Un artista popular venezolano se distingue, entre otros de diferentes nacionalidades (XXIII)

La belleza y originalidad de las esculturas y demás obras artísticas elaboradas por el venezolano Juan Félix Sánchez, ya en la primera mitad de la década de los años 90 eran conocidas en gran parte del mundo artístico occidental y poco a poco él va recibiendo visitas de artistas escultóricos de diferentes países. Umberto Eco, quien fue un escritor, filósofo y profesor italiano, autor de numerosos ensayos sobre semiótica, estética, lingüística y filosofía, así como de varias novelas, al comentar la obra de Juan Félix Sánchez, en 1995, señala: "Hacia los tres mil metros, en un valle verdísimo, se ve una pequeña iglesia de piedra. A primera vista me recuerda a una parroquia románica entre Perpiñán y la frontera catalana, pero las formas son más libres. De cerca, ciertos toques materiales me hacen recordar a Gaudí. (Antoni Gaudí i Cornet, también conocido en español como Antonio Gaudí, fue un arquitecto español, máximo representante del modernismo catalán). La iglesia es inclinada, sinuosa, la pequeña nave está decorada con muebles casi zoomorfos, (práctica de utilizar formas de animales como base de inspiración y modelo para el diseño arquitectónico) hechos uniendo troncos de distintos tamaños ya petrificados por la naturaleza. El altar evoca lo que por convención llaman art naïf, (Corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, el autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y contrastados y la perspectiva acientífica captada por intuición) pero si el autor es un primitivo, sabe hallar soluciones técnicas de muy buen gusto. En la obra arquitectónica la razón no impone sus leyes en el momento de la creación, la vitalidad de las masas, materiales y formas arquitectónicas no están sometidas al control del intelecto o a una disciplina que las someta a sus reglas, sino a un orden que se amolda a las leyes que impone la propia naturaleza aprovechando sus exigencias, buscando para la construcción su acomodo a ella, apoyándose en la espontaneidad y la libertad creativa y en la intuición e instinto para atrapar, a su vez, la vitalidad del entorno y de los materiales"

"Estos materiales orgánicos que también se reflejan en sus objetos ensamblados con fines utilitarios: sillas, taburetes y bancos, presentan una escasa manipulación para conservar su estado puro, primitivo y bruto, además, se une a esto, el hecho de ser extraídos del mismo suelo en donde se produce el acto creativo. El perfil de los volúmenes puros es anulado aquí por la riqueza de texturas y calidades que comporta la materia, haciendo difícil separar la arquitectura del entorno circundante. Por ello esta arquitectura presenta un carácter pictórico, apegándose a esa calidad que presentan los fenómenos del entorno natural" Este largo comentario es el que hace el filósofo Umberto Eco de la obra artística de Juan Félix Sánchez. Sin embargo, en la obra de Juan Félix Sánchez hay otro elemento que define este carácter orgánico de la obra arquitectónica, siendo éste el respeto en el emplazamiento a la topografía del terreno; respeto que algunos podrían calificar de parcial, ya que el terreno donde se alzan las capillas es preparado con anterioridad. La arquitectura emprendida por Juan Félix Sánchez representa la evolución y superación del estilo constructivo tradicional en piedra del alto páramo andino venezolano, que tiene sus raíces en las construcciones prehispánicas elaboradas en la zona por las etnias mucuchama, que a su vez recibieron influjos de los timotocuicas y los chibchas.

Este estilo constructivo subsiste actualmente como vestigio y de él sólo se observan algunos ejemplos dispersos por el páramo. Esas antiguas etnias preferían para la zona fría la construcción en piedra, no sólo por la abundancia que del material se tenía en el sitio, sino también por su comportamiento en relación con el clima. Por otro lado, las piedras representaban objetos sagrados para esa gente y por ello era motivo de ritos y cultos; situación que el artista no ignoraba. Eduardo Planchart Licea, (Historiador y crítico portugués) al comentar la importancia de la piedra en la obra de Juan Félix Sánchez en 1992, señala: "El Complejo del Tisure está lleno de pequeños secretos, que sólo se muestran con el tiempo y la observación. Así la piedra entre sus juegos de color, superficie y relieve, oculta el desarrollo de una verdad artística y espiritual, que nos lleva a frases bíblicas en donde se relaciona la piedra al espíritu, transformándose ella en puente con lo sagrado. La piedra por su inmutabilidad es un signo que representa la continuidad de una vida, de una conducta o pacto divino, ella es testigo de una alianza que perdurará a pesar del tiempo, en tanto que es una manifestación de la divinidad y de la eternidad" Con respecto a las tallas en madera, casi todas están vinculadas de alguna manera al Complejo del Tisure y presentan una clara diferenciación con el estilo hierático y tosco de la talla relacionada con la santería popular. Los personajes presentan esa contundencia en los gestos y posiciones que hablan del dramatismo y de la intensidad de los hechos relacionados con la vida de Cristo, además, en ellos está ausente la policromía para dejar que el material hable por sí mismo con su rudeza y vitalidad, pero sobre todo por su pureza de arquitecto popular, tallador y artesano. La determinación natural de nuestro paisano, el venezolano Juan Félix Sánchez, hace que desarrolle el ingenio innato que posee todos los hijos de esta patria y él lo utiliza para expresar lo que es libre, grande, bello y hermoso, herencia de nuestra mezcla de razas, considerada en lo físico, mental y espiritual, como la más perfecta creación humana que existe en el universo.



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José M. Ameliach N.


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