La guerra cognitiva se basa en el control de la mente humana mediante la construcción de narrativas que favorezcan a los sectores hegemónicos que detentan el poder, y que imponen una nueva cultura que reescribe la historia. La guerra hoy en día no solo se libra en la confrontación militar (ocupación de territorios, acciones quirúrgicas de ataques puntuales), sino que, más allá de eso, busca penetrar la mente y ponerla al servicio del país atacante. Se trata de quebrar la resistencia mental que los seres humanos desarrollamos para preservar lo nuestro, en materia de historia, cultura y territorio. Eso es la guerra cognitiva, y es la que se está desarrollando actualmente, formando parte de un conflicto de mayor envergadura.
La guerra cognitiva representa la evolución del conflicto hacia un ámbito intangible pero profundamente efectivo, que es el terreno de la conciencia humana. Su fundamento reside en el control mental ejercido mediante la construcción y diseminación masiva de narrativas estratégicas, éstas narrativas son diseñadas para favorecer los intereses de los sectores hegemónicos que detentan el poder, buscan imponer una cultura global homogénea que reescribe la historia, reconfiguran los valores y redefine la identidad de los pueblos, a diferencia de los conflictos tradicionales, la guerra contemporánea ya no se libra exclusivamente en el campo de batalla militar mediante la ocupación de territorios, o los ataques específicos, sino que trasciende estas dimensiones para penetrar y colonizar la psique individual y colectiva; el objetivo último es subyugar la voluntad del adversario, poniendo su capacidad de decisión y su percepción de la realidad al servicio de los intereses del atacante.
Se trata, en esencia, de quebrar la resistencia mental inherente a los seres humanos los mecanismos de defensa cultural, histórica y territorial que nos permiten preservar nuestra idiosincrasia, nuestra memoria colectiva y nuestra soberanía, ésta guerra sutil y omnipresente no emplea balas, sino bytes; no con tanques, sino con el empleo de trending topics y algoritmos, La guerra cognitiva es, por tanto, el frente decisivo en el desarrollo de los conflictos geopolíticos del siglo XXI, donde la desinformación, la propaganda y la manipulación psicológica se han convertido en las armas principales.
Este concepto fue promovido por la OTAN' Se define como las acciones llevadas a cabo para cambiar o confundir la percepción del adversario, influyendo en su toma de decisiones hasta lograr que actúe en contra de sus propios intereses. Va más allá de la guerra de información al apuntar directamente a la cognición humana (pensamiento, memoria, razonamiento).
La Guerra Híbrida (Hybrid Warfare): La guerra cognitiva es otra modalidad que combina métodos convencionales, irregulares, cibernéticos y de información de manera simultánea; El filósofo marxista Gramsci argumentó que las clases dominantes no se mantienen en el poder solo por la fuerza, sino principalmente por el consentimiento cultural, Imponen su visión del mundo como la "norma" o el "sentido común", haciendo que sus ideas sean aceptadas voluntariamente por las clases subordinadas, esto es exactamente lo que se describe con "imponen una nueva cultura".
Para la dominación se imponen armas de Manipulación Masiva (Noam Chomsky), El lingüista y politólogo Noam Chomsky, junto con Edward Herman, describieron el concepto de fabricación del consentimiento, Los medios de comunicación, al servicio del poder, moldean la opinión pública para aceptar agendas políticas y económicas específicas, la
Guerra de Cuarta Generación constituye una teoría militar que postula que la guerra moderna se ha desplazado del campo de batalla hacia la sociedad, y la cultura del enemigo, buscando desmoralizarlo y destruir su voluntad de combatir, la guerra cognitiva "sitúa al cerebro como el nuevo dominio de la guerra... Busca cambiar no sólo lo que la gente piensa, sino cómo piensa y actúa.
En el presente artículo hemos presentado una sinopsis de una modalidad de guerra de nueva generación en la que estamos inmersos, y de la cual no sabemos cuándo saldríamos , El imperialismo es implacable en la búsqueda de su victoria; en nuestro caso para apropiarse de nuestras riquezas naturales y en especial del Petróleo, y cuando la guerra cognitiva se desarrolla un país con una sociedad no cohesionada, como la nuestra, en condiciones de vida precarias en cuanto a sus sistemas de salud y educación, con sus servicios públicos en condiciones deplorables, por ejemplo en cuanto al agua potable y le electricidad etc, con sueldos miserables, entonces en este caso la guerra cognitiva encuentra un caldo de cultivo para lograr sus propósitos.
@marianocrespo07
