Las bolsas CLAP: Un boom de un bluff que amenaza con ser constitucionado

Desde la aparición de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción CLAP, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro así como funcionarios en distintos niveles de la Administración Pública han ponderado las virtudes y alcances de dicho sistema de distribución alimentaria. Justamente hace un año, afirmaba el Presidente Maduro: "Estos comités son la vacuna contra los bachaqueros, donde se establezca un CLAP no debe existir bachaqueros, para eso hemos ideado desde la base una organización que va a romper con todos esos vicios" (RNV, junio 2016).

A partir de la intención del Presidente Maduro Moros de darle rango constitucional a los CLAP, en particular lo vislumbro como un despropósito dado que "por ahora" los CLAP no han logrado cumplir los objetivos propuestos para su creación.

Si bien los CLAP ya tienen algo más de un año de establecidos, la inconsistencia de dicho sistema es cada vez más evidente toda vez que no han logrado resolver diversos temas como:

1. La ausencia de periodicidad en el abastecimiento: Los alimentos no son llevados a las comunidades con una regularidad específica, de hecho es imposible saber cada cuanto tiempo serán expendidos. Consecuencias: a. Agravamiento de la ya depauperada situación económica del venezolano promedio al verse obligado a comprar a la jauría de usureros, explotadores y estafadores que acaparan los componentes de la cesta básica. b. Desesperación de la población que es humillada y maltratada en extensas colas cada día.

2. Amplia disparidad entre consumo y productos distribuidos: Los CLAP no consideran la cantidad de personas que componen cada familia ni establecen el total de productos de cada bolsa o caja sobra la base del consumo per cápita durante un período determinado. Resultados: a. En tres o cuatro días un grupo familiar pequeño (2 o 3 miembros) habrán consumido lo que les tomó una

espera de varios meses. b. Desbalance en presupuesto familiar por cuanto la cantidad de productos no satisface la demanda real.

3. Desbalance nutricional: Las bolsas o cajas distribuidas por los CLAP consisten de abundantes carbohidratos (harinas, arroz y pasta), en desmedro de otros componentes del trompo alimentario. Los CLAP establecen una férrea línea plana en lo que los venezolanos debemos comer, cuando se logra obtener la tan ansiada bolsa. Consecuencias: a. Malnutrición; b. Desnutrición; c. Hambre crónica.

4. Irregularidades en el cobro y la distribución de los productos: Como en casi cada renglón de la vida del venezolano, la corrupción, los vicios y la viveza criolla han venido atacando al programa alimentario. Consecuencias: a. Ineficiencia; b. Uso de mecanismos coactivos para la venta de la bolsa CLAP en muchas comunidades, al exigir el Carnet de la Patria para acceder a los productos; c. Estafas en el ofrecimiento de productos por parte de personas inescrupulosas; d. Tráfico de los productos CLAP.

Podría seguir enumerando muchos otros aspectos que hacen inviable dicho sistema de distribución alimentaria, pero no obstante el gran boom publicitario, que ya tienen un himno, periódico, programas de radio, sitio web, twitter, blog y cuanto dispositivo de comunicación existe, considero que incluir los CLAP en la Constitución mediante el (inoportuno) proceso constituyente, sería darle rango supra legal al desabastecimiento, a la mala nutrición, a la escasez alimentaria y a la precariedad económica que sufrimos gran parte de los venezolanos en esta mala hora. Los CLAP han sido el boom de un bluff, es lo que pienso al respecto.-

obarrios08@hotmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 868 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter