dieta del pueblo venezolano.

En los valles de Aragua, desde el alto Tuy hasta las costas del Lago Tacarigua o de Valencia, han sido privilegiados en el cultivo de cambur. Los Cambures en el estado Aragua se siembran como monocultivo en pequeñas áreas que varían desde 1 a 20 Ha y su manejo incluye prácticas agronómicas como riego, fertilización, deshierbes, deshije, cosecha, combate de plagas y enfermedades. Su siembra es duradera, pues es un cultivo que se mantiene por varios años en producción. Este sistema es practicado por pequeños y medianos productores, quienes cubren la demanda del mercado interno y también para exportación.

Según Oscar Haddad y Freddy Leal (Situación actual y perspectivas de la producción de cambur de exportación y otras musáceas en el Estado Aragua. 1996), se estimaba que para 1.996 unas 3.800 Ha destinadas al cultivo de cambur y plátanos estaban situadas en el estado Aragua. Actualmente se estima una superficie cultivada de 600 Ha solo en los valles de Aragua.

La producción de estas plantaciones se destinaba a la comercialización como fruto (cambur maduro), ya sea porque los productores realizaban el proceso de maduración dentro de las propias plantaciones o por la venta directa a empresas o personas especializadas en la maduración del fruto; lo cual evidencia que su principal destino es el consumo humano inmediato. Para la exportación y procesos industriales (tostoncitos, maduritos y afines) se cosecha antes de su maduración.

Ante el actual desabastecimiento de productos de la cesta básica de alimentación, en especial harinas de maíz o trigo y cereales como el arroz, el cambur verde se ha convertido en un producto de alta demanda, suplidor de carbohidratos en la dieta diaria de los aragüeños y del resto del país.

 

Aspectos socioculturales y políticos vinculados a la producción de cambur

 

Tradicionalmente, todas las comunidades aledañas a las plantaciones de cambur se beneficiaban de manera directa tanto por el fruto como por sus hojas, en especial para temporada navideña. Esta práctica siempre ha sido tolerada o con el consentimiento de los productores, aceptando la figura del "rebusque" conformado por el aprovechamiento de rechazos de la comercialización los días de corte y desmanado (cambur maduro, manchas de cáscara o cambures pequeños).

También una parte de los racimos contabilizados como pérdidas representados por los racimos de cambur maduro en pie, los racimos caídos antes del corte, eran cedidos gentilmente por los productores o parceleros a los vecinos que así lo solicitaban, para el consumo humano directo o para alimentación de animales domésticos: cochinos, chivos, pájaros, gallinas, entre otros.

Los fines de semana era común la extracción de racimos de cambur, con o sin consentimiento de los productores, los cuales eran destinados al tradicional sancocho, para la preparación de tostones o el famoso cambur sancochado.

Esta pérdida tolerable se podía contabilizar entre un 10% y 20% de la producción total, dependiendo de la cercanía a comunidades o centros poblados.

 

El hurto y robo de cosechas de cambur

 

Debido a la demanda del cambur verde como suplemento de la dieta diaria, personas y grupos inescrupulosos se han dedicado a la extracción ilícita significativa para su comercialización de cambur en su etapa verde, que en algunos casos ha llegado al 90% de las plantaciones aledañas a las zonas urbanizadas.

El cambur verde que se esta vendiendo en los mercados populares, ferias de verduras, así como los que se comercializan en las esquinas y avenidas de los centros poblados de los municipios de Aragua, son en un 90% producto de extracciones ilícitas, ya que los productores los vende en su presentación de cambur maduro o es vendido a los maduradores para su posterior comercialización como fruto maduro. Esta situación solo representa "pan para hoy, hambre para mañana" si no se permite las condiciones regeneración de la plantación.

Sin embargo, ya no se trata de vecinos que entresacan racimos o manos de cambur en hurto famélico, sino de delincuencia organizada con demostración de fuerza o exhibición de armas de fuego, quienes "cosechan" los frutos para su venta.

 

Baja forzada de los precios del cambur

 

El cambur tenía tres precios en el mercado:

  1. En la plantación por peso en kilogramos o por cestas de plástico (con un peso promedio de 22 kilos por cestas),

  2. El precio de la cesta de cambur maduro de los intermediarios (maduradores, transportista o mayoristas),

  3. El precio por kilogramo al consumidor definitivo, en los supermercados o fruterías.

Ahora se implementó un nuevo precio del cambur, nos referimos al precio del cambur verde extraído ilícitamente de las plantaciones, el cual genera un mercado paralelo ilegal que arruina a los productores y desestimula continuar con ese rubro.

 

Destrucción e incendios de las plantaciones

 

Otro amenaza y afectación directa de las plantaciones de cambur, es generada por la alta demanda y precios de las hojas, para la preparación de las tradicionales hallacas en tiempo decembrino.

Tradicionalmente los productores y parceleros permitían el aprovechamiento de las hojas de cambur a los vecinos y comunidades aledañas, quienes sin afectar la vida útil de las plantas cortaban dos o tres hojas y su posterior ahumado parcial, en fogatas improvisadas dentro de las propias plantaciones.

Es el caso que ahora grupos foráneos, delictivamente organizados, penetran a las plantaciones sin ningún tipo autorización de los productores o parceleros, ostentando armas de fuego, derriban las plantas completas, para el aprovechamiento ilícito de todas las hojas y usan las varas del bambú (guasdua) para la preparación de los fogones de ahumado de las hojas cortadas.

Es decir, no solamente dañan la planta completa sino que le quintan los puntales de sostenimiento, necesarias para sostener el peso. Si ya era difícil de conseguir puntales de bambú por protección ambiental, su destrucción es una pérdida de activos inherentes al sistema de producción.

Estos fogones no son apagados unas vez culminado el ahumado parcial de las hojas, de lo cual derivan incendios en las plantaciones, ya que este proceso ocurre precisamente en la entrada del verano, es de hacer notar que una vez afectada una plantación por un incendio de vegetación, esta es de muy difícil recuperación.

Ante la escasez de puntales de bambú, los parceleros han optado por el amarre con mecatillo (nylon) entres plantas cercanas, que igualmente son cortadas para facilitar la movilización dentro de la plantación de estas personas que realizan el aprovechamiento ilícito de las hojas para envoltura de las hallacas.

Estos últimos años, hemos visto como ha proliferado los incendios de vegetación dentro de las plantaciones, debido a la sequia generada por los cambio climáticos que acentúan la intensidad de la temporada seca (verano) aunado al fenómeno del Niño y la Niña. Esta situación es aprovechada por los invasores de oficio, que provocan intencionalmente los incendios para justificar dichas invasiones, argumentado que los terrenos en cuestión no estaban en producción.

Otra causa de los incendios de los dos últimos años son atribuidas a las denominadas "Agroguarimba", promovidas por algunos sectores políticos de oposición al gobierno (para no generalizar), con el fin de acentuar la escasez de alimentos dentro de la frase política "Guerra Económica".

 

Invasiones de parcelas, cambios de uso y daños al suelo agrícola

 

Las Invasiones para el desarrollo de viviendas sobre tierras de uso agrícola han afectado la disponibilidad de tierras óptimas para el cultivo y ampliación de las plantaciones de cambur en el estado Aragua, las invasiones realizadas por parte de grupos denominados "Rancho Traficantes" han cambiado el uso de las tierras agrícolas en los últimos veinticinco años de manera significativa.

Estos grupos de invasores, en gran medida, son personajes "rancho-traficantes" que se valen de la necesidad de viviendas ante el crecimiento y concentración poblacional, usualmente apoyados por organizaciones políticas interesadas en la búsqueda o captura de votos por migración electoral, en tiempos de campaña, además de realizar ventas ilegales de parcelas, extorsión y fraude inmobiliario.

Para finales de la década de 1970, la tasa de cambio de tierras agrícolas a otros usos en la cuenca del Lago de Valencia, era de 1.283 ha/año (Zinck, 1977). Las tierras más afectadas por estos nuevos usos han sido las de alta vocación agrícola (I, II), entre 1980 y el 2000 la cifra actualizada por Ormeño (2002) a partir de los datos de Zinck, fue de 789,23 ha/año. Entre el 2009 al 2014, la Secretarias de Asuntos Agrícolas de la Gobernación de Aragua, a partir de los datos de Armando Rojas (2014), se estiman unas 1.000 ha/año cambiadas a usos urbanos.

A toda esta situación se le suma la escasez de fertilizantes y herbicidas en el mercado, lo cual ya representaban de por sí, una amenaza para mantener la producción.

 

Inseguridad

 

A la grave situación del sistema de producción frente a la presión urbana y el saqueo de cosechas, hojas y varas, se suma la acción de la delincuencia, furtiva y organizada, quienes vienen causando daño en los elementos costosos del sistema productivo:

Transformadores de corriente eléctrica, bombas y tuberías de riego, baterías, cauchos y demás partes de vehículos y tractores, robo de equipos y hasta de estructura metálicas con sus láminas de techo desaparecen con rapidez inusitada.

Por si fuera poco, se han presentado hechos de inseguridad personal contra la vida de los propios productores y parceleros, quienes somos objeto de permanentes amenazas, secuestros, cobro de vacunas, además de robos y hurto en las viviendas y en las unidades de producción por parte de grupos delictivo armados.

Además de los robos y hurtos permanentes de maquinaria y equipos agrícolas, vehículos de transporte, tractores, arados o sus partes (baterías, cauchos, arranques), son hurtados o robados dentro de las plantaciones mediante el sometimiento y bajo amenaza de muerte de los maquinistas y obreros; y los robos y hurtos de las viviendas y enseres de los productores y parceleros que en ocasiones son objetos de secuestro en sus propios domicilios y presionados por el cobro de vacunas por parte del hampa organizada; se suma la dificultad de reponer tales componentes del sistema productivo y de la comodidad familiar, por los altos costos de los equipos y partes en el mercado.

No escapa el robo al cableado eléctrico, incluyendo los bancos de transformadores eléctricos, necesarios para el funcionamiento de los sistemas de riego, así como las propias bombas para riego, son hurtados o robados y vendidos en el mercado negro de forma directa o son desmantelados para la extracción del cobre en ellos contenido y su venta posterior como metal a los chatarreros.

Esto afecta de manera directa el riego de las plantaciones las cuales pronto sufren "Estrés Hídrico" mermando la producción. Además de ser el caldo de cultivo propicio para la activación de los Invasores de oficio.

Ya los trabajadores o jornaleros no quieren ir a las plantaciones, porque son sometidos y robadas sus pertenecías e implementos de trabajo, además de sentir la impotencia de quedar amarrados con alambres, por horas dentro de las plantaciones.

Más recientemente nos encontramos que dentro de las plantaciones contiguas, los grupos delictivos foráneos, se pelean por el control del territorio y la extracción de lo poco que queda de cambur.

No siendo esto suficiente cuando entre ellos ocurren los llamados ajustes de cuenta o control territorial y se ocasionan bajas, los productores y parceleros quedan bajo investigación policial, si las agresiones o fallecimientos ocurren dentro de sus predios, ahora sometidos a una presión psicológica adicional, al verse incursos en investigaciones administrativas y penales engorrosas, y rogando e implorando al creador diariamente que no ocurran enfrentamientos dentro de su parcela.

Una buena parte de los productores han tenido que suprimir la vigilancia privada para evitar involucrase en estos enfrentamientos, o porque ya no hay empresas de vigilancia que presten el servicio, por el alto riesgo a que están sometidos sus trabajadores, debido a las diferencias numéricas con respeto a estos grupos que operan dentro de los cultivos.

Las denuncias ante los organismos competentes de seguridad pública, son escasamente atendidas, debido a la falta de personal y unidades de vigilancia apropiadas para la atención en los predios rurales.

Sin embargo hay que reconocer la acción de los organismos de seguridad en el control reciente asociado a la extracción de las cosechas, dentro de las limitaciones antes mencionadas.

 

Deficientes y costosos suministros agrícolas

 

Las tiendas de suministros agrícolas, se caracterizan por la poca oferta de los suministros requeridos para el mantenimiento de las Plantaciones, así como un incremento permanente de los precios. Ente los que destacan:

Fertilizantes: Urea para la preparación de la tierra y etapa de crecimiento, así como formulas de macro nutrientes: Nitrógeno Fosforo y Potasio (NPK) (12-12-17).

Además, productos para el control de enfermedades varias y en especial para el combate de la Sigatoga (amarilla o negra) Triazoles, Benzimidazoles y Morfolinas, Aceite Blanco (fijador) y productos para el control de malezas y Nematodos.

La inexistencia de maquinaria agrícola complementaria, así como de repuestos comunes incluyendo; baterías y cauchos para tractores y vehículos de transporte.

Todo esto incide negativamente en el proceso de producción, quizás no en la superficie total cultivada, pero si en una merma en la producción y baja en la calidad de los frutos.

 

 

 

Enfermedades viejas y nuevas en las plantaciones de cambur

 

 

 

La Sigatoka Amarilla, hongo que afecta severamente el follaje de los cambures, se tenía controlado en los Valles de Aragua, mediante el uso de fungicidas sistémicos (Triazoles, Benzimidazoles y Morfolinas) esta afectado seriamente las plantaciones, debido a los altos costos o ausencia parcial o total de los insumos para su control.

Igual situación se presenta con el resto de las plagas y enfermedades típicas de este fruto: Gorgojo Negro, Ceramidia o "Gusano peludo" defoliadores como el - "Gusano montura" (Sibine apícalis) "Gusano de la hoja" (Sibine nesea) "Gusano cesta" (Oiketicus kirbijí). "Coquito" o "Escarabajo come-cáscara". (Colaspis sp.). Hereque o Moko (Pseudomonas solanacearum). Esta bacteria afecta a las Musaceas, es una enfermedad sistemática que afecta a toda la cepa incluso a los pequeños "hijos". Puede ser transmitida por el hombre (herramientas de trabajo), suelos infectados, contacto de raíces, agua de riego e insectos.

Otra enfermedad que afecta actualmente las plantaciones de Cambur del estado Aragua, está vinculada a una acción combinada de Bacterias y Hongos (fusarium) que en un principio fue asociado al "Falso Mal de Panamá, pero que luego de algunos ensayos y pruebas en laboratorios del INIA, se pudo confirmar que estamos en presencia de una Bacteriosis combinada con una Fusariosis, en donde las plantas presenta señales de amarillamiento y marchitez semejantes a los que manifiesta cuando sufre sequía. Las bacterias generan las condiciones apropiadas para el desarrollo de hongos Fusarium, el cual es un patógeno del suelo, el cual infecta el sistema radical y pasa a colonizar la planta a través del sistema vascular.

Las plantas afectadas, presenta internamente síntomas que ayudan a reconocer la enfermedad. En los vástagos infectados se puede apreciar una serie de puntos o manchas de color marrón oscuro a negros, y áreas blandas de color oscuro. Lo cual es evidencia del corte de las venas internas conductoras de la savia, las cuales han sido coloreadas por la acción tóxica de los agentes patógenos. Todo ello de conformidad a información suministrada por los expertos de INIA y UCV, quienes adelantan propuestas para el control de esta acción combinada de Bacterias y Hongos (Fusarium).

Este problema latente ya ha afectado un aproximado del 40% de las plantaciones de los municipios Lamas, Libertador, Linares Alcántara y Sucre, y se viene propagando vertiginosamente hacia otros Municipios, Muchos de los Productores de estos municipios están cambiando de rubro, debido a los efectos de esta enfermedad, ya que existe escasa o poca información sobre el tema, así como a la ausencia de productos para su control. Algunos expertos en el cultivo de Musáceas sugieren la inmediata declaración de "Alerta Fitosanitaria", así como la elaboración de un Plan de acción inmediato, con el fin de controlar la propagación de esta enfermedad.

 

Fallas del Servicio Eléctrico

 

Las continuas fallas del servicio eléctrico de la zona, así como los cortes de luz para el ahorro energético programado por CORPOELEC, han dañado o afectado severamente los equipos eléctricos de los sistemas de riego de las plantaciones de Cambur que no se encuentran dentro de los sistemas de riego de Taiguaiguay o Zuata del estado Aragua, con sus nefastas consecuencias.

 

Inundación por crecida del Lago Tacarigua o de Valencia

 

La Cuenca del Lago de Valencia, ubicada en jurisdicción de los Estados Aragua y Carabobo, constituye la única cuenca endorreica (cerrada) natural del país y conforma el entorno geográfico ambiental venezolano de mayor deterioro. La extensión total de la Cuenca es de unos 3.140 Kilómetros Cuadrados, de los cuales aproximadamente la décima parte, el 10% de la Cuenca esta cubierta por las aguas del Lago de Valencia (340 Km. cuadrados). Los diversos problemas ambientales que afectan la Cuenca del Lago de Tacarigua o Valencia, tienen su origen en la ausencia de una política apropiada de gestión territorial, y a la ausencia de políticas administrativas, legales y educativas de carácter ambiental para armonizar el hábitat humano en forma integral.

Entre los principales conflictos ecológicos que afectan a la Cuenca destaca el Incremento del Volumen del Agua, debido a que el agua que abastece a centros poblados e industrias de la región proviene del trasvase de otras cuencas, las cuales se incorporan al Lago en forma de aguas residuales, así como la incorporación por mucho años de las aguas del Río Cabriales a la Cuenca del Lago, anteriormente tributario del Rio Paíto, (actualmente el Rio Cabriales ha sido reincorporado a la cuenca del Pao).

Con el aumento progresivo de los niveles de agua del Lago, muchos urbanismos y terrenos destinados a la agricultura se han visto afectados, a tal punto que han tenido que ser desalojados sus habitantes y demolidas las viviendas una vez materializados los procesos de indemnización, pero muchas plantaciones han quedados sumergidas en el Lago, sin recibir ningún tipo de indemnización o resignación de tierras para la continuidad de la actividad agrícola de sus productores.

Se estima que por esta causa se han visto afectadas aproximadamente unas 10.000 hectáreas, de conformidad a los datos suministrados por el Ministerio del Poder Popular de para el Ecosocialismo y Aguas a la Comisión Estadal de Ordenación del Territorio del estado Aragua, de las cuales unas 8.000 ha. Corresponden a terrenos uso agrícola y unas 2.000 ha. de uso urbano.

De las tierras agrícolas afectadas por el crecimiento del Lago, se estima la afectación de unas 1.500 ha. de plantaciones de Cambur ubicadas en el estado Aragua.

 

Cambios Climáticos

 

El cambio de clima es atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.

Las actividades humanas han ido aumentando sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, intensificando el efecto invernadero natural, lo cual da como resultado, un calentamiento adicional de la superficie y la atmósfera de la Tierra, afectando adversamente la capacidad de recuperación o la productividad de los ecosistemas naturales o sujetos a ordenación, o en el funcionamiento de los sistemas socioeconómicos y el bienestar humano.

Estos aumentos de la temperatura de la Tierra en su totalidad, intensifica las temporadas secas (verano de las zonas tropicales) Generando "Estrés Hídrico" de las plantaciones, donde se propician las condiciones para la generación y propagación de incendios de vegetación en las propias plantaciones de cambur, cultivo de alto requerimiento de riego.

 

Síntesis

 

Las Plantaciones de cambur del estado Aragua están amenazadas de desaparecer, tanto por las actuales enfermedades e impactos ambientales que los afectan severamente, como por el hurto y robo diario de las cosechas por quienes se dedican a su extracción sin el consentimiento de los respectivos productores y de quienes arremeten contra los bienes y la seguridad de las familias productoras de estos rubros; aunado a la desventaja de competir con los precios bajos del mercado, forzados por la venta barata de las cosechas saqueadas por quienes nada invirtieron en ello.

Todos estos factores adversos desestimulan continuar con la siembra de cambures y obligan a los productores a decidir la sustitución por otros rubros, lo que inevitablemente desencadenará la escasez del mismo y su elevado precio, quitando a la dieta del pueblo un importante componente para su sobrevivencia.

 

Propuestas de acción para recuperar la producción de cambur aragüeña

 

  1. Elaborar un plan de emergencia destinado al rescate de los sistemas de producción agrícola del cambur, de carácter institucional y al más alto nivel político. Dada la gravedad del caso en donde la mayoría de los productores están a punto de abandonar la actividad agrícola y otros realizan cambio de rubros de producción, lo cual seria muy lamentable, sabiendo que es éste producto (cambur), es el que ha logrado palear la actual escasez de harinas de maíz y arroz, es decir, es un fruto de carácter estratégico en la actual crisis agroalimentaria.

  2. Instrumentar un plan de emergencia fitosanitaria con apoyo del estado para la erradicación de las enfermedades que en la actualidad afecta de manera directa las plantaciones de este importante rubro alimenticio de carácter estratégico. Este plan deberá incluir el desarrollo de investigaciones técnicas y científicas sobre la acción combinada de bacterias y hongos que afectan en la actualidad las plantaciones de varios municipios del estado Aragua, el suministro de sustancias e implementos que garanticen el control fitosanitario, así como la activación de los protocolos de Alerta Fitosanitaria, que contemplen los organismos internacionales asociados al caso.

  3. Instrumentar el Plan de Seguridad de las Plantaciones para el abastecimiento seguro, (OLP agrícola o rural) ya que de nada sirve garantizar la seguridad de los centros de distribución Supermercados y Abastos de los productos regulados, si los frutos, hortalizas y legumbres que suplen la carencia de estos productos son permanentemente saqueados de manera directa en las plantaciones.

  4. Implantar un plan de financiamiento inmediato, a través de la banca pública y privada que permita la recuperación de las plantaciones afectadas por las actividades delictivas surgidas a raíz de la novedosa demanda de cambur verde, como paliativo a la crisis de abastecimiento.

  5. Instrumentar un Plan de abastecimiento de los insumos, materiales agrícolas, a saber: fertilizantes, fungicidas, herbicidas, cauchos y baterías para tractores, Cavas de refrigeración, Bombas de Agua para riego (sumergibles y superficiales), bancos de transformadores para las redes eléctricas, de acuerdo a las necesidades de cada productor o parcelero determinadas mediante un diagnóstico y riguroso control administrativo, que contemple facilidades de pago o rembolso.

  6. Aprobación de una Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria que contemple además de la protección de la Tierras con vocación agrícola, se proteja de manera efectiva a la producción (las cosechas) a los productores y sus familias, así como los servicios agua y energía asociados a la actividad agrícola. Esta ley deberá contemplar sanciones severas a los cambios de uso de las tierras destinadas a la producción agrícola, así como sanciones penales al robo y hurto de los productos cosechados, destrucción de cosechas y plantaciones y los mecanismos de protección social a los productores y trabajadores del campo.

  7. Inmediata creación y capacitación especializada de la Policía Rural, y activación de sus respectivos centros de operaciones en los predios rurales, y la dotación de vehículos apropiados a las condiciones de los terrenos rurales, como una forma inmediata de garantizar la seguridad y soberanía agroalimentaria de la región. Seguimiento de casos hasta su resolución policial.

  8. Apoyar la gestión de los tribunales agrarios del estado, quienes han venido realizando una labor eficiente en la protección de las tierras agrícolas y el ambiente.

Igualmente hacemos un llamado a todas las comunidades aledañas a las plantaciones quienes se han beneficiado de manera directa y de forma tradicional, para que contribuya en el resguardo, mediante la denuncia oportuna, ya que quienes están amenazando en un mayor porcentaje la pérdida en la producción, son personas o grupos delictivos que vienen de otros municipios o sectores. Los productores de cambur del Estado Aragua exhortamos a las autoridades civiles y militares a garantizar la seguridad de las plantaciones y de los productores y parceleros.

josemanuelhurtado63@gmail.com



 



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