Atención presidente Maduro y Min Salud

Denuncia sobre los (CDI) Centros de Diagnótico Integral de Nueva Esparta

Sorprendido estoy, por lo que me ocurrió en el CDI de Boca del Rio el viernes 17 de noviembre pasado, y para explicar mi sorpresa, tengo que hacer referencia al origen de mi problema de salud, y las circunstancias que me hicieron acudir a ese centro de diagnóstico integral.

Todo comenzó el 20 de julio de 1984, a las 4.00 pm cuando sufrí un accidente de tránsito, y quedando mal herido, fui trasladado en ambulancia al Hospital Luis Ortega de Porlamar, donde se me diagnostico hematoma retroperitoneal, fisura de pelvis y costillas. Inmediatamente se me practicó una laparotomía exploratoria. A Dios Gracias no había ningún órgano dañado, por lo que me "pasaron a piso".

A los tres días, estando yo "doloridamente en mi camita" en "cirugía blanda", entra en el cuarto un médico residente que yo conocía por circunstancias que no vienen al caso, y "sin más" me saca la sonda nasogástrica, y se va. Pocos minutos pasaron, y entro el especialista, y con mala actitud me pregunto: ¿Quién le saco la sonda a usted? y yo le respondí que uno de bata blanca como la suya.

Inmediatamente y sin mejora en su actitud, procedió a introducírmela de nuevo, y debido a las fuertes nauseas que esta provoca, sentí un golpe en el abdomen y le dije: ¡se rompió la barriga¡, el especialista despegándome el adhesivo me dijo que no se había roto nada, me lo volvió a pegar y se fue.

Veinte días después me dieron de alta con una eventración gigante diagnosticada y en la consulta externa supe que aquel "se me rompió la barriga" era la "pesadilla" que ya pasa de 33 años.

En estos años he conocido un sinfín de excusas, razones, justificaciones, hasta incluso "bacterias", "chips dañados", me han sacado el cuerpo, me han bateado como dicen los cubanos, ya no sé cuántas veces, y hasta incluso me han "mentido" SI "me han metido", en febrero del 2009, una noche a las 9 pm llegue de nuevo al HLO, con un dolor intenso el en abdomen , fui hospitalizado en emergencia, me hicieron algunos exámenes, una tomografía abdominal en una clínica porque los dos tomógrafos del hospital Luis Ortega les falta el "chip", a los dos días me dieron de alta con el diagnostico de "síndrome de adherencia agudo" y una colección de citas con especialistas para después operar mi eventración gigante, después de once meses, y haber tenido que repetir varios exámenes por la demora, ya en el límite de la desesperación, el 18 de enero del 2010, me operan, y tanto la cirujana como la anestesióloga, que además es mi cuñada, y aunque no trabajaba en el hospital, si estuvo presente en la operación, las dos me informan que me pusieron una "malla", y que había quedado "perfecto".

La mentira la supe, cuando meses después me ataco un fuerte dolor abdominal, y acudí a la misma cirujana como era lógico y en la que todavía tenía toda mi confianza, ya en su consulta percibí cierta actitud extraña, y ante la perspectiva de otros once meses de vejaciones para conseguir una "operación de vesícula" decidí acudir al CDI de Boca del Rio, donde recibí una atención más que extraordinaria sobre todo comparándola con la recibida en el Hospital Luis Ortega. A los pocos días fui operado y despertándome de la operación, el cirujano me pregunto: ¿usted no me dijo que le habían puesto una malla?, a lo que yo respondí jocosamente, "así me contaron la película doctor, porque yo me quede dormido", el me miró fijamente y me dijo, "ahí no tiene ninguna malla".

Ya después de recuperarme de esta nueva operación, al preguntarle al cirujano cubano sobre mi eventración, él me explicó que, debido a mi sobrepeso, era conveniente primero que rebajara unos cuantos kilos para poder operarme, ya que donde estaba el problema era donde había la mayor concentración de grasa.

Con ese consejo, decidí dejar pasar el tiempo y por mi cuenta centrarme en la tarea de "bajar de peso, y de manera seria y definitiva, conseguí rebajar hasta el día de hoy, nada más y nada menos que 29 kg.

Paso el tiempo. Y en los meses atrás cuando se anunció por parte del gobierno, el "plan quirúrgico nacional" vi la oportunidad de resolver definitivamente mi problema más cuando ahora ya no había sobrepeso, pero, aquí llego la sorpresa que motiva esta carta.

En los primeros días del mes de julio pasado, fui al CDI de Boca del Rio, a solicitar información acerca del plan quirúrgico, me atendió una doctora internista muy amable, me tomo los datos y me explico que me avisaban por teléfono. Al pasar un mes y como no me habían avisado, pase para averiguar, me tropecé con el anestesiólogo, el cual me recomendó que fuera al CDI de Los Cocos en Porlamar, allí habían dos salones, dos cirujanos, doble equipo, etc etc, y… ¡ mentira ¡ ! porque al día siguiente estuve allí, y el propio cirujano me lo desmintió, y me añadió que allí también estaba dañada la máquina de anestesia y los aires... Sorprendido, decidí tener paciencia y esperar, en otra de las "pasadas" hable con la cirujana del CDI de Boca del Rio, muy amable y atenta me explico mi operación y hasta incluso los riesgos de no operarme, y que si reparaban la máquina de anestesia, ella me operaba si problema; y siguieron pasando las semanas, en otra "pasada" me dijeron "ya está todo arreglado, y solo falta que llegue el nuevo personal de quirófano" ADG pensé yo, y 15 días después, voy y me consigo con el mismo anestesiólogo que me había mentido, y esta vez, además de equipos obsoletos, maquinas dañadas y sin reparación, compresores de aire robados, me ha diagnosticado enfermedades y cardiopatías por las que mi operación constituía un altísimo riesgo para mi salud , por supuesto, sin ningún examen, solo así, converme... nunca me habían bateado así.

REFLEXIONES:

  • Sera que tanto para la cirujana del H.L.O. como para la anestesióloga (mi cuñada) y también para el anestesiólogo del CDI de Boca del Rio, la mentira es parte del diagnóstico o el tratamiento,son mentiras profesionales o profesionales de la mentira.

  • Habiendo en toda operación un riesgo para la vida del paciente, con qué derecho arriesgaron mi vida la cirujana del HLO y la anestesióloga (mi cuñada) en una operación que sabían de antemano no iba a solucionar mi problema, y además mintiendo.

  • Porque tantas discrepancias y hasta contradicciones entre diferentes profesionales de la medicina ante una simple y clara eventración gigante que lo que únicamente requiere una "reconstrucción de pared abdominal con malla protésica".

  • El Lic. anestesiólogo del CDI de Boca del Rio creo que tiene problemas de clasificación de riesgo, porque en mi modesta pero interesada opinión el riesgo de una oclusión intestinal o una ulcera por eventración es mucho más alto que el de una operación de reconstrucción de pared abdominal a un paciente hipertenso controlado y con buen estado de salud, "aunque con cardiopatías imaginarias "y... !cuidado con un xenomorfo!

  • Este Lic. anestesiólogo del CDI de Boca del Rio, en la puerta del CDI, con su franela levantada exhibiendo su "lipa" y espantando pacientes, es sin lugar a duda, una pésima imagen no solo para ese CDI, sino incluso para todos los profesionales cubanos que por ahí han pasado.

  • ¿Qué pasa en los CDI de Margarita? ¿se trata de una conspiración? ¿también se han unido al boicot? ¿o al bloqueo? ¿están sancionando a los pacientes? ¿porque tienen ya tanto tiempo sin funcionar? ¿Lo que comenzó como una maravilla cubana, y perdónenme la expresión se ha venezolanizado?

  • ¿Cuántas operaciones se dejan de hacer semanalmente? ¿ A cuantos pacientes más están "bateando".

  • ¿Dónde está el plan quirúrgico nacional?. ¡Cuánto sufrimiento prolongado innecesaria e injustificadamente!

    CONCLUSION

  • No tengo pruebas ni certificados que demuestren lo que aquí denuncio, solo la contundencia de los hechos, y no creo que nadie en su sano juicio, los vaya a poner en duda, más si alguna vez ha tenido un problema de salud, y no ha tenido dinero para ir a una clínica.

  • Soy perfectamente consciente de que con esta carta me estoy creando enemigos, sobre todo con los que hasta ahora tampoco han sido amigos, pero solo estoy reclamando mi derecho a una integridad física que por irresponsabilidad de dos profesionales de la medicina me fue arrebatada hace 33 años, y desde entonces se me ha negado la posibilidad de recuperarla.

  • Pido encarecidamente y agradeceré desde mi alma la publicación de estas líneas en este prestigioso medio, que siempre está atento a los problemas del pueblo, ya que mi problema, es también el de muchos otros, que tampoco están pudiendo acceder a los servicios de salud que, con tanto profesionalismo y dignidad, prestaban los CDI de Nueva Esparta en otro tiempo.

humbertodelacruzcon60@gmail.com



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