Poeta, profeta

--¡No pasarán!­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

Y no pasa nadie, porque la acera vive ocupada. Mucho más que el Senado.

( Fragmento del "Remitido por Morrocuá Bleu al señor Gustavo Zingg, hijo")


Andrés Eloy Blanco, una de las figuras más relevantes de la poesía venezolana del siglo XX, comienza a ser conocido por las jóvenes generaciones en virtud de la mención que de su nombre hace, con cierta frecuencia, el Presidente Chávez, después que su memoria había quedado cubierta por un manto de silencio de casi cincuenta años desde que ocurrió su trágica desaparición, período en el cual la IV-R, sólo en una oportunidad, en 1973, editó sus obras completas las cuales fueron distribuidas entre los congresistas para ornato de sus "bibliotecas" o para ser regaladas a sus amigos como demostración de su "cultura". Yo tuve la suerte de recibir hace poco tiempo uno de esos regalos en su empaque original (6 tomos, 11 volúmenes), tal como salió de los Talleres Gráficos del Congreso de la República en 1973.

El olvido en que cayó este insigne poeta, además humorista, orador, escritor y político, puede explicarse por la profunda identificación que tenía con el pueblo y la firmeza de sus principios que le evitó ser contaminado por las "costumbres" de quienes lo rodeaban y decían compartirlos, lo que lo convirtió en persona incómoda, una piedrita en el zapato para la mayoría de ellos y hasta cuyo recuerdo procuraban evitar en un acto de increíble torpeza, ya que podían haberlo presentado como uno de los poquísimos ejemplos de virtudes republicanas que tanta falta les hizo durante el largo tiempo que disfrutaron de los beneficios que confiere el Poder a quienes lo utilizan indebidamente.

Dos muestras de esas "costumbres" las extraemos de su Prosa Humorística, "La clave del éxito" , once recetas para triunfar en los negocios, en las profesiones, en la política, en la lotería, en la vida y en el amor.


I. Para ser magnate industrial.

1.. Escoja un artículo de primera necesidad, por ejemplo, los palillos de dientes.
2.. Póngale un nombre extranjero, como por ejemplo:"The Venezuela Toothpick Manufacturing Co."
3.. Importe los palillos de diente del Japón, donde son muy baratos.
4.. Importe cajas de cartón de los Estados Unidos. Estas cajas deben ostentar un letrero sugestivo, como el siguiente:"Palillos de Dientes "Guillermo Austria".--Producto Nacional.-Proteja la Industria Criolla".
5.. Saque los palillos de las cajas en que vienen del Japón, y métalos en las cajas que vienen de los Estados Unidos.
6.. Para esta delicada operación importe un técnico extranjero.
7.. Pida en el Banco Industrial un crédito para el fomento de la industria nacional.
8.. Haga ante el Ministerio de Hacienda una representación en que solicite sean elevados los impuestos de aduanas para palillos de dientes en un 500%, como protección a la industria nacional.
9.. Ponga a la venta su producto, y en lugar de un medio, cobre cuatro reales por caja.


VI. Para llegar a ser Ministro.

1.. Entre al "Country Club".
2.. Aprenda a jugar "golf".
3.. Lo demás corre de su cuenta.

El encabezado de este artículo revela, además de las facetas antes mencionadas del gran poeta cumanés, la de PROFETA, pero no un profeta chimbo como Nostradamus que requiere la intervención de un exégeta para que, después de ocurrido un hecho, rebusque en sus "Centurias Astrológicas" algún pasaje que pueda interpretarse como la predicción del mismo hecha en Francia en el siglo XVI por ese señor. Nada de eso, su predicción está clarita y fue hecha en Caracas en junio de 1941: NO PASARÁN.



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Ño Leandro


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